La Prensa Asociada relató el 20 de febrero de 2004 en la sección de actualidad una noticia titulada: «Un bacalao hambriento se traga una lata de Coca-cola en Noruega». Una familia en el oeste de Noruega encontró una lata de Coca-Cola dentro del estómago de un bacalao mientras que preparaban la cena. La lata de refresco «estaba ligeramente magullada pero intacta» [1]. La familia se asustó, porque esperaban que el estómago del bacalao estuviera relleno por el huevo del pescado. En su lugar, estaba relleno por una lata de refresco.
No era la primera vez que los medios de comunicación mencionaban la contaminación que perjudica a los peces en el Ártico o el Océano Antártico. La revista publicó un artículo titulado, «Un salmón desovando da a luz a contaminantes», en su reportaje del 18 de septiembre de 2003, sobre el tema del desove de salmones que descargan compuestos industriales tóxicos en el lago Alaskan a su vuelta del océano. «Grupos de salmones migratorios de sockeye (nerka Oncorhynchus) pueden actuar como vector principal de transporte de contaminantes industriales conocidos como biphenyls polyclóricos (PCBs), que toman del océano y transportan entonces a largas distancias en sus lagos de desove natales. Después de haber puesto, los peces mueren por millares - librando su cargamento tóxico en el sedimento del lago y aumentando su contenido de PCB de más de siete veces cuando la densidad de salmones que vuelven es elevada» [2]. Estas investigaciones revelaron que, cuando los salmones de sockeye volvían, transportaban el contaminante río arriba a su vivero del lago Alaskan, el PCB puede afectar su descendencia o a depredadores tales como los osos, las águilas y los seres humanos, afectando así también a los sistemas ecológicos.
Es conocido que el PCB, una clase común de contaminantes industriales tóxicos, es distribuido fácilmente y ampliamente sobre grandes distancias por la atmósfera y los océanos. Este descubrimiento ahora confirmó que el PCB también podía ser transportado por los salmones al desover y estenderse a través de la cadena alimentaría. «El salmón Sockeye pone en agua dulce después de haber pasado la inmensa mayoría de su vida en el océano, y muere después de haber puesto» [2]. Además, « el importe de PCB transportado por salmón del sockeye en estos lagos es más grande que lo que tradicionalmente se asigna a las vías atmosféricas.» ¡Los científicos jamás se esperaron que los salmones emigrantes del sockeye puedan actuar como "bombas biológicas" transportando contaminantes químicos bio acumulados en sus cuerpos a los lagos! [la bio acumulación hace referencia al proceso por el cual los contaminantes tóxicos se amontonan en los tejidos orgánicos después de toma repetida o exposición.]
El 9 de enero de 2004 en la edición de la revista Science (Science, 303-226), otro artículo señala que «los salmones de cría tienen considerablemente más contaminación que los salmones salvajes» [3]. De hecho, las concentraciones de contaminación de organoclorado que suponen riesgos de cáncer para los seres humanos son aproximadamente diez veces más alto para los salmones de cría que para los salmones salvajes. [Organoclorado hace referencia a varios plaguicidas de hidrocarburo, tal como el DDT que contiene cloro]. El estudio se concentra sobre los contaminantes industriales persistentes según, comprendiendo el biphenyls polyclórico (PCBs), la dioxina, el toxaphene y el dieldrin. El consumo de salmón de cría puede conducir a una exposición de variedad de contaminantes bio acumulativos persistentes que tienen un potencial aumento de los riesgos de la salud.
El salmón y el bacalao son fuentes importantes de proteína y de ácidos grasos poli insaturados omega-3 para la población en América del Norte y Europa. A causa de la incapacidad del cuerpo para sintetizar ácidos grasos poli insaturados omega-3, debe buscar en fuentes externas para mantener la salud física.
Hasta el bacalao y el salmón en el Ártico, el Océano Antártico, y en mar profundo no puede evitar asimilar del océano la basura y los productos químicos creados por la ciencia moderna y la tecnología que ha sido desarrollada para abastecer a la especie humana la comodidad y la eficacia. Resulta que el pez en aguas costaneras o en aguas frías debe bio acumular significativamente dosis más grandes de contaminantes industriales persistentes. Si países ecológicamente concientes como Noruega y Alemania no pueden proteger de la polución el pez en sus territorios, entonces las concentraciones de contaminación de organoclorado deben considerablemente ser más grandes en Sudeste asiático y en China dónde hay una falta de conciencia de la defensa del medio ambiente.
Los productos químicos y artificiales producidos por la ciencia y la tecnología moderna pudieron aportar a la especie humana una vida materialmente más cómoda, pero toman un tributo pesado en las vidas de las generaciones futuras. Comparadas con sus costes, tales comodidades modernas están lejos de ser válidas.
Referencias:
1. La Prensa Asociada: Un bacalao se traga una lata de Coca cola en Noruega
2. E. M. KRUMMEL, R., W. MACDONALD, L., E. KIMPE, JE. Gregory-Eaves, M., J. DEMERS, J., P. SMOL, B., FINNEY, J., M. Blais, Nature, 425, 255-256.
3. R.A. HITES, J., A. FORAN, D., O. Charpentier, M., C. HAMILTON, B., A. KNUTH, S., J. Schwager, Science, 303, 226-229.
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