¡Buenos días Shifu! ¡Buenos días compañeros de práctica!
Verdaderamente, jamás me había preguntado si tenía compasión o no, justamente pensaba si no habría sido interferido, siempre estaba apacible, sereno y libre de todo lo que me rodeaba, hacía las cosas cómodamente. Era un poco como si estuviera entumecido y no me preocupara mucho de las cosas.
Estos 9 últimos años, pensé que no había tenido muchas responsabilidades en el trabajo de Dafa. Había sido coordinador durante 2 semanas cada año, cuando Shen Yun venía a nuestra ciudad, trabajando con los VIP. Y llegaba a DC cada año y encontraba a nuestros representantes en el Congreso y contactaba con los asistentes de los diputados cuando podía hacerlo. El resto del tiempo, me contentaba con lo que mi esposa sugería hacer para los proyectos de Dafa, pasaba más tiempo haciendo mi práctica y cumplía con los pequeños acontecimientos. Pero como un occidental que tenía un diploma profesional, pensaba que debía tomar más responsabilidades. Miraba al número de practicantes occidentales con los cuales había comenzado a practicar y trabajaban la jornada completa para los medios de comunicación de Dafa como coordinadores. Me preguntaba: ¿Por qué alcancé este nivel en la sociedad? No para ganar fama y dinero. Tengo que considerar lo que había hecho estos últimos años y los resultados obtenidos. Esto no parecía muy productivo. ¿Que había hecho mal? ¿Cómo podía hacerlo mejor?
Pues bien, comencé a obtener respuestas sobre por qué no tenía la compasión necesaria y por qué no podía lograr estos fines.
Un cambio de coordinador me hizo descubrir mis apegos
Primero pensé hablar de la recepción de Shen Yun de este año, sentí celos y rabia porque no sea yo el coordinador. Sabía que se trataba del arreglo de Shifu y que no estaba en el nivel para ser coordinador en el trabajo con los VIP de este año. Tal experiencia sirvió para darme cuenta de mi cultivación y que todo es para mejorar.
Sin embargo, mi lado humano todavía tenía problemas en este punto y durante dos días enteros, llamé a varios practicantes e intentaba descubrir lo que había pasado. Llamé a la coordinadora y dijo que el trabajo había sido subcontratado y que no teníamos que hacer gran cosa este año. Mi espíritu probaba todo tipo de modos de encontrar errores en este sistema, pero declaró que podríamos quedarnos solamente de lado y enviar pensamientos rectos, no mucho más. La interferencia atraída por mis apegos me dejaba inquieto. Me quejé cerca de numerosos compañeros de práctica, todos pacientemente me escucharon, deseándome bien y me sugerían amablemente mirar para dentro y descubrir donde no lo había hecho bien.
La raíz de mi apego era el hecho que no sabía realmente lo que significaba probar la compasión hacia otros.
Llegó el tiempo de tener nuestra recepción, la misma recepción de la que había sido el coordinador en el curso de los tres últimos año, sin mucho éxito para traer a los VIP de clase alta. Había sido complaciente sin saberlo y podía ver que sólo podíamos hacer todo con pensamientos rectos. Somos los responsables sobre esta tierra, no gente común. Pero, este año, esto fue diferente. La recepción a los VIP fue dirigida por otro practicante que había hecho un buen trabajo manteniendo buenas relaciones públicas con las sociedades y los patrocinadores que tenían la influencia necesaria para traer el género de los VIP que Shen Yun intentaba atraer. Vinieron y gratificaron a Shen Yun con nuevas buenas. En el momento del espectáculo, descubrí algo nuevo en mí: una confianza y una compasión profunda, y después de haber visto el espectáculo de Shen Yun, cuatro veces más este año, la fe y el conocimiento que podíamos hacer todo y que Shifu y los dioses rectos siempre están próximos para ayudar, mientras tengamos pensamientos rectos. Ahora, considero literalmente que podemos hacer todo.
En el curso de esta última gira de Shen Yun, pienso que muchos de nosotros en mi región hemos sido empujados a aumentar y descubrir nuestros apegos escondidos, y ahora somos reconocidos y favorablemente considerados por personas influyentes. Tuvimos numerosas relaciones y realizamos, como un solo cuerpo, aperturas significativas.
Veo esto como un honor y con compasión en mi corazón, decidí hacerlo mejor con los nuevos desafíos que vienen.
Aprender a ser compasivo trabajando con los políticos
En los últimos cinco años, formé parte de un equipo que va cada año a Washington DC, para contactar a nuestros funcionarios elegidos localmente ante el gobierno federal. Teníamos mucho trabajo que realizar porque había allí numerosos funcionarios a los que debíamos contactar.
A causa de este trabajo, comencé a encontrarme con numerosos asistentes legislativos y algunos de los mismos funcionarios. Con el tiempo, creé buenas relaciones con ellos. Un día, el año pasado, recibí una llamada de un practicante de DC que me pedía si el miembro del Congreso B de California podía apoyar la Resolución 605 Parlamentaria (H. Res. 605) para el proyecto de ley bipartido. Estuve conforme, apelé inmediatamente y le envié las informaciones por mail a la asistente legislativa que había conocido. Hoy, me acuerdo que después de haber enviado el mail, envié pensamientos rectos durante mucho tiempo.
Le pedí a la asistente legislativa preguntar al miembro del Congreso B si él podía apoyar la Resolución 605. Dijo que se lo transmitiría. Poco tiempo después, recibí un mail en el cual me decía que lo había confirmado. Me acuerdo que durante un momento, probé un sentimiento de exaltación que había hecho algo bueno y que otros reconocerían mi trabajo. Comprendo, ahora, que esta exaltación es un apego.
Más tarde, fuimos a ver al miembro del Congreso C. Hablé a un asistente y me dijo todas las cosas maravillosas que este miembro del Congreso hacía para los derechos humanos y para los derechos humanos en China. Cuando le pedí si C podía apoyar la resolución 605, dijo que le hablaría de eso.
Sin embargo, el miembro del Congreso C recientemente había ido de visita a China y descubrimos que ciertos acontecimientos en el momento de su viaje probablemente habían influido sobre él negativamente.
Sabíamos que no podíamos dejar o abandonar si esto parecía invencible, en aquella época, todos nosotros llamamos, enviamos mails y fuimos personalmente a la oficina del distrito y a las oficinas de DC, numerosas veces y les pedimos consejos a otras oficinas.
Me acuerdo, que una vez llamé y fueron negativos hacia mí y no lo maneje bien. Justo después de esta conversación, sentí una presión enorme. Me sentía muy mal, hasta pensé dejar de implicarme en este proyecto. Llamé a otros practicantes y les dije lo que había pasado. El practicante D, con el que había trabajado en numerosas ocasiones, fue muy compasivo conmigo y me dijo que intentara ayudar a este VIP a saber la verdad, de ser siempre benevolente y de ayudarlo a elegir una buena elección. Oí lo que decía pero sentía siempre que debíamos ser más fuertes en nuestro enfoque.
Después de esto, tomé una pausa durante algunas semanas e intenté mirar dentro de mí y ver por qué no tenía compasión para el miembro del Congreso C. Quería justo decirle que se equivocaba y que era una mala persona. Comencé a ver cómo mi falta de compasión había afectado mi trabajo de clarificación de los hechos. Quería ansiosamente obtener el resultado, más bien que mantener simplemente un corazón puro de salvar a este miembro del Congreso. Más tarde, me desperté al hecho de que apuntaba con mi dedo sobre C porque era el modo en el que yo mismo me veo. Soy muy duro conmigo mismo. Los errores no son una opción en mi vida. Pero no puedo tratar a los otros del mismo modo, en particular a estos preciosos seres conscientes que queremos salvar. He aquí dónde realmente fracasé. Después, cambié mucho en este campo gracias a repetidas tribulaciones.
Fue una experiencia efectiva de aprendizaje para mí de intentar ser compasivo todo el tiempo y no intentar ser un policía. Comprendí lo que realmente significa la compasión verdadera. Ahora puedo ver la misma situación en otras áreas de nuestro trabajo con los VIP. Puedo ver ahora que necesitamos ser como parientes cariñosos, guiarlos amablemente para que puedan tomar las decisiones justas. No podemos golpearles en la cabeza. Mis compañeros de práctica fueron muy útiles y pacientes conmigo sobre este punto y les estoy agradecido por ello.
Es a eso a lo que me desperté en el curso de este año. Por favor, señalen todos los apegos que vean.
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