Mi experiencia de buscar en el interior

El Maestro nos repite constantemente que seamos benévolos, tolerantes y que pensemos en otros. Sin embargo, comprobé que cada vez que encontraba conflictos mi primer pensamiento era egoísta. Estuve intentado señalar con el dedo a otros y buscar sus faltas. Esta noción parecía estar grabada en mi espíritu y formar la base de mi modo de pensar. Sabía que esto no estaba conforme con los principios de la Ley. Sin embargo, cada vez que buscaba en mi interior me quedaba en la superficie y jamás buscaba adentro. Recientemente varios incidentes me empujaron a excavar hasta las raíces de mis nociones y encontré que detrás de mis quejas hacia otros había una concepción fuerte de egoísmo y de "yo". Si las palabras o las acciones de otros desarreglaban mi egoísmo y mi "yo" no estaba contento y comenzaba a quejarme. A veces hasta me distanciaba de la gente.

Recuerdo que leí un artículo en una página Web de Dafa que relataba conflictos entre dos practicantes que trabajaban en el mismo emplazamiento de producción de documentos de Dafa. Uno de ellos no comía cebollas verdes, mientras que el otro insistía en ponerlas en los platos que cocinaba. Por esta razón, los conflictos entre estos dos practicantes se volvían cada vez más graves. Más tarde tuvieron que separarlos. En resumidas cuentas, han sido perseguidos por la perversidad. En mi primera lectura de este artículo me reí de la situación de estos dos practicantes. Sin embargo, después de haber reflexionado, me di cuenta que tal fenómeno es bastante común entre algunos practicantes. A menudo tienen conflictos por razones comunes, pero no buscan seriamente en el interior. En consecuencia, los conflictos se vuelven cada vez más serios y, a pesar de eso, los practicantes continúan refiriéndose a Dafa para disimular sus propios apegos.

Hace un tiempo, estaba en conflicto con un colega y me sentía muy mal cada vez que me lo encontraba. Buscando en mi interior, me di cuenta que lo que me molestaba era mi noción fuerte de ego y de yo. Encontraba que mi colega me impedía estudiar la Ley y hacer el trabajo para Dafa. Finalmente hasta el sonido de su voz me molestaba. Sabía que tenía la culpa pero no podía perdonarle. Una tarde, fui a dormir quejándome de mi colega en mi mente. De repente me sentí muy mal y me senté. Al momento empecé a echar sangre por las narices sin cesar. Sentía que seres innumerables se quejaban y gritaban en mí. Me daba cuenta que de no cambiar mis nociones y mi naturaleza egoísta impediría a estos seres asimilarse al nuevo cosmos y serían eliminados con la sangre que fluía. Estaba muy triste... En este momento le dije desde el fondo de mi corazón al Maestro que tenía que asimilarme a Dafa para salvar seres conscientes. Entonces mi sangre dejó de salir.

A veces sentía que esta sustancia en mi cuerpo era tan dura como el granito. Tan pronto como las malas nociones aparecían, las cogía, me desembarazaba de ellas y sentía que la cáscara que me encerraba se derretía gradualmente.

Poco tiempo después de haber tenido esta comprensión, mi colega, vino a verme para decirme que encontraba que sus pensamientos no eran justos y que siempre me había buscado para pelear. Repentinamente comprendió que era demasiado duro conmigo, se sentía muy mal y esperaba que pudiera perdonarle. El cambio de sus pensamientos se efectuó exactamente en el mismo momento que los míos. El Maestro dijo en Zhuan Falun: “La luz Buda ilumina todo el mundo, volviendo todo recto, perfecto y brillante”. Cuando nos rectificamos, nuestro medio ambiente es también rectificado.

Cuando los conflictos surgen entre los practicantes, esto debe significar que la otra persona tocó nuestro propio egoísmo. A veces los practicantes mismos tienden a utilizar el hecho de efectuar el trabajo de Dafa como excusa para disimular sus apegos y no buscan profundamente. Cuando no miramos en nosotros mismos durante mucho tiempo, los conflictos se acumulan, lo que permite a las manos negras de las fuerzas antiguas sacar provecho de la situación, impidiendo salvar seres conscientes.

Rectifiquemos constantemente y hagamos bien nuestro camino de rectificación de la Ley.