Al quinto día de la sesión de estudio y práctica de nueve días de Falun Dafa en Chiyi, Taiwán, el director Wu Yan-mem, del liceo de Kouhu, en el condado de Yunlin, compartió sus experiencias de cultivación con todos los presentes. El director Wu pidió a cada uno que cerrara sus ojos y pusiera las dos manos en el pecho. A continuación, leyó Lunyu del Maestro Li. Después, preguntó a todos: "¿Cómo se sienten? ¿Saben por qué he leído Lunyu?” Y a continuación les contó una historia real.
El director Wu sabe dar buenos consejos a los alumnos. El último año, tenía en el centro tres alumnos difíciles que fumaban, bebían, insultaban a los profesores e intimidaban a los compañeros de clase. Los profesores no podían dominarlos, así que decidieron llevarlos al despacho del director. El director Wu explicó: “Les pedí a los tres alumnos que se sentaran en la sofá. Después, tomando el libro Zhuan Falun, les pregunté sí podía leerles un párrafo y los chicos después de mirarse unos a otros, dijeron que estaban de acuerdo. Comencé la lectura. Después de tres minutos, uno de ellos sintió dolor de cabeza y el otro un dolor en el pecho. El alumno que había insultado a un profesor tenía dificultad para tragar. Les dije que no se inquietaran porque esto era sólo el comienzo de un cambio físico. Entonces, les expliqué el principio de la relación entre virtud y karma. Ellos escucharon y daban la impresión de que lo habían comprendido”.
"Después de terminar de leer les pregunté: ¿Puedo leer otra vez? Y ellos nuevamente estuvieron de acuerdo".
"Después de haber leído por segunda vez, los tres alumnos se tiraron en la sofá. Uno de ellos que había sufrido un accidente de coche y le tuvieron que operar la rodilla, sintió calor en toda la pierna, sin embargo la otra pierna, parecía estar normal. También parecía que tenía ganas de vomitar”.
"Volví a leer Lunyu por tercera vez. Al rato, los tres se levantaron y corrieron hacia los aseos. Después de vomitar y utilizar los aseos, se sintieron mucho mejor. Uno de ellos, que había rociado a un profesor con agua, decía que sentía dentro de sí una tristeza. Le pedí que se acercara al profesor y le presentara sus disculpas. Después de una hora, volvió corriendo y me dijo: le pedí disculpas al profesor y ahora me siento perfectamente”.
"Tres días más tarde, me volvieron a traer a los tres alumnos y me pidieron que les leyera nuevamente Lunyu. Los alumnos me dijeron, "director, no bebemos, no fumamos cigarrillos y no insultamos más a los profesores. Tampoco tenemos más dolores de cabeza”.
El director Wu explicó a los aldeanos: "hay muchas cosas maravillosas en Dafa. Esta historia es para decirles que el compasivo Falun Dafa, con su poderosa e infinita virtud, permitió a estos alumnos reflexionar y hacerse buenas personas. De ahora en adelante, ustedes experimentarán el don de Falun Dafa una vez que lo hayan practicado”.
Versión en inglés disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2007/8/19/161164.html
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