Inglaterra: Reportaje del periódico británico "The Times": Protesta por la nueva ley, Hong Kong se paraliza

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Ayer, una multitud de ciudadanos de Hong Kong, 5 veces más de lo previsto, llenaron las calles en protesta por la legislación de la nueva y severa ley de seguridad.

Según el cálculo de los organizadores, decenas de miles de ciudadanos participaron en la manifestación durante más de 12 horas, situación que hace que el ex-territorio británico devuelto a China hace 6 años se encuentre totalmente paralizado.

"Devolver la política al pueblo" es una de las consignas manifestadas contra la legislación del articulo 23. Esta nueva ley haría que el gobierno de Hong Kong pudiera abolir organizaciones del propio país porque están prohibidas en China continental por motivos de seguridad estatal. Al mismo tiempo, los policías poseerían el derecho de registrar viviendas ciudadanas sin orden judicial, y también el de prohibir actividades que pedieran revelar secretos estatales.

El gobierno de Hong Kong y el comité de legislación pro-Pekín establecerán nuevas leyes sobre libertad ciudadana la próxima semana. La masa de manifestantes, formada por más de cien mil personas, se concentró en las zonas céntricas de la ciudad. Esta es la mayor manifestación registrada en Hong Kong después del traspaso de la soberanía a China en el año 1997. Muchos manifestantes se vistieron de negro en señal de luto por la pérdida de las libertades.

Los manifestantes se concentraron pacíficamente delante del edificio de oficinas del gobierno. Al principio, una minoría de personas quemó banderas del partido comunista chino. Éste fue un acto minuciosamente premeditado, ya que en Hong Kong el insulto a la bandera nacional es ilegal, pero no así las banderas de los partidos políticos.

El primer ministro Wen Jiabao tranquilizó reiteradamente al pueblo de Hong Kong, diciendo que su estatus especial será respetado. Él dijo a los periodistas que: "La legislación del articulo 23 no afectará a los derechos y libertades del pueblo de Hong Kong”. Esto es considerado como la primera declaración por parte de los altos rangos políticos comunistas chinos con respecto a este asunto.

Esta semana, la Unión Europea criticó esta nueva ley, considerando que es perjudicial para la soberanía territorial. El lunes pasado, el Congreso de EE UU criticó esta legislación después de que la Casa Blanca demostrara su preocupación.

Esta nueva ley preocupa a la prensa local porque afecta a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, personajes del área comercial también demostraron su preocupación. "Creemos que el éxito en el comercio se basa en una excelente comunicación, cualquier cosa que pueda afectar la libre circulación de información será perjudicial para el comercio" dijo un miembro de la Asociación Americana de Comercios en Hong Kong.

Una parte de los organismos comerciales conservadores también apoyó la manifestación de ayer, a ellos les preocupa perder en la competencia con otros centro económicos asiáticos.

Los que apoyan la nueva ley insisten en que la legislación del artículo 23 no provocará abusos. "Después de aprobada esta legislación, no me preocuparía de un efecto contrario a la libertad de los ciudadanos"; dijo Robert Chen, un doctorado en Derecho y miembro del comité de la Ley Básica de Hong Kong, y siguió: "En el futuro, la gente podrá seguir hablando y haciendo cualquier cosa como hasta ahora”.

Andy Ho, un crítico de esta política dijo que no es nada sorprendente el grado de enfado de la gente. Él dijo: "Los ciudadanos que han salido a la calle no solo protestan por el artículo 23, sino también por otras políticas del gobierno. Esto será un alarma para el gobierno."


La libertad es corrompida

Después de traspasar la soberanía, a Hong Kong se le ha prometido la máxima autonomía. Sin embargo, según los críticos, después de que se acabara el dominio británico, la libertad ha ido corrompiéndose poco a poco sin darse cuenta. Según las encuestas, la mayoría de los ciudadanos de Hong Kong están en contra del artículo 23 y creen que el jefe ejecutivo Dong Jianhua, asignado por Pekín, no escucha la voz del pueblo.

Emily Lao, una miembro del comité legislativo contrario a la legislación del artículo 23 dijo: "Si el gobierno de Dong quisiera obtener una herramienta para atacar al pueblo y taparle la boca, creo que el artículo 23 es justamente la herramienta adecuada."

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