Petición firmada por 300 ciudadanos del pueblo de Zhoutun, del poblado de Botou en la provincia de Hebei, llamando a la liberación del practicante de Falun Gong Wang Xiaodong y quebrantando el círculo de los altos dirigentes chinos. (La Gran Época) |
Los abogados chinos y la opinión pública están cada vez más dispuestos a oponerse al PCCh por el caso de los practicantes de Falun Gong perseguidos por las autoridades, después del incidente en la provincia de Hebei, durante el cual 300 ciudadanos han firmado con sus nombres una petición pública, apelando por la liberación de un ciudadano detenido.
Wang Xiaodong, profesor del pueblo de Zhouguantin, cerca de la ciudad de Botou, provincia de Hebei, fue detenido en febrero pasado por unos agentes vestidos de paisanos, quienes descubrieron unos CD con información sobre Falun Gong y su persecución. También le robaron 20.000 yuanes (más de 2.500 euros). Su madre, de edad avanzada y su hijo de 7 años, han sido abandonados a su propia suerte.
Después de la detención, 300 ciudadanos firmaron con sus nombres y pusieron sus huellas dactilares en una petición en la que reclamaban la liberación de Wang. Pero poco después, los ciudadanos recibieron de vuelta la orden con su declaraciones y fueron víctimas de la represión de las autoridades, aparentemente bajo el mando del poderoso Comité de asuntos políticos y legislativos.
El abogado de Guangdong, Tang Jingling, declaró por teléfono a La Gran Época: "El incidente era una lucha entre el bien y el mal". "En términos políticos o legales, se trata de la instauración de la libertad y de la democracia", añadió.
Según Tang y otros abogados, el público chino está cada vez más dispuesto a levantarse contra los abusos a los derechos humanos, en particular, de aquellos que apuntan a la práctica de Falun Gong, también conocida bajo el nombre de Falun Dafa, cuyos adherentes abrazan los valores de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Los practicantes de Falun Gong están siendo perseguidos en China desde julio de 1999.
Un abogado de Beijing, que desea quedar en el anonimato, explicó el viernes a La Gran Época, que él estaría dispuesto a aceptar el caso de Wang, si le fuera entregado.
Declaró que además de la reacción pública de los ciudadanos para defender al practicante de Falun Gong, el caso de Wang Xiaodong no es único. Numerosos practicantes de Falun Gong han sido condenados ilegalmente, porque el fiscal y los jueces presentaron acusaciones inventadas o con bases legales dudosas; en otros casos, las pruebas son aparentemente fabricadas por la policía. La mayoría del tiempo, el sistema legal no fue seguido y los practicantes de Falun Gong fueron mandados directamente a centros de lavado de cerebro o a campos de trabajo forzado.
El abogado añadió que había condiciones positivas en el caso Wang, porque la petición de los ciudadanos dio una luz desfavorable sobre los funcionarios locales del Partido comunista Chino (PCCh). También se sabe que existen informes demostrando que en los escalones superiores del PCCh, incluidos unos miembros del politburó, volvieron a discutir sobre el argumento de origen de la campaña política contra Falun Gong.
Sin embargo, el abogado declaró que la Procuraduría Suprema del Pueblo, la más alta instancia legal en China, había devuelto el caso al cuartel de policía de Botou por falta de evidencias.
El responsable gubernamental local, Liu Yan, el día sábado, se aseguró por teléfono que el caso había sido devuelto a la oficina de policía de Botou por falta de evidencias.
Para Wang y su familia, eso podría ser una situación favorable, declaró el abogado de Beijing, porque su familia puede pedir que él sea liberado bajo fianza. El abogado añadió que existía una fuerte probabilidad que Wang pueda ser liberado, porque es una oportunidad para los responsables del cuartel de policías, de salvar su reputación frente a los ojos de la opinión pública.
Wang podría también ser blanqueado sin más sospechas, pero según el abogado, eso sería una hazaña mucho más difícil de lograr.
La Gran Época llamó al gobierno de Botou y los responsables locales declararon que ellos considerarían la petición de los ciudadanos.
Pero, según la gente de la localidad que La Gran Época entrevistó, el régimen posteriormente acosó a los ciudadanos que firmaron la petición.
Nota del Editor: Cuando el antiguo jefe de Policía de Chongqing, Wang Lijun, se refugió en el consulado de Estados Unidos en Chengdu, el 6 de febrero de 2012, se levantó una tormenta política que nunca se ha calmado. La batalla entre bastidores gira en torno a la posición que los del poder han adoptado en relación con la persecución a Falun Gong. La facción con las manos ensangrentadas, de aquellos que el antiguo dirigente del PCCh Jiang Zemin promovió para poner en marcha la persecución a Falun Gong, intentan huir de sus responsabilidades en los crímenes y a continuar con su campaña. Otros se niegan a seguir participando en ella. Los acontecimientos ofrecen una elección clara a los responsables y a los ciudadanos de China, como a la gente del mundo entero; apoyar u oponerse a la persecución de Falun Gong. La historia se acordará de la elección que tomó cada persona.
Versión en chino disponible en: http://www.epochtimes.com/gb/12/5/27/n3598383.htm
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