Zhang Cuiying es una artista, su intenso pelo negro y sus labios rojos contrastan con su piel blanca y fina. Cuando ella pinta, su mirada refleja una esperanza que plasma en el papel, parece que está mirando algo detenidamente pero ese algo sólo lo podemos imaginar.
En una cárcel de China, la pintora estaba llorando. Su cara era de color negro por los golpes recibidos. Sus labios eran de color rojo, marcados de sangre. Su pelo estaba desordenado. Ella también estaba mirando algo fijamente pero ese algo no lo podía ver, ese algo era una familia, su familia en Australia que no sabía si ella estaba viva o muerta.
Zhang Cuiying fue encarcelada desde el mes de junio hasta el mes de diciembre del 1999. Esta artista, famosa en todo el mundo, comenzó a practicar Falun Gong en el año 1995. Ella descubrió que estos suaves movimientos de Falun Gong, parecidos al Taichí, curaron su grave enfermedad.
Antes de practicar Falun Gong, padecía una grave artritis que incluso le impedía coger el pincel, su vida artística estaba gravemente amenazada.
Hablando con diferentes personas obtenemos diferentes opiniones. Hay quien dice que Falun Gong es una secta peligrosa, hay quien cree que es un sistema de cultivación espiritual mediante la práctica de meditación. Para Zhang Cuiying, Falun Gong es una manera de vivir que hace que su vida sea maravillosa.
Como describe al comienzo del artículo, los practicantes de Falun Gong son encarcelados, maltratados, torturados e incluso asesinados por las autoridades chinas. Zhang Cuiying dudaba, ¿por qué el gobierno chino persigue a la gente ordinaria como ella?
A través de la televisión y de Internet, Cuiying conoció todavía más sobre la persecución de Falun Gong en China, la tierra donde ella fue criada y educada. Ella deseaba ayudarles y comenzó a apelar pacíficamente delante de la embajada china en Sydney, escribió una carta dirigida al gobierno chino y les pidió que la transmitieran. Después de 5 meses de apelación pacífica, ella decidió volver a China. 8 Horas después de llegar a Pekín, ella fue detenida.
Como parte del viaje, ella fue a la plaza Tiananmen a ver la ceremonia de izamiento de la bandera. Entre la masa de gente vio a dos practicantes de Falun Gong de Australia y fue a hablar con ellos. "Mientras hablábamos, vinieron 2 policías, ellos me arrastraron a una furgoneta tirando de mi pelo, la sangre fluyó por mi frente." Ella me lo contó con la ayuda de una traductora.
Ahora, lejos de aquella amarga experiencia, Cuiying sonríe sentada en una silla en la ciudad de Glasgow. Al describir esta terrible experiencia, ella sonreía. Sin embargo, esto la marcó profundamente. Cuando habló de las sangrientas palizas sufridas, ella apartó su mirada.
Ella fue llevada a una comisaría cerca de la plaza Tiananmen. Había muchos practicantes encerrados allí. Los policías les detuvieron solamente porque ellos practicaban los ejercicios en los parques. "Los policías les pegaron locamente" dijo ella.
Más tarde, Cuiying fue llevada a otra comisaría, después de los interrogatorios, la llevaron a un avión con destino a Australia. Debido a que tenía la cara hinchada y con marcas de sangre, la azafata le aconsejó bajar del avión en Hong Kong para recibir tratamiento médico.
"Los problemas no fueron solucionados" dijo Cuiying, "por eso volví a China." Al día siguiente de su regreso, a las 7 de la mañana, cuando ella estaba haciendo los ejercicios, fue detenida otra vez. Ella y otras 4 personas fueron llevadas a la comisaría y les pegaron durante todo el día.
"Dije a los policías que tenemos derecho a hacer los ejercicios. Los policías contestaron que no lo tenemos. Quedé muy sorprendida. El gobierno chino trata de esta forma a la buena gente."
"Pregunté a los policías porqué nos detenían y ellos dijeron que no tenían otra elección, que este era su trabajo."
Hasta el día de hoy, se ha comprobado que hay 637 practicantes de Falun Gong muertos por tortura. Desde el año 1999, cuando Jiang Zemin inició la persecución de Falun Gong, hay más de cien mil practicantes de Falun Gong detenidos. Según las organizaciones de Derechos Humanos y noticias internas del gobierno chino, el número de personas muertas en la persecución se estima en 1.600.
Cuiying fue trasladada al centro de detención de Shenxin y fue encarcelada durante 7 meses en una pequeña celda junto con otras 20 personas. Todas las actividades de comer, dormir y asear se realizaban en esta misma habitación. A Cuiying le comenzó a doler el cuerpo. "Ellos me pegaron. Había eritemas y morados por todo mi cuerpo. Por la noche no podía dormir. Ellos ataron mis piernas con una cadena de hierro y me obligaron a dormir en el suelo."
"Ellos me obligaron a abandonar Falun Gong pero como me negué, entonces me enviaron a una cárcel masculina."
Cuiying intentó contactar con la embajada australiana en China para decirles la situación en la que se encontraba. Un mes después, la devolvieron a la cárcel femenina, sin embargo, una semana más tarde, ella fue enviada de nuevo a la cárcel masculina. "Cuando me cambiaba la ropa o cuando me duchaba, los policías podían verme y los presos masculinos pasaban por mi lado. Ellos me dijeron que si no abandonaba Falun Dafa, estaría allí encerrada para siempre."
Los policías no sólo ordenaron a los presos insultarla, sino que también los animaron a pegarla, y los premiaban reduciéndoles la pena de prisión.
"Pensé en todas las maneras de salir de allí" dijo Cuiying, "Cuando me visitaba el cónsul australiano, aprovechaba todas las oportunidades para decirle que soy una madre y que mi hija me necesita." El cónsul me dio las cartas de mis familiares y estas fueron confiscadas por los policías.
"No tenía dinero, ni siquiera para comprar papel higiénico. El cónsul conducía desde otra ciudad hasta el centro de detención Shenxin para traerme papel higiénico."
Ellos no permitían que Cuiying contactara con el exterior, hasta incluso prohibían las visitas de sus padres. Cuiying nunca perdió la esperanza, por fin llegó una oportunidad. Un preso de su cárcel fue liberado y él ayudó a Cuiying a llevar una carta a su esposo. En la carta, Cuiying contó los malos tratos recibidos en la cárcel. Su esposo entregó esta carta al Ministerio de Asuntos Exteriores de Australia y así comenzaron las gestiones diplomáticas para rescatarla. Esta historia fue difundida por la prensa australiana. En diciembre de 1999, después de sufrir 8 meses de encarcelamiento, Cuiying por fin pudo regresar a su casa.
Ahora, su encarcelamiento y sus sufrimientos forman parte del pasado. Desde que fue liberada, ella viaja por todo el mundo llevando consigo sus cuadros, cada uno valorado en más de cien mil dólares.
Su inspiración artística se reveló desde que era una niña. En 10 años, ella estudió pintura con 4 grandes maestros: Shen Zichen, Qian Juntao, Liu Haili y Xie Ziliu. El año pasado, ella regaló un cuadro al presidente ruso Putin. El día anterior a la entrevista, ella visitó Polonia.
Después de sufrir la oscuridad en el centro de detención de Shenxin, ¿Ha habido algún cambio en el arte de Cuiying? Ella contestó: "No." Ella desea representar la armonía interna obtenida en la práctica de cultivación de Falun Dafa. Esta es justamente la fuente de la fuerza que la mantuvo viviendo durante los 8 meses de cárcel.
Le pregunté si se sentía cansada de viajar sin parar. Ella contestó que es muy necesario decir a la gente que existen todavía muchísimas personas como ella que están sufriendo dolor y amargura por la persecución de Falun Gong en China.
"Cuando me encarcelaron, realmente sentía que mi vida estaba amenazada. Pensé que iba a morir allí dentro. Sin embargo, todavía hay muchísimos ejemplos como el mío que están ocurriendo en China y no son conocidos. Mucha gente es golpeada y asesinada por las torturas y esto no es conocido por la gente en absoluto.
Antes de despedirnos, Cuiying me dio su autógrafo con letras chinas muy bonitas en su álbum de pinturas. La traductora admira mucho la habilidad artística de Cuiying, ella me dijo: "Has tenido mucha suerte de conseguir esto."
Pensé que tuve suerte, esta artista no sólo firmó el álbum para mí, sino que también me contó su historia.
Anexo: La exposición de pinturas de Zhang Cuiying expuesta en el Museo de Arte Moderno de Glasgow forma parte de una exposición benéfica. Esta exposición benéfica está organizada por Amnistía Internacional y la Oficina de Refugiados de Escocia. La exposición termina el 3 de agosto.
Datos personales
Nombre: Zhang Cuiying
Edad: 41
Nacionalidad: Australia
Profesión: Artista
Trasfondo histórico: Después de que Jiang decidió desarraigar Falun Gong en China, Cuiying estuvo encarcelada durante 8 meses allí. Ella padecía de una grave artritis y más tarde comenzó a practicar Falun Gong, una práctica de cultivación basada en las antiguas teorías chinas de Qigong. Ella sufrió palizas y amenazas por parte de policías y presos en la cárcel. Ahora, Cuiying está en libertad y sigue practicando Falun Gong.
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