Hay dos lugares turísticos importantes en Noruega donde los grupos chinos suelen visitar. Uno de ellos es el ayuntamiento donde se entrega el Premio Nobel de la Paz y el otro es el Frogner Park. Yo iba a estos lugares para explicar los hechos sobre Falun Gong a los turistas chinos, pero no podía perseverar. Pensando que había muy pocos turistas para que valiera la pena ir.
El Maestro dijo:
"En el último Fahui yo mencioné que la aclaración de la verdad no puede ser floja en los sitios turísticos. Especialmente esos turistas que salen de China continental, definitivamente tienen que apuntar a ellos al aclarar la verdad. Por todos lados están haciendo esto, lo han hecho muy bien.". (Enseñando el Fa en el Día Mundial de Falun Dafa 2014).
Me di cuenta de que había diferencias entre los practicantes que se cultivaban diligentemente y yo. Así que el 27 de mayo de 2014, de nuevo comencé a esclarecer la verdad a los turistas chinos.
Eliminando los conceptos humanos
Pensé que no tendría ningún problema de hablar directamente a los turistas chinos ya que había pasado horas haciendo llamadas a China en la plataforma de llamadas telefónicas. En una ocasión, un grupo de turistas que había terminado de comer descansaba afuera del hotel. El guía turístico les estaba diciendo: "El partido comunista chino (PCCh) le está dando a Noruega un momento difícil porque Noruega concedió el premio Nobel de la Paz a un chino que no le gusta al PCCh". Me integre a la discusión.
Un turista dijo: "No estamos interesados en escucharte ¡vete!" Los otros turistas estuvieron de acuerdo con ella. Esa reacción me inquietó, así que empecé a enviar pensamientos rectos: "Elimina a todos los elementos del mal y comunistas que interfieren con los turistas para que puedan escuchar la verdad". Al poco tiempo, dos personas vinieron a escucharme pero no renunciaron al PCCh.
Me deprimí y abatida regresé a casa. Me pregunté cómo pudo esto suceder. Empecé a buscar en el interior y descubrí que tenía un apego a la competitividad. Hablando con la gente china en los lugares turísticos es muy diferente de hablar por teléfono. Al hablar por teléfono, no se puede ver la cara de la otra persona, por lo que es difícil que uno se incomode cualquiera que sea su reacción.
Hablar con la gente en los sitios turísticos es muy diferente. Mientras se habla con una persona, otras pueden rodearlo a uno y dar sus opiniones. La situación es más difícil de controlar. Algunos turistas lucen muy antipáticos. Esta es probablemente la razón por la que me sentía atacada y por qué mi apego a la competitividad explotaba; de seguro por eso empezaba a discutir con ellos. Consecuentemente, cuando el primer turista se negaba a renunciar al PCCh, los demás eran influenciados. Esto ocurrió varias veces y cada vez me lamentaba profundamente.
Un practicante me dijo que yo debería leer los "Nueve Comentarios sobre el partido comunista chino" y también Disolver la cultura del Partido antes de ir a los lugares turísticos. Leí los Nueve Comentarios tres veces y empecé a escuchar la grabación de Disolver la cultura del Partido. Me di cuenta de que mi competitividad tiene sus orígenes en la cultura del partido, al igual que mis sentimientos de desconfianza y recelo en torno a los turistas chinos.
Tenía miedo de que me maltrataran y ese miedo salía a flote cuando les esclarecía la verdad.
Una vez vi a una practicante mayor pedirle a un hombre de mediana edad que renunciara al PCCh. Ella le habló durante mucho tiempo, pero el hombre no aceptó a renunciar. Me acerqué a ayudar, pero el hombre comenzó a maltratarme verbalmente. No le devolví sus insultos, pero en mi mente no quedé tranquila.
Otro día, un turista hombre me insultó delante de otros turistas chinos. Mi corazón se conmovió un poco, pero ese sentimiento me afectó menos que antes.
Empecé a estudiar bien el Fa y a memorizarlo por las mañanas. Esto me ayudó mucho. Otros practicantes se unieron y nuestro medio ambiente mejoraba constantemente.
Cultivar mi mente
Me di cuenta de que si continuaba con el apego a la competitividad, eso significaba que estaría siguiendo los arreglos de las viejas fuerzas. Pero cuando controlé mi comportamiento, pude sentir el arreglo del Maestro.
Cuando posteriormente encontré a un grupo, varios turistas me hicieron preguntas pero no escuchaban mis respuestas. Antes, siempre levantaba la voz para atraer su atención, pero esta vez me di cuenta de que sería una manifestación de ser competitivo, así que me controlé. Un turista se acercó y dijo en voz alta: "Falun Gong es tratado injustamente y los practicantes son todos buenos. La persecución a Falun Gong es vil". Sus palabras sonaron como un trueno y los turistas inmediatamente se tranquilizaron. Una señora le preguntó si él también practicaba Falun Gong, a lo que el anciano respondió: "Yo no practico Falun Gong, pero conozco la verdad".
Se sentó en un banco y comenzó a leer el edición especial de La Gran Época que había sido preparado para los turistas chinos. Algunos de los otros turistas también tomaron la Gran Época y luego subieron al autobús. El anciano seguía sentado ahí leyendo el periódico. Le dije: "Su grupo está en el autobús. ¿Por qué sigue aquí?". Él dijo sonriendo: "Ese no es mi grupo, perdí al mío. Llamé al guía y él me dijo que me sentara aquí a esperar".
Me di cuenta de que se trataba de un arreglo del Maestro. El hombre me dijo que había trabajado como funcionario del gobierno, pero cuando era un cincuentón había dejado su posición. Él no quería ser igual que los demás funcionarios. Dijo que ya había renunciado al PCCh. Me di cuenta, de que en realidad él era diferente de aquellos que no habían renunciado.
Un secretario del partido renuncia al PCCh
El parque Frogner de Noruega es un lugar que los turistas chinos tienen que visitar, así que esperé en la puerta trasera del parque para hablar con ellos. Un hombre que llegó con un grupo de turistas estaba acompañado por una joven. El hombre parecía un jefe y la joven su secretaria. Cuando se acercaron a leer mi tablero informativo, yo le dije que él tenía la presencia de un jefe. Él dijo: "Sí, fui un secretario del partido durante mucho tiempo". Empecé a contarle la verdad sobre Falun Gong.
Inmediatamente dio un paso atrás y me preguntó: "¿De dónde eres?" Le sonreí. Él continuó: "No sirve de nada quedarse callada. Voy a tomarte una foto y encontraré la información sobre ti". Puso la cámara hacia arriba mientras hablaba. Yo seguí sonriendo y le dije: "No creo que usted haga una cosa así porque parece ser una buena persona".
Un grupo de turistas chinos nos rodeó. Empecé a contarles la historia del PCCh, cómo ha estado persiguiendo a Falun Gong y por qué los chinos deberían renunciar al partido. Miré al hombre y le dije: "Si usted es el primero en renunciar al PCCh, tendrá buena suerte".
El hombre se sentó en un banco y me escuchó hablar, pero se negó a renunciar. Le recordé el dicho entre muchos funcionarios de alto nivel del PCCh: "Los esfuerzos para acabar con la corrupción acabará con el PCCh y si sus funcionarios no trabajan para eliminar la corrupción, van a perder poder también".
Asimismo le recordé cómo el colapso de la Unión Soviética fue anunciado por el líder de su partido antes de que realmente ocurriera. "Algún día el líder del PCCh podría decir lo mismo", le dije.
El hombre y la mujer joven entonces decidieron renunciar usando los nombres alias que yo les había sugerido.
El guía turístico conmovido
Mientras repartía periódicos en la puerta principal de Frogner Park, llegó un grupo de turistas y yo empecé a hablar con ellos. Su guía me gritó: "¡No le hable a mis clientes!". Hizo pasar a los turistas delante mío sin parar.
Una señora caminando lentamente se me acercó. Ella tenía un problema con la pierna y el grupo la había dejado atrás.
Me di cuenta de que el Maestro había arreglado esto. Yo la tranquilicé y empecé a hablar con ella. Antes de que pudiera convencerla a renunciar al PCCh, me dijo que tenía que encontrar a su grupo. Caminó alrededor pero no lo encontró y se preocupó. De repente tuve una idea. Su grupo estaba probablemente en la puerta de atrás. Le dije que podía llevarla a la puerta de atrás.
Mientras caminábamos hacia allá, le seguí hablando para hacerle conocer la realidad. Finalmente, ella accedió a renunciar. Cuando llegamos, alguien le dijo que la habían estado esperando durante más de treinta minutos. El guía le preguntó: "¿Dónde has estado? Busqué dos veces en el parque sin encontrarte". Le expliqué la situación al guía. Él me reconoció y luego me dio las gracias. Otras personas del grupo también me dieron las gracias y luego subieron al autobús.
Sostuve bien alto el tablero que decía "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Los turistas me saludaban desde el autobús. Espero que la próxima vez, el guía no impida a los practicantes de Falun Gong hablar con sus clientes.
Un turista chino dice: "¡Falun Dafa es bueno!"
Algunas veces practiqué la meditación cuando no había turistas chinos en el parque. Me sentaba al lado del tablero informativo que llevaba conmigo. En dos ocasiones, mientras estaba sentada meditando, oí una voz decir: "Falun Dafa es bueno". Quedé maravillada y sentí que los seres conscientes estaban despertándose.
Durante más de tres meses ayudé a los turistas chinos a renunciar al PCCh y hablé con ellos acerca de Falun Gong en los lugares turísticos. Mis apegos a la competitividad, al miedo y otros elementos de la cultura del partido fueron eliminados y he aprendido a ser más benevolente.
Esclarecer la verdad en lugares turísticos me ha ayudado a estudiar el Fa bien y a tener fuertes pensamientos rectos relacionados a la salvación de más personas. Encontré la capacidad de cultivar nuevamente tal como lo hice al principio de mi cultivación.
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2015/1/17/景点讲真相让我修炼如初-303246.html
Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2015/2/5/148233.html
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