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Un policía de la ciudad de Pingdu en la provincia de Shandong había sido engañado por el grupo de Jiang, y pensaba que la aclaración de los hechos por los practicantes de Dafa atacaba al gobierno. Sin embargo, durante la persecución descubrió que todos los practicantes de Dafa que encontraba eran agradables y generosos. Tenían siempre un pensamiento para otros, aunque fueran torturados duramente. Poco a poco cambió de opinión y comprendió la verdad después de haberlos oído esclarecer más y más los hechos.
El 7 de febrero de 2004, este policía devolvió 26 banderas de Falun Dafa a los practicantes y les animó a suspenderlas de nuevo con el fin de salvar a aún a más gente.
La gente tiene su lado que sabe
En el otoño 2001, encontramos a un joven hombre de unos treinta años cuando íbamos a fijar carteles de "Falun Dafa es bueno" y a distribuir documentos que explicaban la verdad en el campo. Quería una copia de cada clase de documento que teníamos. Al final, insistió para que le diéramos un cartel de Dafa. Nos quedamos estupefactos, entonces explicó que quería ponerlo en su casa. Inmediatamente comprendimos que su lado que sabe comprendía que Falun Dafa es la Ley justa y que quería invitar a Dafa a su casa.
2 de marzo de 2004
Versión en chino disponible en:
http://minghui.org/mh/articles/2004/3/2/68986.html
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