Yo vi que mi madre estaba teniendo dificultades para respirar. Un tubo de oxígeno fue introducido en su nariz y un tubo para descargar fluidos fue puesto en su mano. Ella tenía expresiones de dolor en su cara y tenía que tomar muchos medicamentos diariamente. Aunque trabajó mucho por sus hijos durante toda su vida, tenía que tolerar tal tormento en el momento de morir.
Al pensar en todo esto, no pude retener mis lágrimas. Yo esperaba sinceramente que mi madre se recuperara, o por lo menos que supiera más de los profundos principios acerca de la vida de modo que ella pudiera obtener paz interna. Le pedí que se pusiera mis audífonos y que escuchara las cintas de audio de la Charla en Jinan del Maestro Li Hongzhi. Al escuchar, su expresión de dolor desapareció gradualmente, y su cara se relajó. Repetidamente murmuraba: ¡Muy bueno, muy bueno!
Yo observé los cambios en mi madre y estaba muy contento, de modo que continué haciéndola escuchar cada día más cintas de audio de la serie de charlas de 9 días. Una semana después su salud espiritual y física estaban mucho mejor y ya no necesitaba oxígeno. Mi madre no quería seguir en el hospital, entonces dijo: Anda a decirle al doctor que yo quiero dejar el hospital, y quiero ir a casa. Entonces fui y le pregunté al doctor si mi madre podía irse.
El doctor estaba en desacuerdo. El dijo: Tu madre aún no ha pasado el período más peligroso y ahora quiere abandonar el hospital. ¿Te das cuenta cuán seria es su enfermedad? ¿Te atreves a firmar el papel? [Un documento que declara que las personas que firman asumen la responsabilidad total de las consecuencias resultantes de sus acciones]. Cuando oí esto, dudé tomar una decisión ya que no lo había conversado con otros miembros de la familia. Entonces yo dije: Tendré que hablarlo con otros de la familia. El doctor dijo: Está bien si ella quiere irse del hospital, pero nosotros sólo podemos dar nuestro consentimiento si obtenemos un buen resultado del examen.
La salud de mi madre mejoraba día a día. Ella insistía en dejar el hospital. Le pregunté a mis hermanos, hermanas y otros parientes y ellos también esperaban sacar a mamá del hospital. Entonces, fui al doctor de nuevo. Él también percibió los cambios en mi madre y dijo que decidiría cuando tuviera los resultados del examen de rayos X.
Cuanto salieron los resultados del examen, el doctor estaba muy sorprendido. El tejido de cáncer, que antes se había extendido hasta los pulmones, ahora había desaparecido. Los rayos X de los pulmones estaban limpios y las protuberancias cancerosas habían desaparecido. Los rayos X también parecían normales y sólo en el área rectal existía una protuberancia endurecida. Entonces, el médico jefe estuvo de acuerdo en que se fuera.
Nuestra madre se fue a casa y pudo sentarse, entonces comenzó a hacer la meditación sentada [el número cinco de los ejercicios de Falun Gong]. Dos meses después de dejar el hospital, ella ya había aprendido los cinco ejercicios e incluso podía caminar hasta el sitio de práctica para reunirse con el grupo para hacer los ejercicios. El tercer mes ya podía incluso cocinar para nosotros. Los miembros de la familia y los vecinos pudieron ver los cambios en mi madre, y todo ellos decían: Un cambio tan tremendo en esta anciana mujer. Falun Gong es realmente bueno. Muchas personas comenzaron a practicar Falun Gong.
Más tarde, Jiang Zemin y sus seguidores ordenaron la persecución de Falun Gong. El entorno había cambiado y mi madre ya no podía ir al sitio de práctica. Los miembros de la familia pensaron que mamá se había deshecho de su enfermedad y que no hacía énfasis en estudiar el Fa y en hacer los ejercicios; más aún, era muy difícil para mamá hacer los ejercicios sola.
Su antigua enfermedad apareció nuevamente y tuvo que ir a la cama. Muy cansada, tuvimos que enviarla otra vez al hospital. Cuando llegamos al hospital mamá no quiso entrar. Ella dijo: Todos estos años he atravesado estas puertas muchas veces, he sufrido muchísimo y aún así mis enfermedades sólo han empeorado. Es Falun Dafa quien ha salvado mi vida. En vez de ayudarme a estudiar el Fa y a hacer mis ejercicios, nuevamente ustedes muchachos me mandan a este hospital. No puedo atravesar estas puertas.
Nos avergonzamos. Ella tenía la razón. Con ejercicios de cultivación así de buenos en vez de ayudarla a aprenderlos, nosotros sólo atinamos a enviarla al hospital. Tenemos un entendimiento del Fa tan pobre.
Nosotros regresamos inmediatamente a casa. De ahí en adelante, puntualmente, dejamos que mamá escuchara las cintas con las charlas cada día y la acompañábamos cuando hacía la meditación sentada. Mamá estaba muy contenta. Al pasar del tiempo, mamá se mejoró.
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