Soy de la ciudad de Datong en la provincia de Shanxi en China. Sufría de un tumor en el pecho y en el año 2000 me operaron, comenzando después unas sesiones de quimioterapia. Estuve tres años recibiendo este tratamiento en el hospital. No puedo expresar con palabras el sufrimiento que pasé. Aunque continuaba tomando las medicinas cada día, en abril de 2004, reapareció el tumor y se generalizó en los huesos (cáncer de huesos). Cuando fui al hospital, mi médico me dijo que era imposible que me curara completamente. La única alternativa que me ofreció fue aplicar de nuevo la quimioterapia con el fin de aliviar mi enfermedad y atenuar el dolor durante el tiempo que me quedaba de vida. El médico dijo a los miembros de mi familia: “Pronto se quedará paralizada”.
Me sentí totalmente desesperada. Sufría tanto que apenas podía levantarme de mi cama. No tenía apetito alguno y hasta había comenzado a hacer las preparaciones de mis funerales. Muchas personas alrededor de mí pensaban que mi tiempo había llegado ya a su fin. Sin embargo, una de mis vecinas, una practicante de Falun Gong, me presentó Falun Dafa. Me dijo que en la medida de lo posible, abandonara la idea de curarme y que me concentrara en el estudio de la Ley ¹ cultivando mi espíritu y que el Maestro se ocuparía de mí.
Posiblemente tenía una relación predestinada con Falun Dafa y el Maestro con su benevolencia me dio una oportunidad. Me sentía muy feliz de comenzar a estudiar la Ley. Cuando los miembros de mi familia lo descubrieron, trataron de impedírmelo. Me dijeron: “El gobierno no autoriza Falun Gong”. Entonces, les dije: “Yo soy justo una pequeña cosa y no estoy en contra mi país ni en contra de mi gobierno. Además estoy muy próxima a la muerte. Falun Dafa es tan precioso. ¿Por qué no quieren probar?”
¡Qué milagro! Me sentía mejor y podía hablar mucho más después de empezar a practicar. Al principio sólo podía sentarme en meditación un tiempo corto y apoyándome. Después de una semana, mi salud se había mejorado y cada día me sentía mejor y más fuerte. Ahora puedo cocinar y hacer de nuevo las tareas domésticas. He recuperado peso y tengo un buen color. Todo el mundo dice que no aparento estar enferma. El Maestro y Dafa me han salvado la vida.
Haré todo para ser una buena persona y para mejorar mi carácter según las exigencias de Dafa.
Contaré a la gente los hechos respecto a Falun Gong.
Quiero sinceramente agradecer al Maestro Li y a Dafa por haberme dado una nueva vida.
Términos:
- 1.Ley - Leyes y principios; la enseñanza de Falun Dafa.
- 2.Maestro – se refiere respetuosamente al fundador de Falun Gong, Sr. Li Hongzhi
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