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Los practicantes eslovacos celebraron la llegada del Año Nuevo frente a la embajada de China en Bratislava. La luz de las velas iluminaba las banderas. Frente a ellas un grupo de practicantes hacían los ejercicios de Falun Gong.
Ellos querían hacer este encuentro simbólico para llamar la atención sobre Falun Gong, una práctica de cultivación de mente y cuerpo que ha beneficiado a millones de personas alrededor del mundo, pero que actualmente está prohibida en China, su país de su origen.
A pesar del alboroto que se desató con las celebraciones del Año Nuevo, cerca de la medianoche los practicantes se sentaron en meditación tranquila.
Cuando los practicantes hablaron con un policía de servicio en esa zona y le explicaron sobre las atrocidades de la extracción forzada de órganos en China, él dijo que era algo horrible y deseó Feliz Año Nuevo a los practicantes.
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