La diferencia entra hacer las tres cosas (1) y hacer bien las tres cosas es grande. De hecho, verdaderamente podemos hacer bien las tres cosas solamente cuando tenemos una base sólida en la cultivación y pocos apegos. A la inversa, si se está sumergido en la dinámica de hacer estas cosas, si no se tratan las tribulaciones según la Ley, o si no se eliminan los apegos con asiduidad, entonces somos igual que una persona común haciendo las tres cosas. Poca importancia tiene cuán bueno sea el método, ya que necesariamente no obtendremos un buen resultado.
Todos tenemos estas experiencias: cuando nuestros apegos son tan fuertes, no podemos comer bien, ni dormir bien, ni estar tranquilos estudiando la Ley. La gente no nos escuchará cuando le clarifiquemos la verdad. A veces hasta refutan lo que decimos y entonces nos sentimos muy incómodos. Aunque en la superficie esto no nos molesta, esto repercute profundamente en el interior. No manifestamos la generosidad, el altruismo, la compasión y el pensamiento recto de un verdadero practicante.
Entonces, cuanto más tiempo se queden nuestros apegos con nosotros, todo tipo de problemas se manifestarán en esta dimensión humana y sufriremos interferencias. Debemos emitir pensamientos rectos o pedir a otros practicantes ayuda para eliminar estas tribulaciones. Si no se ve la causa de estas tribulaciones, ni hacemos frente a estos apegos y no tomamos la resolución de eliminarlos, entonces las fuerzas externas no podrán resolver nuestros problemas.
(1) Estudiar la Ley, emitir pensamientos rectos, clarificar la verdad
Versión en inglés disponible en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/9/12/52368p.html
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