Después de intentar sabotearlo durante años, ahora el partido comunista chino intenta "aprender" de Shen Yun.
Los artistas de Shen Yun saludan al público después de la función en el Teatro David Koch del Lincoln Center. (Dai Bing/La Gran Época) |
Se dice que la imitación es la forma más sincera de halago. Pero cuando el partido comunista chino (PCCh) comenzó a imitar a la compañía neoyorquina Shen Yun Performing Arts, la sinceridad y los halagos no eran parte de la idea.
Desde el primer espectáculo de danza y música clásica china que ofreció Shen Yun en 2006 en Nueva York, los funcionarios del PCCh han estado tratando de sabotear las actuaciones de la compañía.
Presiones diplomáticas, chantaje económico, amenazas a los teatros, estas fueron las tácticas principales de los funcionarios consulares del PCCh, que buscaban cancelar las presentaciones de Shen Yun.
Detrás de la escena, el juego sucio incluyó congestionar con llamadas las líneas telefónicas de venta de entradas, cortar las llantas de un autobús de Shen Yun durante la gira, presentar quejas ante los dueños de los teatros y enviar cartas falsas con la intención de desacreditar a los presentadores del espectáculo.
El PCCh ha insistido obstinadamente durante ocho años, pero con muy poco efecto.
Consideremos los resultados de Shen Yun en las ventas de ticket. En los cuatro meses que Shen Yun ha estado de gira por Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Europa y Asia, las entradas para el 90% de los espectáculos se agotaron.
En Taiwán, cruzando el estrecho desde China continental, las entradas para 44 de las 46 funciones se agotaron y los otros dos espectáculos incluso vendieron entradas de pie.
Reconociendo que no puede derrotar a Shen Yun, el PCCh ha cambiado de estrategia. De acuerdo con fuentes cercanas a las deliberaciones en Beijing, el PCCh ahora apunta a "aprender" de Shen Yun.
Por supuesto, el PCCh no planea aprender de Shen Yun de una manera abierta y honrada, de la manera en que una sinfónica profesional invitaría a un virtuoso para tocar en ella y dar clases magistrales. Shen Yun no ha recibido ninguna invitación para actuar en China.
En cambio, el PCCh tiene la intención de aprender de Shen Yun de la misma manera en que su ejército de hackers informáticos "aprenden" de los gobiernos y empresarios occidentales, que es robando.
Quizás esta es la razón de que la siguiente noticia apareciera en el sitio oficial de Shen Yun en chino, el pasado 9 de abril:
"Las técnicas, el contenido, el diseño y la creación de las actuaciones de Shen Yun están protegidos por patentes y derechos de autor. Estos incluyen la sincronización y coordinación entre el fondo digital y los artistas, así como todo tipo de transiciones de escena e interacciones entre la proyección en la pantalla y los bailarines, orquesta, cantantes, etc. Otras compañías de artes escénicas, individuos u organizaciones no deben copiar o imitar ni estos ni ningún otro aspecto de los espectáculos de Shen Yun. El incumplimiento será penado por la ley".
Dos opuestos
De acuerdo con el sitio web de Shen Yun, su misión es revivir la cultura tradicional china, de inspiración divina.
Durante varias campañas políticas y particularmente durante la Revolución Cultural, el PCCh apuntó a destrozar esa cultura desde la raíz. Quemó toneladas de antiguos pergaminos, destruyó templos y torturó y asesinó a monjes.
Después de la locura de la revolución cultural, el PCCh buscó reemplazar la cultura tradicional china con el inescrupuloso deseo de hacerse rico y el ateísmo dogmático.
Un artículo publicado por el portavoz del partido Xinhua el 17 de diciembre de 2011, es uno de los muchos que reafirma dicha posición del PCCh. Titulado "Los miembros del partido comunista no deben creer en ninguna religión", el artículo explica que no creer en la religión siempre ha sido un principio del PCCh. Exhorta a los miembros del partido a propagar el ateísmo y advierte que las creencias religiosas "erosionará y debilitará el músculo del partido".
De acuerdo con el público de Shen Yun, el espectáculo hace visible lo divino y hace surgir lo mejor de cada uno.
Daniel Brélaz, alcalde de Lausanne en Suiza, dijo después de ver Shen Yun en marzo, que el espectáculo tiene "una conexión permanente con el cielo y lo divino".
Bluette Pache, una jubilada que vive en Lausanne, dijo de Shen Yun que: "Tengo la impresión de que estoy en un mundo divino, maravilloso, casi irreal".
Louis Fairbain de Montreal, Canadá, vio el espectáculo en enero. El espectáculo lo hizo querer "ser bueno con mis padres, ayudar en todo lo que pueda y simplemente tratar de hacer el bien con todos".
El Sr. Xi Zhen-Ji es un ex presidente del Centro Cultural Ulsan de Corea del Sur. Después de ver el espectáculo en Daegu a principios de abril, dijo: "Quien vea Shen Yun lo alabará por estar lleno de sinceridad pura, compasión en abundancia y completa belleza".
"Las cosas espirituales son invisibles, pero existen en nuestros corazones y son difíciles de expresar", siguió el Sr. Xi. "Sin embargo, Shen Yun las muestra en la forma de una actuación sobre el escenario".
Thea Booth, terapista musical de Brisbane, Australia, habló después de ver el espectáculo en febrero de cómo la gracia divina está siempre presente como trasfondo en los espectáculos de Shen Yun.
Voluntad popular
De acuerdo con un antiguo proverbio chino, la herencia de la cultura ortodoxa se encuentra en la dirección hacia donde tiende la voluntad popular. Aquél que pueda verdaderamente interpretar la cultura china podrá representar la ortodoxia real de la nación china.
Después de ver a Shen Yun en febrero, en Washington D.C., el disidente chino Wei Jingsheng dijo, "Shen Yun plantea el mayor desafío para el PCCh. Los chinos se han despertado ante la belleza de su propia cultura tradicional".
"Los chinos ven que lo que Shen Yun presenta es su verdadera cultura y que lo que presenta el PCCh está mal. En ese sentido, Shen Yun es muy importante para los chinos", dijo Wei.
Además del desafío que Wei Jingsheng describe, el PCCh enfrenta múltiples crisis y tan severas, que en febrero Xinhua publicó un artículo donde se estimaba que en China hay 1,18 millones de "funcionarios desnudos", es decir, funcionarios que han acomodado a su familia y patrimonio en el extranjero, anticipándose al inminente colapso del partido.
Frente a estas amenazas a su existencia, el PCCh está ahora considerando a la cultura tradicional china como un lindo disfraz para ponerse. Aparentemente cree que con un poco de maquillaje y un juego de luces, el viejo monstruo podrá engañar al pueblo chino.
Espectáculos falsos de Shen Yun ya han comenzado a aparecer en la antigua ciudad de Xi’an, al noroeste de China y en la ciudad de Jilin, en el lejano noreste.
Quienes vieron esos espectáculos dicen "A ellos, (la banda del PCCh) se les hace difícil aprender la esencia de la cultura tradicional china. No es algo que simplemente se pueda aprender".
¿Cómo pueden los devotos de una cultura ateísta aprender la esencia de una cultura de inspiración divina? El PCCh tendrá que abandonar su propia esencia, o tendrá que ofrecer una versión falsa de la cultura tradicional china.
Si el PCCh pudiera de alguna manera presentar sobre un escenario una representación genuina de la antigua cultura china, eso sería como firmar su propia sentencia de muerte.
El Sr. Cheng (un seudónimo) viajó con su familia desde China continental hasta Daegu, Corea del Sur, para ver el espectáculo el 16 de abril. "No se puede ver este tipo de espectáculos en China. En realidad, se puede decir que es absolutamente inimaginable", dijo.
"Inspira a la gente a creer en los dioses. Si la gente en China no tiene creencias, son capaces de hacer cualquier maldad, incluso matar. Lo que China realmente necesita es una creencia que despierte a la gente", continuó Cheng.
Zhang Tianliang, comentarista de política china, escribió sobre Shen Yun en La Gran Época en 2008: "Cuando las creencias de la cultura tradicional y los valores morales revivan, la conciencia de la gente también despertará. La desintegración de la cultura del partido es inevitable. Cuando eso ocurra, el PCCh, ese sistema político perverso, perderá el ambiente del que depende para su supervivencia".
Karl Marx, el padrino espiritual del PCCh, escribió que la historia primero parece una tragedia y luego una farsa. El pueblo de China ha vivido la tragedia que le impuso el PCCh. Ahora les toca ver al partido haciendo el ridículo.
Cuando el ateísta PCCh intente copiar la divinidad de Shen Yun, se mostrará en el escenario de China completamente descarado y hambriento de poder.
Cada espectáculo falso de Shen Yun en China mostrará aún más claramente la belleza del original. A pesar de sí mismo, el PCCh sólo logrará fortalecer el deseo del pueblo chino de regresar a su verdadera tradición.
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