El 10 de diciembre de 2004, Día Mundial de los Derechos Humanos, los practicantes de Falun Gong aprovecharon la ocasión para organizar una exposición antitortura en la Plaza Stephensplatz de Viena. El frío invernal no impidió al gran número de turistas y vieneses ir al centro de la ciudad de Viena y enterarse de la persecución de Falun Gong.
Los grandes grupos de turistas, clases enteras de alumnos y numerosos transeúntes se enteraron de la persecución que sufren los practicantes de Falun Gong en China desde hace cinco años. Asombrados por las escenas de simulaciones de tortura que estaban viendo delante de sus ojos, la inmensa mayoría quiso saber más. Leían los folletos distribuidos por los practicantes y muchos se paraban en el stand de información para hablar con ellos.
Un hombre joven quería saber todo sobre Falun Gong y comprender por qué es perseguido en China. Sentía dolor al pensar que la gente de allí es torturada porque practica Falun Gong, particularmente cuando descubrió que Falun Gong era una práctica de meditación pacífica con cinco series de ejercicios y que está arraigado profundamente en los principios de "Verdad, Compasión y Tolerancia". Pensó que era terriblemente inquietante que gente que vive según estos principios sufra tan atroces abusos de los derechos humanos.
La practicante continuó hablándole de Falun Gong. Le habló de 1992, el año cuando el Sr. Li Hongzhi presentó esta práctica al público y cómo esta práctica fue haciéndose popular hasta 1999, año en que el número de practicantes sumaba unos cien millones. Le habló de julio de 1999 cuando el antiguo dirigente del Partido comunista chino Jiang Zemin lanzó la persecución. Le habló también de la " oficina 610 ", la agencia de tipo Gestapo creada por Jiang Zemin para perseguir Falun Gong cuya acción está por encima de todas las leyes en China.
Le dijo a este hombre que el régimen chino había exportado la persecución a los países del oeste. Le dio como ejemplo la negativa de la Embajada china en Suecia de renovar el pasaporte de su marido que es de origen chino por la simple razón de practicar Falun Gong y apelar públicamente por el fin de la persecución. El hombre joven escuchaba intensamente lo que le decía y antes de irse firmó la petición para la liberación de Charles Li, un practicante de Falun Gong americano que al regresar a China de visita fue detenido y está encarcelado ya dos años. Pidió varios artículos que quería compartir con sus amigos chinos.
La gente se fijaba en el stand de información para tomar postales, marca páginas y chapas sobre las cuales se podía leer “El mundo entero sabe que la persecución es injusta”. Cada día en la Plaza Stephesplatz, se pudo ver el contraste sorprendente entre la apacible práctica y la cruel persecución y como la gente se quedaba profundamente conmovida.
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