Testimonio de una investigadora: ¡Los beneficios que Dafa aporta a la humanidad son inconmensurables!

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La primera vez que tomé contacto con Falun Gong fue el domingo 26 de septiembre de 1993, yo estaba escuchando como siempre la radio mientras lavaba la ropa. Mi programa favorito tenía un hotline (línea directa de llamadas) donde los oyentes podían preguntar a expertos e invitados todo tipo de preguntas. Ese día, escuché algo totalmente nuevo para mí. El presentador dijo: "Hoy tenemos la suerte de tener entre nosotros al fundador de Falun Gong, el Maestro Li Hongzhi". Era poco habitual invitar a un maestro de qigong para hablar en directo en un programa de radio, por lo que sentí curiosidad y quise escuchar lo que decía.

El Maestro Li comenzó por presentarse y luego explicó qué era Falun Gong. Después de escuchar la sencilla y modesta presentación que el Maestro Li hacía de sí mismo, dejé de hacer la colada y me puse a oírlo. Durante el tiempo que duró la emisión, fueron 30 minutos, numerosos oyentes llamaron haciendo todo tipo de preguntas. Las respuestas del Maestro Li eran pacientes y entusiastas. Todo el que llamaba quedaba satisfecho de la respuesta. Milagrosamente, el Maestro Li trató las enfermedades de los oyentes a distancia y numerosas personas experimentaron un mejoramiento inmediato de su salud.

La presentación de Falun Gong por el Maestro me permitió saber lo que era la práctica. Comprendí que para tener una buena salud se debía seguir los principios universales Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ser una buena persona.

En los últimos diez años venía sufriendo numerosas enfermedades, y aunque durante ese tiempo practiqué un tipo de qigong, nada parecía tener efecto sobre mí. Diferentes maestros de qigong que conocí subrayaban la importancia de la virtud pero no lograban explicar el por qué. El Maestro Li, explicó de una manera muy clara la importancia de la virtud.

Al terminar el programa, el Maestro Li mencionó que preveía dar próximamente un seminario en un lugar del centro de la ciudad. Inmediatamente decidí asistir pero después pensé que no era conveniente que tomara un autobús para viajar, debido a que no me encontraba bien de salud. Cuando supe que dos semanas más tarde el Maestro Li ofrecía otro seminario en un barrio próximo a mi casa, decidí esperar por éste.

El 1 de octubre de 1993, yo disfrutaba de un día de descanso y a las 7 de la mañana, me fui al parque a caminar un poco. Allí, vi un grupo de personas practicando unos ejercicios en lo alto de la colina y me dio un sentimiento de elevación y de paz único. Sin pensar demasiado, me acerqué al lugar y vi una banderola donde se podía leer Falun Gong. En ese momento exclamé: "¡He aquí Falun Gong, finalmente lo encontré!" Inmediatamente me acerqué a los practicantes para hacer los ejercicios. Al finalizar la práctica, tomé prestado de un practicante, una copia de Falun Gong y allí mismo sentada en la colina, comencé a leer el libro. Me sentía perfectamente bien. ¡Había encontrado por fin a Dafa!

Alrededor de unas tres horas más tarde, al terminar de leer Falun Gong, sentía malestar por todas partes de mi cuerpo y no tardé en alcanzar una fiebre de 40 grados. Entonces pensé: "¿Cómo en un día tan lindo como éste he podido pillar un resfriado?" Y después me dije: "Pero hoy hay algo inhabitual en todo esto. Cuando estoy con fiebre normalmente me siento algo confusa, siento dolor al caminar y suele dolerme la cabeza". Y me preguntaba, por qué hoy no me dolía la cabeza y sólo estaba afectada por la fiebre y algunos dolores en el cuerpo. Entonces recordé lo que el Maestro Li decía en Falun Gong que estas sensaciones que experimentaba eran la eliminación del karma. Comprendiendo que el Maestro Li me estaba ayudando a purificar mi cuerpo, me sentí plenamente agradecida y me apresuré a contar la buena noticia a mis amigos. Algunos de ellos, quienes también habían practicado otros qigong, participaron en el seminario del Maestro, diez días más tarde.

Ocho horas más tarde la fiebre desapareció. ¡Dafa es verdaderamente milagroso!

En seguida fui a registrarme en el 5º Seminario que próximamente iba a impartir el Maestro en la ciudad. La sala de conferencias que tenía un aforo de varios miles de personas estaba completa.

Al final de cada conferencia, los practicantes que ni siquiera se conocían, compartían sus experiencias como viejos amigos. Los que arrastraban problemas de salud desde hace tiempo, contaban con entusiasmo cómo habían mejorado o cómo habían recuperado su salud. Mi problema de hígado, los dolores de estómago y el insomnio que me habían incomodado durante más de diez años desaparecieron sin dejar rastro.

Unos años antes de emprender la práctica de Falun Gong, yo había comenzado mi carrera como investigadora en ciencias. Junto con otros colegas, participé durante tres años en un proyecto de investigación. En el momento de dar a conocer los resultados, sufrí una recaída de mi problema de hígado y tuve que irme al hospital a una revisión médica. Cuando me incorporé al trabajo, descubrí con sorpresa que mi nombre no se había incluido en la memoria del proyecto presentado, y que además, mi propio equipo de investigación no me reconocía como parte del equipo. No me sentí bien. Siendo una joven investigadora y estando en el inicio de mi carrera profesional, aspiraba al reconocimiento y al prestigio. Pero no sólo se había excluido mi nombre sino que también tenía que enfrentarme a los rumores de qué no había contribuido en el proyecto. Mis quejas a mi supervisor no me favorecieron mucho y numerosos investigadores reconocidos fueron duros conmigo. Podemos imaginar lo que supone un golpe de este tipo para una persona joven.

Sin embargo, Dafa me cambió totalmente. Después de comenzar la práctica, estaba determinada a ser una buena persona siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Cuando vi de nuevo a mis colegas después de haber asistido al seminario del Maestro Li, yo ya no les guardaba ningún rencor y tomé la iniciativa de felicitarles. Después, de modo sorprendente me pidieron perdón. Cuando los veía charlaba con ellos. Actualmente, vivimos en armonía en el mismo complejo de apartamentos desde hace 17 años.

Los beneficios que Dafa aporta a la humanidad son inconmensurables.

Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2010/6/28/226130.html

Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/7/8/118432.html

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