El estudiante de Derecho vino a aprender los ejercicios a pesar de la lluvia |
Cuando hacíamos el quinto ejercicio, la meditación, oíamos afuera un ruido de risas y juergas. Eran cinco jóvenes marroquíes de unos 14 o 15 años que estaban observándonos curiosamente. Un practicante se levantó, le entregó un folleto a cada uno y les indicó educadamente que no hicieran tanto ruido. Ellos se mantuvieron en silencio. Al final de la práctica, descubrimos que estos jóvenes seguían allí observándonos. En este momento paró de llover, los jóvenes vinieron hacia nosotros y nos expresaron sus deseos de aprender los ejercicios. Aparentemente parecían estar más bien de juerga y con poca seriedad, los practicantes pensaron que sólo estaban bromeando y no les enseñaron inmediatamente pensando que se marcharían pronto. Sin embargo ellos se quedaron fielmente pidiendo a los practicantes que les enseñaran los ejercicios. Al principio, no estaban muy concentrados en los ejercicios pero los hacían cada vez mejor hasta llegar al quinto, la meditación, sorprendentemente uno de ellos pudo cruzar las dos piernas de una sola vez y aguantó hasta el final a pesar del dolor.
Los jóvenes aprendiendo los ejercicios |
Al verles aprender los ejercicios tan esmeradamente, fuimos conmovidos, porque a través de ellos, pudimos descubrir los sentimientos de desprecio de la gente común que todavía mantenemos y la insuficiencia de benevolencia en nuestra cultivación. No importa cuán influenciados estén ellos por la sociedad ni tampoco sus malas costumbres y conceptos, no debemos despreciarlos. Recordamos que antes de obtener la Ley tampoco éramos mucho mejores, sin embargo, el Maestro no nos despreció, nos ha llevado hasta hoy, paso a paso, agotando todos sus esfuerzos.
La última parada de nuestro viaje: Valencia |
Valencia (la tercera ciudad más grande de España), es una preciosa ciudad costera del Mediterráneo, también es la quinta parada de nuestro viaje. Al atardecer fuimos a la playa, donde hay especialmente más turistas. La suave luz del sol al ocaso doraba todo el paisaje. Un señor anciano estaba sentado en un banco mirando nuestra pancarta donde pone las palabras Verdad, Benevolencia, Tolerancia, una brillante sonrisa se dibujaba en su cara, con el reflejo de la suave luz, parecía todavía más hermosa. Esta mirada era una esperanza y un anhelo de los seres benevolentes a las Verdades del universo dentro de un mundo tan agitado. El anciano dijo sinceramente a los practicantes: Mira esta sociedad, está cada vez peor, la gente verdaderamente necesita la Verdad, Benevolencia, Tolerancia.
La pancarta de Dafa con letras rojas y perfiles de color oro, la exposición fotográfica y los hermosos ejercicios de los practicantes atrajeron la mirada de muchos turistas, tanto ancianos como adultos o niños, todos miraban atentamente La compasión y armonía reflejada en los cultivadores de Dafa influyó a todos los seres benevolentes del alrededor. Mucha gente nos elogió y pidió los folletos voluntariamente para saber qué es Dafa. Algunos turistas españoles, cuando recibieron los folletos, exclamaron: ¡Mira! Falun Gong, ¡Qué bien! En la conversación supimos que ellos ya sabían de Falun Gong y nos preguntaron como contactar para aprender los ejercicios.
Allí, también encontramos algunos chinos. La mayoría recibió los materiales de clarificación de la verdad con mucho gusto. Pero hubo dos jóvenes de veintitantos años que criticaron agudamente a Dafa y dijeron palabras de poco respeto hacia el Maestro. Un practicante les explicó pacientemente los grandes puntos sospechosos y fallos en la auto inmolación de Tiananmen. También les contó que el principal responsable de la persecución a Falun Gong, el asesino Jiang Zemin, es querellado por varios países occidentales. Poco a poco, sus dudas y los obstáculos fueron resueltos. Cuando vieron a tantos practicantes occidentales haciendo los ejercicios, les parecieron increíbles. El practicante les comentó que entre los que practican Falun Gong, muchos son excelentes profesionales y estudiantes. Más tarde, sus corazones fueron completamente sensibilizados, los pensamientos benevolentes les cambiaron la actitud, fueron más amables y cuando mencionaban al Maestro, le llamaban como el Señor Li. Demostraron sinceramente su apoyo a Dafa y nos desearon suerte. Además, se preocuparon por nuestra seguridad. Uno de ellos había sido monje budista y nos prometió estudiar atentamente el libro Zhuan Falun.
En el segundo día de estancia en Valencia, fuimos a un parque a practicar los ejercicios. Vinieron todas las personas que nos prometieron venir el día anterior en la playa. Aprendieron esmeradamente los cinco ejercicios. Algunos nos comentaron que la noche anterior ya habían estado leyendo Zhuan Falun en la página Web de Falun Dafa. Al mismo tiempo de sentir alegría por la gente que ha tenido la suerte de obtener Dafa, también recordamos que todavía hay mucha gente predestinada que no ha oído ni ha encontrado a Dafa. Por eso tenemos la determinación y la responsabilidad de persistir en ello diligentemente.
Versión en chino disponible en: http://www.yuanming.info/articles/200309/24154.html
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