Según un reportaje de Epoch Times, más de diez miembros de diferentes organizaciones alemanas de derechos humanos y varios practicantes de Falun Gong se reunieron el 29 de septiembre en el aeropuerto de Frankfurt, esperando con entusiasmo a su invitada de Beijing. Cuando la puerta corredera se abrió, una dama china de cabellos cortos y cara redonda empujaba una carretilla de equipaje, pasando entre la gente con una sonrisa. Después de catorce horas de vuelo, Xiong Wei regresó a Alemania después de cuatro años de ausencia.
Xiong Wei fue a la Sociedad Internacional de los Derechos Humanos (ISHR) y habló de la persecución que sufrió en China. A su derecha se encuentra el presidente del ISHR, el Sr. Karl Hafen. |
Éxito final para un rescate que duró dos años y nueve meses
Para muchos alemanes, "Xiong Wei" no es un nombre desconocido. Ahora tiene 33 años. Estudió en la Universidad Técnica de Berlín desde 1993 a 1999. Durante este período, comenzó a practicar Falun Gong. Regresó a China en el 2000 y trabajó en la filial de Beijing de una compañía alemana. Xiong Wei fue detenida por policías de paisano el 5 de enero de 2002 porque distribuía informaciones respecto a Falun Gong. Más tarde, fue enviada al campo de trabajos forzados para mujeres de Beijing y retenida durante dos años.
Después de enterarse de la detención de Xiong Wei, la Sociedad Internacional alemana de los Derechos Humanos (ISHR) y los practicantes alemanes de Falun Gong comenzaron sus esfuerzos para liberarla. Lanzaron recogidas de firmas y una serie de actividades, tales como el envío de cartas al campo de trabajo. Con la ayuda del gobierno alemán, de organizaciones no gubernamentales y de la gente, Xiong Wei fue liberada a principios de este año. Nueve meses más tarde llegó sana y salva a Alemania. Inmediatamente después de desembarcar del avión, fue invitada a la sede del ISHR en Frankfurt con el fin de expresar su agradecimiento en persona a los defensores de los derechos humanos, cuya ayuda permitió su vuelta a la libertad. Describió su experiencia durante los dos largos años de encarcelamiento.
”Los palillos esterilizados” no están de hecho esterilizados
El trabajo de esclavo en el campo de trabajos forzados para mujeres de Beijing está todavía presente en la memoria de Xiong Wei. El trabajo diario comenzaba a las siete de la mañana y se prolongaba hasta las diez de la noche. Bastante a menudo, eran obligados a trabajar hasta medianoche o hasta las dos de la mañana. Un trabajo que hacían muy frecuentemente era embalar los palillos desechables. Debían tomar un pequeño trozo de papel y rodearlo en la extremidad de los palillos. Las palabras imprimidas sobre el papel decían "palillos esterilizados". Sin embargo, ninguna esterilización fue efectuada de hecho en los palillos. Un pedazo de tejido húmedo era utilizado con el fin de recubrir un gran montón de papel. El tejido provenía de diferentes fuentes, pudo utilizarse antes para secar pies humanos u oficinas. "¡Usted puede imaginar hasta qué punto era asqueroso!"
Todo el mundo tenía su cuota de trabajo para el día y dormir no estaba autorizado si la cuota no era cumplida. "Nuestra velocidad de embalaje era de siete pares de palillos en dos segundos. La velocidad de embalaje era tan rápida que nadie podía percibir lo que hacían sus manos".
Los hechos detrás de la fachada coloreada
El nombre de origen del campo de trabajos forzados para mujeres de Beijing era Tiantanghe o campo de trabajo Xinan. Antes de la persecución de Falun Gong, solamente de cien a doscientas personas eran encarceladas ahí. La inmensa mayoría de los presos estaban implicados en asuntos de drogas y prostitución. Después de que la represión de Falun Gong comenzara, el número de personas pasó rápidamente de cien en julio del 2000 a casi un millar en abril de 2001.
En junio de 2003, un serial televisivo llamado "La vida es inocente" se emitió bajo la supervisión del "Departamento de Justicia”. Este serial fue producido conjuntamente por el Centro Legal de la Película y por la compañía de producción Xian Dingma. Utilizaron este campo como decorado y describía cómo los policías hacían todo lo posible por "salvar" a los practicantes de Falun Gong. De hecho, el serial intentaba calumniar a Falun Gong, de cubrir la persecución brutal de los malévolos policías en el campo y fabricar mentiras para incitar al público al odio contra los practicantes.
Los edificios pintados en rosa del campo engañaban a la gente haciéndoles creer que la ternura podía existir aquí. De hecho, lo que pasaba era totalmente diferente. Estos practicantes de Falun Gong que se negaban a la transformación fueron sometidos a tortura física. Xiong Wei dio un esbozo de su experiencia personal: "Después de dos semanas de torturas repetitivas, mis piernas me hacían tanto daño que no podía levantarme después de estar en los aseos. Alguien debía ayudarme. Sin la ayuda de otros, debía cogerme en algo con el fin de poder levantarme".
Hacia finales de noviembre de 2002, la atmósfera en el campo se volvió tensa. Pidieron a los presos trabajar en el mejoramiento del medio ambiente. De modo inesperado, los guardianes trasladaron muchas plantas verdes con el fin de decorar el pasillo de entrada y colgaron cortinas de encaje blanco sobre las puertas solamente durante dos días hasta que los investigadores extranjeros terminaron su inspección y se fueron.
Continuar ayudando hasta que la persecución finalice
El Sr. Karl Hafen, Presidente de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos, se sintió feliz al enterarse del éxito de la liberación de Xiong Wei. Dijo: "Entendemos la descripción de Xiong Wei en cuanto a su experiencia personal en un campo de trabajos forzados en China. Estoy seguro que nos ofrecerá más información respecto a la persecución de Falun Gong y sobre lo sucedido entre bastidores en los campos de trabajo de China. Esperamos que estas informaciones puedan ser utilizadas con el fin de ayudar a más gente en la persecución”. El próximo objetivo de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos será ayudar a un estudiante chino, residente en Alemania. Su madre está actualmente encarcelada en el campo de trabajos forzados para mujeres de Beijing porque practica Falun Gong.
Caroline, una estudiante universitaria de Heidelberg, dijo que era una experiencia maravillosa ser testigo de la vuelta a la libertad de Xiong Wei después de tantos esfuerzos. Hace dos años, hizo un viaje en bicicleta con dos de sus hermanas hasta el consulado chino con el fin de presentar una petición para la liberación de Xiong Wei. A lo largo del viaje, se pusieron en contacto con los medios de comunicación y con los funcionarios gubernamentales con el fin de buscar apoyo. Sin embargo, la persecución de Falun Gong en China todavía no acaba. Caroline dijo: "Por lo menos, continuaré ayudando a estos practicantes cuyos nombres me son desconocidos para que puedan recobrar la libertad”. El sentimiento de Xiong Wei es una mezcla de alegría e inquietud: "Cada vez que me viene a la mente que puedo continuar mi cultivación en un medio ambiente libre, me siento muy feliz. Sin embargo, me siento deprimida en cuanto al hecho de que hay tantos practicantes de Falun Gong que sufren en China”. Su próxima etapa en Alemania será la de "hacer lo mejor posible para permitir a tanta gente como sea posible alcanzar la verdad y la comprensión de la persecución que Falun Gong soporta". Espera que "la gente pueda realmente comprender lo que es Falun Gong y no considerar las mentiras y los rumores."
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