Tengo 71 años y obtuve el Fa en febrero de 1996. Si no hubiera practicado Falun Gong, hoy no estaría escribiendo este artículo de intercambio de experiencias.
Acercándome a los últimos días de mi vida
En 1986 me diagnosticaron de artritis reumatoide severa y me había sometido a tratamientos médicos en varios hospitales del noreste de China, sin embargo, mi situación empeoró progresivamente. Dos años más tarde, tuve que pedir prórroga de baja por enfermedad, en mi trabajo.
En 1995, me diagnosticaron linfoma terminal y me dijeron que me quedaban solo tres meses de vida. Me dije a mí mismo: "¡Mi vida pronto acabará!".
Aprender Falun Dafa
Mientras esperaba a morir, uno de mis amigos me habló sobre Falun Gong y me prestó dos libros, "Falun Gong" y "Zhuan Falun".
Shifu dijo:
"Tomar medicamentos durante la cultivación implica simplemente que no crees que practicar gong pueda curar las enfermedades". (Cap. 5 II. Principios de la cultivación y métodos de gong) de Falun Gong
Estaba decidido a no tomar ningún medicamento y le entregué mi vida a Dafa. Shifu me aceptó como practicante y comenzó a purificar mi cuerpo. Poco después, todas mis enfermedades desaparecieron.
Alrededor de un mes más tarde, me encontré con un colega que exclamó: "¡Te veo más saludable que la mayoría de la gente!". Entonces le dije que Shifu había purificado mi cuerpo. El gerente de una tienda al que no había visto en mucho tiempo me preguntó bromeando si me había rejuvenecido y me dijo que mi piel se veía fantástica. Aproveché esta oportunidad para hablarle sobre Dafa.
Hice de mi cultivación una prioridad principal y aprovechaba cada oportunidad para estudiar el Fa y hacer los ejercicios.
Validando el Fa
En 1999, fui dos veces a Beijing para validar el Fa. Agentes de la Oficina 610 local sabían que yo era un practicante y planeaban obligarme a traicionar al Shifu y al Fa en la televisión.
Un oficial de la Oficina 610, de apellido Zhang, me preguntó por teléfono si estaría dispuesto a hacer comentarios despectivos sobre Falun Gong en frente de las cámaras. Le contesté sin dudar: "¡No! ¡Nunca haría eso!" y colgué. Al día siguiente, me llamó de nuevo y me pidió que fuera a su oficina. Acepté, pero le dije que nunca iría en contra de mi conciencia, aunque me pusieran un cuchillo en la garganta.
Repetí las palabras del Shifu:
"Bajo cualquier circunstancia difícil, todos, mantengan sus corazones calmados. Sólo manteniéndose inamovibles, serán capaces de manejar todas las situaciones". ("Exponiendo el Fa en el Fahui del Medio Oeste de los Estados Unidos")
Pedí a Shifu también que me ayudara para que pudiera salir de la Oficina 610 lo antes posible. Cuando estaba en una habitación con los agentes de la Oficina 610, de repente me puse muy pálido y tuve un hipo muy alto. Los agentes en la oficina sabían que solía sufrir de una enfermedad terminal, por lo que ninguno de ellos quería tener la responsabilidad en el caso de que muriera bajo su custodia. Me permitieron salir rápidamente. Bajo la protección de Shifu, pude regresar a casa.
Haciendo frente a un acoso constante
Desde que comenzó la persecución, la policìa me ha estado acosando continuamente y el teléfono de mi casa fue intervenido.
En septiembre de 2000, más de diez agentes de seguridad irrumpieron en mi casa para llevar a cabo un registro. Mi primer pensamiento fue: "No van a encontrar materiales relacionados a Dafa". De hecho fue así, no encontraron nada y pronto se fueron.
En 2001, tres personas de la comunidad residencial local y un oficial de la policía vinieron a mi casa para tratar de extorsionarme con 5.000 yuanes; me negué a darles ningún dinero. En su lugar, les aclaré los hechos y les conté sobre la enfermedad terminal que había sufrido y cómo me había curado al comenzar a practicar Dafa. Mis palabras les conmovieron profundamente e incluso el director de la comunidad derramó lágrimas. El oficial de policía dijo: "¡No me digas más o yo mismo me convertiré en un practicante de Falun Gong!". También me negué a firmar los papeles que habían llevado. Finalmente salieron sin haber logrado nada de lo que se habían propuesto inicialmente.
Entre julio y agosto de 2002, el partido comunista chino (PCCh) ordenó registrar las casas de los practicantes en toda la ciudad. Sin embargo, eso no me desanimó en lo más mínimo y como siempre continué distribuyendo información de esclarecimiento de la verdad.
Un día en 2003, en torno a la fecha del Congreso Nacional del Pueblo y la Conferencia Consultiva Política Popular China, tres agentes de la policía golpearon en la puerta delantera de mi casa. Sabía que venían a arrestarme. Me senté con calma para enviar pensamientos rectos. Se fueron después de unos 20 minutos, probablemente porque pensaron que no había nadie en casa.
He distribuido materiales de esclarecer la verdad alrededor de 20.000 hogares desde que comenzó la persecución en julio de 1999.
Tratando de mejorar
Un día en 2005, estaba tratando de encontrar la manera de entrar en un edificio de tres pisos que tenía tres puertas de seguridad electrónicas.
De repente recordé las palabras de Shifu:
"Al ver que ella se había vuelto loca y que siempre se iba de su casa, su familia la encerraba dentro de su cuarto. Tan pronto la familia se alejaba, ella simplemente apuntaba el dedo hacia la cerradura, la abría y salía de la casa". Atraer demonios al refinar gong Lección 6 de Zhuan Falun
Al día siguiente envié varias veces pensamientos rectos hacia las puertas electrónicas; por la noche regresé y empujé con fuerza a cada puerta y todas se abrieron. Entré en el edificio y distribuí el material de clarificación de la verdad que había llevado. Al compartir mi historia con algunos compañeros practicantes llevada por el apego de presumir, a la noche siguiente no pude abrir las puertas cerradas de otros edificios. Al mirar en mi interior, pude deshacerme de este apego.
El secretario adjunto del PCCh de un colegio pasó a mi lado una vez, pero no le hablé nada sobre Falun Gong porque di por sentado que no iba a ser capaz de aceptar lo que le diría. En el transcurso de los días siguientes, continué para verlo una y otra vez; lo tomé como un indicio de que a lo mejor estaba esperando a que yo lo salvara. Cuando por fin le hablé de Falun Gong, él renunció al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas.
Superando el ye de enfermedad
En abril de 2006, tuve de repente síntomas de tuberculosis. Me sentía muy débil, tosiendo todo el tiempo, tenía fiebre y sudaba mucho por la noche. Estaba seguro de que no era una enfermedad, así que envié pensamientos rectos y seguí haciendo las tres cosas como de costumbre. Unos 40 días más tarde, todos mis síntomas desaparecieron.
En Mayo de 2006, me encontraron un objeto en forma de una varilla en la parte superior del abdomen. Sentía un dolor agudo cada vez que reía, eructaba, tosía, o al hacer movimientos repentinos. La situación no mejoró a pesar de haber enviado pensamientos rectos durante varios días. Decidí ignorarlo y continué haciendo todo lo que tenía que hacer, igual que antes. Poco después, ya estaba bien.
En octubre de 2007, estando parado sobre una silla, perdí el equilibrio y caí al suelo sobre las baldosas de cerámica. A pesar de que mi mano izquierda se había magullado bastante, no pensé en ello y continué haciendo las tres cosas. Después de unas dos semanas ya me había recuperado completamente.
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2013/1/27/我活着的本身就是修大法的奇迹-268282.html
Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2013/4/22/139010.html
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