En el laberinto del comercio y brillantez de la Navidad, mis pensamientos van hacia los que están en los campos de reeducación por el trabajo en China. Hay por lo menos cien mil practicantes de Falun Gong detenidos allí. Mientras mi esposa y yo nos entremezclamos en la multitud de compradores de Navidad, me pregunté cuántas de las cosas en esas tiendas fueron hechas en parte o totalmente por practicantes de Falun Gong, activistas de democracia, cristianos clandestinos y otros.
Según la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Gong (WOIPFG) y la Fundación de Investigación Laogai (Laogai Research Foundation), China tiene un sistema de campos de trabajos forzados establecido bajo la era de Mao que hoy sigue altamente operativo. El sistema de reeducación a través del trabajo se ha convertido en una herramienta sumamente efectiva en los últimos cincuenta años, usados por el régimen totalitario del partido comunista chino (CCP) para violar sus propias constituciones y posicionarse por encima de todas las leyes para oprimir personas chinas y disidentes. Actualmente, China tiene un vasto sistema de campos de trabajos forzados y quizás sea el sistema de castigo más secreto y ampliamente temido en el mundo. (1)
En 2001, el número de practicantes de Falun Gong enviados a campos de reeducación por el trabajo fue calculado en por lo menos 100.000. Por la forma secreta del sistema es imposible saber cuantos todavía están vivos, cuántos más están siendo detenidos o aun dónde están. Los testimonios de practicantes de Falun Gong de ultramar que fueron enviados a los campos de trabajos y después liberados, describen días de trabajos forzados durando más de 15 horas, insuficiente comida y sueño, la falta de instalaciones sanitarias y frecuentemente condiciones de trabajo arriesgadas. Fueron expuestos a productos químicos venenosos dejándolos con manos hinchadas y aun causando ceguera. Ningún guante ni equipo protector les fueron provistos. Los que estuvieron expuestos a productos químicos peligrosos recibieron instrucciones de darse una ducha al final del día a menos que fuesen practicantes de Falun Gong, que no tuvieron permiso para darse una ducha después de estar expuestos a productos químicos venenosos.
Algunos ejemplos de productos fabricados en campos de trabajos de reeducación son juguetes, equipo de deportes como pelotas, palillos, cepillos, té, pesticidas tóxicos y partes de maquinaria. Los campos de trabajos también proveen gratuitamente labor para peligrosas minas de carbón y grandes proyectos de construcción peligrosos. El periodista Bill Savadove del South China Morning Post informó el 9 de diciembre de 2002 que las prisiones vecinas de la ciudad Fuling suministraban el trabajo para el proyecto de la Represa Tres Gorjas.
Algunas de las cosas que compramos durante la Navidad pudieron haber sido hechas por personas que son forzadas a trabajar sin paga en condiciones atroces y denuncian sus creencias, quienes son humilladas y torturadas cuando no trabajan duro. En los lugares dónde estas cosas son hechas, las personas inocentes han sido torturadas a muerte.
En casa mi esposa cocinó una cena sencilla. Mientras nos sentamos a cenar discutimos un caso que conocemos sobre palillos. Hay una compañía que importa palillos de bambú de China. Algunas veces en las cajas empacadas con nitidez se encuentran adentro notas pequeñas de las personas que los hicieron. Quieren que nosotros sepamos que están hechos en un campo de reeducación. Ellos simplemente quieren que nosotros lo sepamos.
(1) Ref: "LAOGAI Handbook", Wu Hongda, Laogai Research Foundation.
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