Pensaba depositar el bolso en una biblioteca cerca de mi trabajo y ofrecerles varios libros. Sin embargo, la biblioteca aún no estaba abierta. Reflexioné sobre la manera de esclarecer la verdad sobre Falun Gong; comprendí que el Maestro no deja de pedirnos actuar rápidamente, y cada vez más rápidamente. Si dejaba el bolso allí, una semana pasaría antes de que pudiera venir a distribuir los documentos. Entonces, fui a un comercio cercano. Sin embargo, había muy pocos clientes. Después decidí intentar en los edificios residenciales.
En frente del edificio, una señora mayor intentaba penosamente subir las escaleras. Me precipité inmediatamente hacia ella y cogí su brazo con el fin de ayudarla. Subió varios escalones y se detuvo para descansar, remontó de nuevo varios escalones y se detuvo otra vez. La animé: “¡tome su tiempo! No tengo prisa. ¡Todo va bien!” Llegamos por fin a la entrada de su edificio. Le dije: "se diría que usted no tiene una buena salud. Intente aprender Falun Gong, esto puede ayudarle.” Le dí un folleto de Dafa. Luego, le ayudé a entrar en el edificio y a llegar hasta el ascensor. Estaba muy agradecida y me bendijo repetidas veces.
Cerca de la escalera, había buzones. ¡Ha, he aquí lo que buscaba! Tras desearle un buen año, comencé a poner folletos en los buzones. ¡De esta manera, se distribuyeron plenamente varios centenares de folletos!
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