Una vez fui un joven discípulo de Dafa, pero, me perdí en la sociedad común por algunos años. Sin embargo, gracias a la protección del Maestro y a las llamadas de mis compañeros practicantes desperté y reanudé mi práctica de cultivación en Dafa hace un año.
Todavía recuerdo el precioso instante cuando retorné a Dafa. Cada vez que me iluminaba en un principio de Dafa, me llenaba de alegría, emoción y de arrepentimiento por todo lo que había perdido al haber dejado el camino de mi cultivación mientras crecía y maduraba. Pasaba cada minuto del que disponía inmerso en el Fa, invertía todo mi tiempo en estudiar el Fa, aún así yo deseaba estudiar más. Después de este período inicial, me di cuenta que me estaba costando mucho mantenerme firme en mi cultivación. Varios apegos comenzaron a salir y aflorar. Si no me mantenía firme en el estudio del Fa, no podría aprender a superar estos apegos.
Algunas veces, aún cuando sabía que era algo que tenía que superar, me quedaba en el medio pensando y dudando si quería ser un ser humano común o si deseaba obtener la divinidad. Había un gran motivo detrás de todo eso: mi apego a la comodidad y a la facilidad.
Los padres de nuestra generación han sufrido durante años la confusión de los movimientos políticos y de la resistencia y lucha.
Nos han dado todo su amor, para prevenir que la sociedad nos haga daño. Yo crecí bajo este tipo de indulgencia y con pocas dificultades que superar, por ello era muy propenso a darme por vencido al toparme con el mínimo obstáculo.
Ahora estoy en la universidad y superar las dificultades se ha convertido en un hábito.
En el pasado cuando mi madre me decía que estudiase el Fa o practicase los ejercicios, mi primera reacción era que es muy difícil y agotador. Perdí demasiado tiempo, por eso ahora se hizo muy difícil romper con ese hábito. Cuando era la hora de practicar los ejercicios, al inicio pensé que lo mejor era poner una hora fija cada día. Como mi horario cambiaba cada día, decidí que el mejor momento era antes de medianoche, cuando enviaba los pensamientos rectos. Pocos días después, decidí que como mis compañeros de habitación estaban estudiando a esa hora, yo no podría permanecer tranquilo con facilidad. Así que intenté por pocos días hacer los ejercicios después de enviar los pensamientos rectos.
Posteriormente pensé que tal vez podía hacer los ejercicios cuando los otros salían a hacer sus ejercicios matutinos, pero no lograba despertarme a tiempo. Cuando sonaba la alarma, yo simplemente la apagaba. Incluso comencé a no enviar los pensamientos rectos de las 6 h. Luego conseguí otras excusas: Necesitaba dormir un poco más para evitar quedarme dormido en clase y también que estaba haciendo mucho frío o mucho calor. Así que no hacer la serie de los cinco ejercicios se volvió mi rutina y practicarlos de vez en cuando era una excepción. En resumen, mi espíritu primordial se rehusó a hacerse cargo.
Esta aversión a las dificultades también invadió mi vida diaria. Por un tiempo, me quedé dormido en clase, pero como mis notas todavía eran bastante buenas, desarrollé un apego a lucirme, diciendo: “Miren, puedo obtener mejores notas que otros, mientras duermo en clase, he podido hacer esto desde que era un niño”. Ahora al mirar dentro de mí, me he dado cuenta de que la sabiduría que Dafa ha depositado dentro de mí es para validar el Fa y salvar a los seres conscientes y que equivocado estaba cuando me lucía y me jactaba de mi inteligencia.
Este apego de lucirme se había mezclado con mi debilidad por la comodidad y la facilidad. Dormía hasta el mediodía durante los fines de semana, comía entre comidas y perdía el tiempo mirando la televisión. Me aproveché de que mis compañeros de habitación y de clase estaban haciendo más o menos lo mismo, así que me vi a mí mismo como una persona común. Ha sido muy duro romper con esta costumbre.
Otra manifestación de mi apego a la comodidad y a la facilidad fue que comencé a buscar atajos, si bien es cierto que comprendía que debía sentarme recto cuanto estaba estudiando el Fa para demostrar respeto al Maestro y al Fa, no podía mantener la posición por mucho tiempo. Intenté enviar pensamientos rectos como una imposición en vez de como un deber. También fallé al no tratar de recuperar el tiempo perdido, cuando se me había pasado el tiempo o se me había hecho tarde.
Incluso desarrollé una protección de varias capas sobre mi apego a la comodidad y a la facilidad, pronto dejé por completo de mirar dentro de mí para hacerle frente. Pensé que mi apego formaba parte de mi forma de ser y para defenderlo me negué a discutirlo con otros.
Cuando reflexioné en profundidad, vi que mi apego a la comodidad y a la facilidad era causado por mi apego a ser un humano en vez de seguir por el camino de la cultivación-refinamiento. Solía admirar a las personas del pasado que vivían en montañas remotas, lejos de todos los conflictos mundanos. Ese era mi entendimiento de la cultivación cuando comencé a aprender Dafa. Ahora se había convertido en una barrera en mi cultivación ¿Realmente intentaba yo regresar a mi verdadero yo? ¿Realmente intentaba yo ayudar al Maestro en la rectificación del Fa?. Me temo que no. Porque no me había dado cuenta de la importancia de las enseñanzas del Maestro y de practicar las tres cosas (three things) con seriedad, hechos de los que se valieron las viejas fuerzas para entrar en mi mente y llenarla de quejas sobre cada pequeño obstáculo con el que me tropezaba en el camino de mi cultivación.
Por un período de tiempo, una voz seguía gritando el nombre del Maestro en mi mente, al intentar eliminarla, no lo logré hasta que me di cuenta que eran mis propias brechas las que fomentaban este tipo de pensamiento maligno de querer eliminarlo. Abusé de la compasión ilimitada del Maestro, lo que como mínimo debe ser considerado una falta de diligencia de mi parte. Sin embargo, desde una perspectiva más seria, al tratar de adaptar el Fa a mi estilo de vida cómoda estaba alterando y combatiendo el Fa. Fue la compasión del Maestro la que me concedió muchas oportunidades para rectificar, aún así actué como las personas de otras religiones, quienes tomarían a Dafa como instrumento para alcanzar sus propias metas.
En el pasado, nunca pensé que podía tener una pobre cualidad de iluminación cuando el Maestro dijo:
“...Por eso, en el pasado se decía que aquello que la gente no ve, no lo reconoce. En el mundo de la cultivación-refinamiento, a través del tiempo, se ha considerado que este tipo de gente no tiene buena cualidad de iluminación, que está engañada por las imágenes falsas de la gente común y perdida entre la gente común”. (Zhuan Falun)
Yo pensaba, que creía en todo lo que el Maestro había dicho. Ahora me doy cuenta de que mi pereza y el incumplimiento con mi parte de una responsabilidad era un síntoma de mi fracaso, en creer completamente que estamos en un tiempo en el que:
“Los Cielos llenos de ojos están,
Todos los dioses están enfocados”
(“Observen bien”, Hong Yin II)
Me apegué tanto a la comodidad y a la facilidad que confundí este mundo como mi destino final. Cuando el Maestro habla de las grandes responsabilidades de los Dafa dizi, he fallado una y otra vez en asumir mi parte de responsabilidad por temor a enfrentar las dificultades.
Escribir esto y reflexionar sobre mis apegos es el primer paso para reanudar mi estado de cultivación.
De ahora en adelante seguiré las enseñanzas del Maestro, dedicaré más tiempo al estudio del Fa, reforzaré mis pensamientos rectos y dejaré que estos me guíen. No buscaré comodidades ni facilidades y me rehusaré a aprender cualquier cosa que esté fuera del Fa. Despertaré y asumiré las solemnes responsabilidades que debemos enfrentar y así poder evitar el interminable remordimiento que de otra manera experimentaría en el futuro.
Versión en chino disponible en: http: //www.minghui.org/mh/articles/2011/3/31/年轻大法弟子莫为安逸心所毁-238310.html< /a>
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/4/13/124378.html
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