Mi conciencia me prohíbe de continuar guardando silencio

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Du Daobin es un escritor originario de la provincia de Hubei en China. Ha publicado numerosos artículos de ultramar estos últimos años sobre cuestiones políticas de la China actual.

Hace unos cuatro años, comía a menudo con el director adjunto de una empresa de estado que se encargaba de los asuntos del partido [comunista] (me permito no mencionar su nombre para evitarle problemas innecesarios debido a la atmósfera política de la China continental). Hay más de 1.000 miembros del personal en su empresa y entre ellos hay tres practicantes de Falun Gong. Le asignaron a ocuparse del asunto Falun Gong en la empresa en comunicación directa con la oficina 610' [1] del departamento político y judicial. Una de sus mayores responsabilidades era impedir a los tres practicantes de Falun Gong que fueran a protestar.

[1] La 'Oficina 610' es una agencia especialmente creada para perseguir a Falun Gong y tiene un poder absoluto sobre cada nivel de administración del partido [comunista] y todos los demás sistemas políticos y judiciales.
Si conseguían escaparse, su trabajo era de traerlos y de "cuidarlos” bien. Al principio él no hacía este trabajo con seriedad y como no quería ofender a la gente, los "educaba haciendo uso de la crítica" y de la persuasión. Los tres practicantes de Falun Gong pudieron escaparse en dos ocasiones. Debido a eso fueron criticados severamente y recibieron una seria advertencia. Durante una reunión, el jefe del comité municipal del partido le informó que si los practicantes de Falun Gong conseguían escaparse una sola vez más, incluso si sólo uno de ellos escapara, él sería relevado inmediatamente de sus funciones.

Como este director era aún joven, no quería ni perder su carrera ni perder prestigio en su trabajo, con el fin de realizar sus ambiciones. ¿Pero cómo podía estar seguro de que podía impedir la evasión? Nos dijo: "He tomado una decisión. He dicho claramente a los practicantes de Falun Gong y también a mis subalternos que si se escapaban, no importara cual de ellos, clavaría sus pies a un pedazo de madera". Lo que él dijo me hizo erizar el cabello. Le dije: “¿Es realmente la manera correcta? Es ilegal". Él respondió: "¿Quién se preocuparía?" Como habíamos sido camaradas de clase lo conocía bien. Venía de un medio rural y era relativamente agradable y honesto. Le pregunté por qué trataba a la gente de esa manera y me respondió: "No tengo alternativa. Estoy forzado a hacerlo."

Tres años antes, justo antes del festival de primavera, la persecución de Falun Gong se intensificó a escala nacional. Me enteré por él y otras fuentes que los departamentos de varios lugares estaban adoptando una política de control riguroso con el fin de impedir a los practicantes de Falun Gong que fueran a protestar durante el período de las festividades. Era también para él un momento crítico por su promoción y si algo iba mal, más de 10 años de trabajo serían echados por la borda. Cuando comíamos afuera, si alguien proponía un partido de “mahjong”, él no aceptaba y decía que debía estar en el trabajo para controlar a los practicantes de Falun Gong.

Me preocupaba que los practicantes de Falun Gong pudieran ser tratados ilegalmente pero me costaba mucho trabajo decirlo abiertamente. Entonces le pregunté indirectamente: "¿Tienes tú el derecho de matarlos?" "¡No! Mientras no se escapen", le pregunté nuevamente: "¿Tienen ellos miedo de la muerte?", "Son tan testarudos que no tienen miedo de la muerte", me respondió. “¿De qué más podrían tener miedo?, sabes, ni siquiera las divinidades ni los espíritus pueden hacer doblegar a aquellos que ya no tienen miedo a la muerte. Tu lugar de trabajo no es una organización política, por lo tanto no seas tan duro con ellos. Debes ser prudente de lo que haces si no ellos esperarán a que llegue el momento propicio para reclamarte lo que les debes. No te arriesgues. Un día su situación difícil podría cambiar y ellos entonces se encargarán de ti y tú deberás asumir todas las responsabilidades. Tú sigues de cerca a las autoridades superiores por una posición así poco elevada. ¿Quién asumiría las responsabilidades adjudicadas a ti cuando la situación cambie? Pues, escúchame, sé más compasivo hacia la gente cuando lo puedas y no les hagas sufrir demasiado". Me escuchó en silencio durante un largo momento. No sé si lo que le dije tuvo un efecto sobre él, pero a continuación ya no mencionamos el tema de Falun Gong.

Nunca hubiera creído que fuera posible forzar a una persona de naturaleza amable y honesta a utilizar una tortura cruel sobre la gente sólo porque estas personas querían ir a apelar, si no lo hubiera escuchado con mis propios oídos. Es a causa de esta experiencia personal y porque oí y vi tal suciedad en el sistema judicial que al leer los documentos siguientes creí fácilmente en su autenticidad.

"La detención a escala nacional de los practicantes de Falun Gong comenzó la medianoche del 20 de julio de 1999". "Hasta el presente, 754 practicantes que han sido identificados han sido torturados a muerte, mucho de ellos sucumbieron de muerte a las sangrientas matanzas en los campos de trabajo y las prisiones". Debido al bloqueo hermético de la información de parte del régimen de Jiang, estos casos no son más que la punta del iceberg". Según estadísticas incompletas, Jiang Zemin empleó al ejército y a la policía para golpear a los practicantes de Falun Gong en pleno día, incluido personas mayores, mujeres, mujeres embarazadas y niños. Los practicantes de Falun
Gong que son perseguidos actualmente (incluidos aquellos que se encuentran dispersos debido a la policía, batidos, apresados ilegalmente, interrogados) ascienden a más de 300.000 personas en todo el país.

¿Violaron estas 754 personas la ley? Pero si así lo hubieran hecho, ¿debieron realmente haber sido tratadas de manera tan inhumana? Puedo decir con certeza que la mayoría de ellos son inocentes y que fueron víctimas de una conspiración política. La oficina 610 no puede escaparse de su responsabilidad en el hecho de que estas personas murieron de manera tan trágica ante nuestros ojos como es el caso de Sun Zhigang [2]. Según la misma fuente de información la “oficina 610” aplicó esta política para perseguir a Falun Gong: "difamar su reputación, arruinarles financieramente y destruirlos físicamente". Más tarde, se añadieron otras instrucciones más específicas: "La ley no se aplica cuando se trata de practicantes de Falun Gong", y "la muerte de los practicantes perseguidos no representa mucho y debe contarse como suicidio; los cuerpos deben ser incinerados directamente inclusive sin que la persona sea identificada". Para las personas como nosotros familiarizadas con lo que pasó durante "la revolución cultural" y el tratamiento inhumano que la gente sufrió durante el movimiento del control de la natalidad como por ejemplo, "si tú ves a una persona beber veneno para suicidarse, no le quites el veneno"; si ves a una persona que se cuelga, no le cortes la cuerda", nosotros tenemos todos la razón de creer que todo lo que se menciona más arriba es completamente verdadero."

Durante estos cuatro últimos años, debido a que creí a ciegas a la propaganda del gobierno que difamaba a Falun Gong y porque tomé una actitud indiferente frente a Falun Gong, yo no prestaba atención a los sufrimientos inhumanos que estaban soportando y guardé silencio mientras ellos eran perseguidos- lo que significa que indirectamente yo conspiré con el régimen autoritario. Ahora de golpe he visto su situación trágica; he visto que el mal se ha convertido en realidad y que ha continuado a extenderse. Esto me ha impactado grandemente, mi corazón y mi conciencia están llenos de culpabilidad.

Siento que debo romper el silencio y quisiera hacer un llamamiento a los círculos intelectuales y a la gente que se conecta al Internet: ¡Ustedes los chinos que tienen aún corazón y que continúan en silencio, despierten! Mientras ustedes se mantenían callados, el espíritu nazi regresó y usurpó el poder de nuestro gobierno para matar a sus compatriotas con medios inhumanos. ¡Nos ha llegado la hora de actuar! ¡Es el momento de ofrecer nuestra ayuda a las víctimas! ¡Hablar para apoyar a aquellos infelices que tienen los mismos derechos cívicos que nosotros! Digan "no" a esta enorme alimaña, ya es hora de que pongamos fin a este error judicial.

[2] El señor Sun Zhigang no era practicante de Falun Gong. Era un diseñador de moda, fue detenido solo porque no tenía sus papeles de identidad. Más tarde, por razones desconocidas el señor Sun fue golpeado y torturado mientras se encontraba en la estación de policía. Luego cuando sus amigos llamaron para saber donde él se encontraba, les respondieron que estaba en el hospital. El informe médico pone de manifiesto que estaba ‘tranquilo’ en el momento de su admisión y que durmió la mayor parte del tiempo durante su estadía en el hospital. Sin embargo al día siguiente, sus amigos fueron comunicados de su muerte a raíz de un "ataque al corazón". Cuando periodistas valientes llegaron a saber de este caso, hicieron en secreto una investigación tomando grandes riesgos. La autopsia reveló que su muerte se produjo debido a serias heridas internas después de haber sido golpeado durante las últimas 72 horas. Había también evidencia de quemaduras sobre sus hombros y sus rodillas. Cuando esta historia apareció a todas luces, la policía local lo negó todo. Sin embargo, cuando esta historia se publicó en internet, mucha gente decidió publicar sus propias historias en las cuales miembros de sus familias y amigos habían sido violados, golpeados e incluso asesinados durante su detención. El caso del señor Sun no es más que la punta del iceberg.

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