Soledad

Si no has tenido muchas experiencias en este mundo, no te sentirás miserable aunque estés sólo. Creo que hay probablemente dos razones por las cuales a los intelectuales les gusta tener tiempo para ellos.

Después de haber venido a este mundo, cada uno tiene su propio camino, que es único y diferente del de los demás. Este camino no es un mapa que se pueda dibujar sobre un pedazo de papel con el fin de verlo claramente. Es un camino que requiere una reflexión cuando estamos solos con el fin de verlo y de asegurar bien los pasos. Si necesitas a alguien contigo, a mi parecer «no encontrarás compañero porque este compañero no existe». Es una de las razones por la cuales se necesita estar en la soledad.

Además, descubrirás que cuando se está en contacto con otros, lo que dices puede no ser bien comprendido. Así que deberías considerarte afortunado si tus observaciones no han sido deformadas por los demás. Encontrarás también que no te conciernen los acontecimientos de sus vidas diarias. La gente percibirá hasta de otro modo el mismo acontecimiento. Así, la gente se queja de que es demasiado difícil encontrar a alguien que pueda comprenderle completamente. De hecho, la persona que te comprende mejor eres tú mismo.

Es también la razón por la cual los practicantes hablan siempre de no hacer nada: no interferir con la vida de los demás y no decir nada inútil. Es así porque no conocemos los caminos de los demás y porque si nos metemos en la vida de otro, podríamos crear dificultades o interferencias. Por supuesto, si es una cuestión de vida o de muerte, debe hacerse lo máximo para evitar que suceda.

Cuando una persona se acuerda de andar bien su propio camino, debe decidirse a eliminar la interferencia, decir: «No» con diplomacia, y quedarse tranquilo y racional frente a la interferencia.

Nunca consideré que alguien era bueno porque está dispuesto a dejarse llevar. Creo que tales personas perdieron su propio juicio. No pienso que las personas que se interesan demasiado a los demás son amables: porque se meten en la vida de los demás, y aún es peor. A veces hacemos las cosas con nuestra mejor intención pero esto puede generar malos resultados.

La soledad es preciosa: se tiene un ambiente tranquilo, el espíritu escucha en silencio la voluntad de Dios, y el objetivo es andar bien el camino con el fin de llegar al destino.

Cuando los seres humanos pueden vivir con esa conciencia, es verdaderamente una bendición.

Versión original en inglés: http://www.pureinsight.org/pi/index.php?news=4795