La prisión de Jilin es un sitio que alberga a criminales con penas grandes. Los internos tienen en su mayoría cargos criminales por crímenes graves, tales como asesinatos, incendios, robos, etc. Sus sentencias por lo general se extienden a 10 o más años, hasta incluso pena de muerte. Durante los años de persecución a practicantes inocentes de Falun Dafa, muchos practicantes masculinos de la provincia de Jilin fueron ilegalmente condenados y enviados a la prisión de Jilin, con plazos que van desde los tres a los veinte años de encarcelamiento.
La prisión de Jilin fue remodelada y denominada una “prisión modelo”. De acuerdo con las reglas penitenciarias, los asesinos y criminales con sentencias de por vida tienen permitido ver a sus familiares una vez a la semana y tener una comida junto a ellos. Los miembros de la familia tienen permiso para traer durante sus visitas, las cosas necesarias para la vida diaria de los convictos. Sin embargo, los practicantes de Dafa no tienen permitido compartir el almuerzo con sus familiares ni tienen permitido recibir lo que les traen. La comida que se les da a los practicantes de Dafa es de una calidad mucho más baja que aquella que se da al resto de los criminales.
La prisión tiene once salas abiertas al público. La sala nº 6 se usa especialmente para las visitas públicas e inspecciones, pues las condiciones en la sala nº 6 son mejores. Una celda en la sala nº 6 es utilizada por 40 prisioneros y tiene una cama individual para cada uno y lugar para guardar las cosas personales.
Cuando la gente viene a visitar e inspeccionar, a los presos no se les permite permanecer dentro. Ocasionalmente, algún criminal se enferma y no puede trabajar pero aún así no se le permite quedarse adentro. Las otras salas son muy diferentes. Las celdas son de la misma superficie, pero son setenta los que se alojan allí, comprimidos en una inmensa cama común; cada prisionero allí alojado tiene un espacio para dormir de sólo 50 cm. de ancho, carecen de lugar para guardar sus pertenencias y tienen dificultades para comprimirse dentro de sus espacios para dormir después que vuelven por la noche de las duchas.
La prisión tiene también una brigada de “control estricto”. Después que más de 100 practicantes de Dafa realizaran una huelga de hambre en protesta por la persecución, la administración de la prisión montó un “hospital correccional” específicamente para perseguir a los practicantes de Dafa. El celador a menudo advierte firmemente a los practicantes de Dafa: “ustedes tienen unos pocos días para escribir una carta de renuncia a vuestra fe, o de otro modo, serán enviados al hospital correccional”.
Existen varios artificios de tortura en el “hospital correccional”, tales como la “cama del muerto” (1) y la “gran colgadera” (2). Es muy difícil conseguir liberarse de esta cámara de torturas a menos que uno renuncie. Aún si alguien se las arregla para salir, esto sólo sería después de sufrir torturas hasta el punto de tener un colapso mental. Al enfrentarse con esta perversa persecución, la mayoría de los practicantes de Dafa han estado resistiendo las crueles torturas y constantemente han dado declaraciones solemnes manifestando que las clases de lavado de cerebro son inútiles y que ellos permanecerán firmes en su cultivación de Dafa.
Las últimas noticias refieren que la prisión de Jilin ha intensificado su persecución a los practicantes de Dafa. Sus administradores han interrumpido las visitas familiares para los resueltos practicantes de Dafa, aquellos practicantes que sostuvieron huelgas de hambre, y para los practicantes que sufrieron torturas brutales. Han hecho esto en un intento de sellar las noticias sobre la persecución y ocultar sus crímenes.
Antes de que Liu Chengjun muriera en manos del gobierno por utilizar el sistema de televisión para exponer la campaña genocida llevada a cabo en China, la prisión de Jilin había torturado a otro practicante de Dafa hasta la muerte. Los detalles del caso de este practicante aún no se encuentran disponibles.
(1) Cama del muerto: Las cuatro extremidades del practicante son estiradas y atadas a las cuatro esquinas de una cama fría de metal, dejando al practicante imposibilitado para moverse. No se le permite levantarse para comer, beber o ir al baño. Este tratamiento se extiende desde varias horas hasta más de una docena de días. Este tipo de tortura causa daños mentales y físicos severos al practicante.
(2) Gran colgadera: Esta tortura tiene dos modalidades: 1- Con ambas manos esposadas y atadas por detrás de la espalda, uno es colgado mediante una soga atada al marco de una ventana metálica, de modo que sólo la punta del pie llega a tocar el piso. 2- Una de las manos del practicante es esposada a una litera y la otra a otra litera y ambos pies son estirados aparte, causando un extremo dolor.
Versión en chino disponible en:
http://www.minghui.ca/mh/articles/2004/3/3/69068.html
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