Mi nombre es Zhang Xiaoping y soy practicante de Falun Dafa en Hungría. Mi pasaporte caducaba a finales de mayo de 2003 y el 26 del mismo mes fui a la Embajada china a presentar una solicitud de renovación. Me citaron para ir a recogerlo el 19 de junio.
Cuando ese día fui a buscar mi pasaporte, me dijeron que mi solicitud había sido rechazada y que no se me devolvería mi pasaporte. Pedí la razón al personal del Consulado y se me indicó que era porque practico Falun Gong. Insistí para que me lo devolvieran, pero me dijeron que antes era necesario pedir el permiso al Ministerio de Asuntos Exteriores de China. Durante mi conversación con ellos, fabricaron historias, difamaron a Dafa, y emplearon toda clase de mentiras para convencerme de que dejara la práctica de Falun Gong. Me dijeron también que la única manera de obtener un pasaporte sería redactar un informe declarando que había abandonado la práctica de Falun Gong. Planearon esta medida para que me convirtiera en una persona sin papeles, y que tenga problemas con la ley en Hungría, afectando así a mi trabajo, al derecho a la educación para mis niños e intentando, por añadidura, que renuncie a mi creencia en "Verdad-Compasión-Tolerancia". Esta es otra prueba de la persecución de los practicantes de Falun Gong de ultramar por el régimen de Jiang.
Cuando ese día fui a buscar mi pasaporte, me dijeron que mi solicitud había sido rechazada y que no se me devolvería mi pasaporte. Pedí la razón al personal del Consulado y se me indicó que era porque practico Falun Gong. Insistí para que me lo devolvieran, pero me dijeron que antes era necesario pedir el permiso al Ministerio de Asuntos Exteriores de China. Durante mi conversación con ellos, fabricaron historias, difamaron a Dafa, y emplearon toda clase de mentiras para convencerme de que dejara la práctica de Falun Gong. Me dijeron también que la única manera de obtener un pasaporte sería redactar un informe declarando que había abandonado la práctica de Falun Gong. Planearon esta medida para que me convirtiera en una persona sin papeles, y que tenga problemas con la ley en Hungría, afectando así a mi trabajo, al derecho a la educación para mis niños e intentando, por añadidura, que renuncie a mi creencia en "Verdad-Compasión-Tolerancia". Esta es otra prueba de la persecución de los practicantes de Falun Gong de ultramar por el régimen de Jiang.
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