Conservar un corazón impasible y pensamientos justos

En mis primeros pasos de 'cultivación' encontré una situación: durante una sesión de intercambio de grupo, una practicante señaló las lagunas de otra practicante, la cual instintivamente se defendió con palabras llenas de cólera. Una joven mujer sentada justo a mi lado suspiró: "su corazón se agitó". En esa época no fui consciente del significado profundo de estas palabras. Pero a medida que mi 'cultivación' progresó volvieron a resonar en mi espíritu.

A medida que avanzo, voy viendo gradualmente que todo lo que nos llega es una prueba de xinxing para cultivar. El corazón del que se agita en un conflicto, es equivocado, sea o no responsable de haberlo provocado. Cuando algo llega a una persona que parece injusto, según la manera ordinaria de razonar, es de hecho una buena cosa para el que se cultiva. Es porque la finalidad de cultivarse es abandonar todo tipo de sentimientos y deseos humanos. Al final, deberíamos alcanzar el estado donde poca importancia tiene lo que pasa, y somos capaces de mantener un corazón tranquilo y calmado.

Tener el "corazón impasible" quiere decir no reaccionar a las cosas mundanas. Es totalmente diferente de la indiferencia fría y del egotismo. Después de que los apegos humanos sean eliminados en la cultivación, los pensamientos justos de benevolencia y tolerancia renacerán. Tales pensamientos justos nos aportan grandes beneficios, no sólo a nosotros sino también a otros seres. Los pensamientos humanos ordinarios vienen de los apegos y tienen su origen en el egoísmo y en el sentido del ego. Con tal estado agudo, es difícil ver la esencia de las cosas claramente, y las palabras y las acciones que resultan de eso carecen de racionalidad y de sabiduría. Cuando el que se cultiva deja a un lado gradualmente los apegos humanos comunes, es capaz de ver las cosas desde el exterior y puede ver la esencia del asunto de un solo vistazo. Las palabras y las acciones que resultan de eso están llenas de racionalidad y sabiduría y libres de emoción. En tal estado, lo que se dice es mucho más fácil de aceptar para otros.

Dejar a un lado los apegos de una persona común es un proceso lento y puede ser conseguido sólo poco a poco. Poca importancia tiene lo que encontremos, no deberíamos contentarnos sólo con ver lo que está en la superficie. Deberíamos pensar en las razones que hacen que el acontecimiento se produjera y preguntarnos:”Dado que ha sucedido esto, ¿en qué aspecto debo mejorarme? ¿Cuál es el apego subyacente que me hace incapaz de aceptarlo ligeramente? ¿Qué apego tengo debido a mi propio interés que me hace incapaz de desarrollar pensamientos justos, benévolos y tolerantes?” Si cada vez somos capaces de examinarnos y hacerlo así habitualmente al nivel de la gente común, los progresos que haremos ciertamente serán muy rápidos. Si quedamos enredados al nivel ordinario pensando que tenemos razón cualquiera que sea el modo en el que consideramos las cosas, nos quedamos en el mismo nivel. En consecuencia, nuestros pensamientos rectos se volverán cada vez más débiles, y el mal continuará tomando ventaja y causando interferencias. Si se deja continuar tal situación, esto no nos beneficiará ni a nosotros ni a los demás.

Últimamente, mientras intentaba memorizar Comprender más por el Maestro, comprendí que el proceso de cultivar era el proceso de eliminar nuestra naturaleza demoníaca y de aflorar nuestra naturaleza Buda. Los apegos fuertes vienen de nuestra naturaleza demoníaca. Tratar cualquier cosa con pensamientos rectos basados en "Verdad-Benevolencia-Tolerancia" viene de nuestra naturaleza Buda. Cada vez que nos dejamos llevar por las nociones de persona común, dejamos de hecho emerger nuestra naturaleza demoníaca, perdiendo otra oportunidad de cultivarnos. Si no se elimina completamente la naturaleza demoníaca, es difícil convertirse en un Buda, sin hablar de salvar a los seres.