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El día 2 de abril de 2004, a las 10:00 de la mañana, en horario de apertura normal de la oficina de correos en la ciudad de Beining de la provincia de Liaoning, la practicante de Dafa Sra. Jin Junli estaba trabajando en su departamento, ubicado en la sala principal de dicha oficina. En ese momento varios individuos liderados por un agente de policía irrumpieron y arrestaron a la Sra. Jin Junli de una manera violenta. Le agarraron por el cabello y le arrastraron introduciéndola en un vehículo policial sin avisar a su unidad de trabajo. Todo ocurrió tan de prisa que Jin Junli, ocupada con sus tareas, ni siquiera tuvo tiempo de cambiar su uniforme de trabajo. Los agentes no dieron ninguna explicación durante el curso del rapto. Jin Junli fue llevada directamente al centro de detenciones de la ciudad de Beining.
El comportamiento violento de la policía provocó una conmoción en el lugar de trabajo así como en los clientes que estaban presentes, que fueron testigos del violento arresto. La policía no informó oficialmente sobre el suceso de detención en la oficina de correos, hasta transcurridos dos o tres días.
Tras secuestrar a Jin Junli, la policía la cacheó completamente pero no encontró nada más que la llave de su casa. El director de la comisaría local, Cui Zhangang, envió a varios agentes a registrar su casa y la saquearon en ausencia de los miembros de la familia. Antes de marcharse, lo dejaron todo destrozado y se llevaron sus artículos personales incluyendo un televisor, un reproductor VCD, un equipo de música digital, una grabadora, CD’s y todos sus libros de Dafa. También confiscaron todos los demás electrodomésticos de valor y dejaron la casa prácticamente vacía.
Al mediodía, el marido de Jin Junli llegó a casa como de costumbre y al abrir la puerta y ver la escena que tenía delante de sus ojos se quedó escandalizado. La casa estaba hecha un desastre y faltaban muchos objetos de valor. El primer pensamiento fue que su familia había sido víctima de un robo. No obstante, después de preguntar a la gente, se enteró del arresto de su esposa y de que los objetos que faltaban en la casa habían sido llevados por la policía. Después por la tarde, el agente de policía Cui Zhangang y algunos otros saquearon el almacén de Jin Junli.
La Sra. Jin Junli es una practicante de Falun Gong que vive su vida de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Es buena trabajadora en su unidad laboral y es respetada por los demás. En casa es una buena esposa y una madre compasiva. Sólo quería ser mejor persona y tratar a los demás según el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, pero ahora ha sido enviada a un centro de detención por la policía, un lugar que es supuestamente para las malas personas. Su libertad personal y su derecho constitucional a la libertad de conciencia le han sido denegados. Además, los derechos de visita de su marido también le han sido denegados. No permitieron que su marido le visitara mientras estuvo detenida en el centro hasta finales del mes de abril. Después se enteró de que había sido condenada sin proceso judicial a tres años de trabajos forzados en el conocido campo de trabajos de Masanjia, en la provincia de Liaoning.
Tras el incidente, los agentes implicados en la persecución de Jin Junli y otros practicantes de Dafa fueron premiados. Los que no recibieron premios se enfadaron porque creían haber sido tratados injustamente.
La policía abusa de su poder y de su autoridad practicando arrestos improcedentes, persiguiendo a personas inocentes, abusando la seguridad pública, registrando el hogar de un ciudadano sin orden de registro y robando la propiedad privada. Viendo sus acciones, nos preguntamos: “¿Quién es el que realmente comete un crimen?” Ésta es la realidad detrás de la fachada de la afirmación de Jiang de que hoy por hoy estamos en “el mejor período de derechos humanos en China”.
Versión original en chino disponible en:
http://www.minghui.ca/mh/articles/2004/5/10/74296.html
Versión en inglés disponible en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/6/2/48785.html
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