Anfitrión: Hola a todos, yo soy Wang Lu. La Sra. Chen en París es una joven que practica Falun Gong. Ella regresó a China para visitar a su familia en 1999. Sin embargo, fue arrestada, detenida y padeció tortura y humillación. Pasó por muchos lugares y finalmente pudo dejar China para volver a Francia. En una conferencia reciente, ella dio su testimonio y describió el trato cruel y brutal que sufrió. En el programa de hoy, nosotros vamos a difundir su experiencia basada en sangre y lágrimas.
Señora Chen: En invierno, nos forzaron a sacarnos nuestras ropas, vertieron agua fría sobre nuestros cuerpos y fuimos forzadamente alimentadas mientras nuestros brazos y piernas estaban atados. Nos alimentaron con algún tipo de mezcla de chilli, salmuera muy concentrada, medicina, excremento y orina. La mezcla fue insertada en nuestras narices a través de tubos. No era raro que la inserción causara una herida agrietada, la sangre brotaba hacia afuera y muchos practicantes de Dafa murieron con este tipo de inserción: Mei Yulan de Pekín es una practicante que murió así.
Cuatro o cinco de ellos nos pegaban brutalmente. Los policías nos daban descargas eléctricas en nuestras cabezas, pechos, espaldas y vaginas; algunos de ellos metieron el bastón eléctrico en nuestras bocas. Algunas practicantes de Dafa fueron desvestidas y llevadas desnudas a la prisión de los hombres. También nos inyectaron medicinas desconocidas y forzaron a algunas practicantes de Dafa a tener abortos. Todo esto ocurrió en China y fue llevado a cabo por policías en China.
Trataron nuestros cuerpos tan cruelmente que ninguna persona con conciencia o moral puede soportar enterarse. Las personas nunca saben de tales cosas en un país civilizado. Aun así, los policías nos amenazaron para mantener en silencio lo sucedido y dijeron que nunca nadie había presenciado estas cosas y por consiguiente nadie llegaría a dar testimonio. Todo esto es porque el sistema en China se ha fundado en el engaño y la maldad. Es difícil para las personas imaginar que estas experiencias realmente han ocurrido a practicantes de Falun Gong en China. Torturan a las personas no sólo espiritualmente sino también física y aún económicamente. Los practicantes en China son sometidos a lavados de cerebro, y cada uno de ellos está obligado a entregar 6.000 RMB.
Anfitrión: Hay muchos practicantes de Falun Gong que fueron matados a golpes mientras estaban detenidos en diferentes partes de China. ¿Señora Chen, según su comprensión, cuántas personas han muerto de violencia como esta?
Señora Chen: Basada en mi comprensión, más de 600 personas han muerto y aún no se saben los números en muchas áreas, porque China es un país grande y las estadísticas están bloqueadas por la policía. Las cifras no son tan completas como deberían ser y son reunidas por algunas vías oficiales. Pienso que las cifras son bastante más altas de las que sabemos ahora mismo porque es realmente difícil imaginar el alcance de lo que han hecho.
Anfitrión: Ahora a la Señora Chen le gustaría decir unas pocas palabras para los que se preocupan por ella fuera de China.
Señora Chen: Soy una practicante de Falun Gong que pasó por la malvada persecución en China. Estuve confundida una vez. Cuando me alejé de ese ambiente, me di cuenta profundamente de que los practicantes de Falun Gong deben seguir firmemente su creencia recta de Verdad, Bondad, y Tolerancia. Ahora estoy en el extranjero y veo a los practicantes de Falun Gong en más de sesenta países. Los practicantes de Dafa fuera de China continental exponen esta malvada persecución. Hay cada vez más y más personas en el mundo que apoyan y tratan de ayudar a Falun Gong.
Tengo otra cosa importante para decir a todos.. La Coalición Global para Traer a Jiang a la Justicia ha sido establecida por muchas organizaciones en el mundo para enviarlo al tribunal de moralidad, de conciencia y de la ley. Espero que esta noticia se propague ampliamente. También solicito a todas las personas amables a ponerse de pie y detener esta malvada persecución y estos crueles asesinatos.
Anfitrión: Estimados oyentes, ¿qué sienten ustedes después de haber oído la descripción de la Sra. Chen sobre su experiencia de sangre y lágrimas? Les invitamos a escribir una carta o a llamarnos para discutir los detalles. Queridos oyentes, piensen acerca de eso, ¿cómo puede usarse un método tan sorprendentemente cruel para tratar a alguien que es como usted, especialmente cuando son nuestras hermanas y hermanos y de la misma raza humana?
Éste es el fin de París Chino. Gracias por escucharnos. Adiós.
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