En enero de 1998, fui a trabajar para un supuesto Maestro de qigong en mi barrio. Un día, dos personas que parecían ser taoístas vinieron con ese Maestro de qigong. Más tarde supe que eran en realidad practicantes de Falun Gong. Después de la cena hice lo necesario para que ellos pudieran dormir en un hotel cercano.
En el hotel, vi a un alumno del Maestro de qigong leyendo un libro que jamás había visto. Los practicantes de Falun Gong le dieron ese libro. Eché una mirada y vi que era Zhuan Falun escrito por el Sr. Li Hongzhi. Ya había oído hablar de Falun Gong, pero era la primera vez que veía el Zhuan Falun. Tomé el libro y le pregunté al practicante: ¿Este es el Falun Gong del que usted habló? Respondió: "Sí". Entonces miré algunas páginas y se lo devolví.
Luego nos sentamos y hablamos de cosas comunes de nuestras vidas diarias durante un momento, el alumno del Maestro de qigong se fue. Yo también estaba a punto de irme, pero en ese momento el más joven de los practicantes me detuvo y me dijo: "Puede esperar un poco, deseo hablarle de algo". Entonces me senté de nuevo. Preguntó: "¿Quiere practicar la cultivación?" Respondí en seguida: "¡Por supuesto!", sonriendo me dijo: "¿Verdaderamente?" , yo lo confirmé diciéndole: "Verdaderamente quiero practicar la cultivación". Entonces dijo: "Tengo una serie de libros de cultivación aquí. Voy a dárselos. Usted sabrá cómo practicar verdaderamente la cultivación después de haberlos leído". Yo mismo pensé que quienquiera que promovía el qigong quería dinero. El pareció saber en lo que estaba pensando y me dijo: "Estos libros son para la gente que tiene una afinidad predestinada. No pedimos dinero. El aprendizaje es gratuito". Entonces pensé: "¿Cómo me ha podido llegar algo tan bueno?".
El entonces me mostró los libros de Falun Gong. Antes de irse, me dio varios libros de Dafa (7 libros en total) y negó todo dinero.
Así es como obtuve el Fa. Jamás volvimos a vernos después de que ellos se fue el día siguiente.
La noche siguiente comencé a leer los libros a la luz de una vela, porque en ese momento no había electricidad en nuestro pueblo. Después de terminar de leer "Lunyu", por primera vez, me quedé profundamente emocionado por las palabras del Maestro. Cada noche después de volver del trabajo, estudiaba el Fa hasta la medianoche. Mi pensamiento iba cambiando y muchas confusiones que siempre había tenido han sido eliminadas por el Fa del Maestro. Verdaderamente sentí que Zhuan Falun era un libro del cielo notable y precioso que nos guía para practicar verdaderamente la cultivación. También pensé que mi vida esta vez era solamente para Dafa.
Como vivía en un pueblo, yo conocía pocas cosas de los acontecimientos fuera del pueblo y practicaba tranquilamente en casa. Después, en marzo de 1999, cuando los practicantes del pueblo de Wuhan vinieron a mi pueblo para propagar el Fa, se hizo un sitio de práctica y se estableció un estudio del Fa en grupo. Trabajábamos de día entero y estudiábamos el Fa y hacíamos los ejercicios por la noche. Habían muchos mosquitos en el verano. Nos picaban cuando hacíamos los ejercicios en el exterior, pero nunca los mataba. Después de un tiempo, los mosquitos no me picaron más.
Viajé a Beijing con el fin de validar el Fa en enero de 2001. En la plaza de Tiananmen, un policía vino hacia mí y me preguntó: "¿Qué piensa de Falun Dafa?" respondí: "Falun Dafa es el Fa recto". Después, empecé a decir con voz alta: "Falun Dafa es bueno! (Falun Dafa Hao) Verdad-Benevolencia-Tolerancia (Zhen-Shan-Ren) existirá por siempre ¡Falun Dafa es el Fa recto!". Repetí estas palabras varias veces. El policía me lanzó una mirada furiosa y me dijo: "Deje de gritar. Voy a pegarle si sigue gritando". Alzó los brazos y se preparaba a pegarme. No le presté ninguna atención y seguí gritando. Mantuvo sus brazos levantados en el aire sin poder golpearme. Aunque fui detenido y enviado al Campo de Trabajo Forzado de Hewan hasta en enero de 2005, cuando fui liberado, reanudé completamente la cultivación.
Durante estos años sé que el Maestro compasívamente ha cuidado de mí y de mi familia en cada momento, Maestro gracias.
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