Después de la práctica de Falun Dafa, Gong Yongguo se cura de silicosis y es perseguido por hablar de la verdad

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Mi nombre es Gong Yongguo. Tengo 62 años y soy minero retirado. Después de trabajar durante años en el fondo de los pozos, padecía varias enfermedades como dolores de cabeza, traqueitis, asma, reumatismo y lumbago. También tuve silicosis, una enfermedad respiratoria provocada por la inhalación del polvo de sílice, que causa una inflamación de los pulmones y deja cicatrices en el tejido pulmonar. Tuve la enorme suerte de conocer Falun Gong en noviembre de 1998. En seis meses, el Maestro purificó mi cuerpo y todas mis enfermedades desaparecieron.


Gong Yongguo perdió la conciencia después de una alimentación forzada y sufrió graves quemaduras causadas por los presos.

El 20 de julio de 1999, Jiang Zemin a causa de sus celos personales, inició una persecución contra los practicantes de Falun Gong en todo el país. Falun Gong es benéfico para la sociedad sin tener efectos negativos. Mientras gozaba mental y físicamente de la práctica de Falun Gong, debía decir a la gente la verdad: " Falun Dafa es bueno”.

El 21 de abril de 2001, fui a Pekín para apelar pacíficamente por Falun Gong. En la plaza de Tiananmen desplegué unas banderas que ponían: "Falun Dafa es bueno”, "Devuelve la reputación a nuestro Maestro" y "Falun Dafa es una Ley recta”. La policía de la plaza Tiananmen me llevó en una furgoneta que habían traído de antemano para la detención de los practicantes. Dentro de la furgoneta junto con otros practicantes arrestados, la policía nos insultó, nos pegó con patadas y puñetazos, nos escupió en la cara, nos abofeteó y desgarró nuestras prendas. Otros practicantes y yo fuimos llevados más tarde a la oficina de enlace del departamento de policía de la ciudad de Chaoyang, en Pekín. Nos registraron el cuerpo y se llevaron los 300 yuanes que llevaba encima. Al día siguiente, con las manos esposadas comos si fuéramos criminales, fuimos enviados a Beipiao. Fui interrogado bajo torturas en la comisaría de policía de Chengguan y luego me llevaron al centro de detención de Liangshuihe.

Los practicantes fueron encerrados en celdas separadas. El 26 de abril, hice una huelga de hambre para protestar contra la ilegal persecución. Al tercer día, me alimentaron forzosamente con agua salada. En trece días me alimentaron así 4 o 5 veces. Fui torturado hasta perder el conocimiento, entonces, me enviaron al hospital. Me pusieron sobre una fría cama de madera. La policía ordenó al preso Dong poner botellas de agua hirviendo sobre mi cuerpo y como consecuencia sufrí graves quemaduras. Las cicatrices son todavía visibles dos años después. (Ver las fotos.)


Fui hospitalizado durante más de diez días. Después autorizaron a mi hijo a llevarme a casa con el fin de evitar ser considerados responsables de mi estado. Pero la oficina 610 no me dejó tranquilo y venía frecuentemente a mi casa para molestarme y hostigarme. Un día, Pei Hua vino a mi casa con varias personas, incluido un periodista de una emisora de TV, para hacer presión sobre los miembros de mi familia. Amenazaron a mi esposa diciendo: "Si tu marido no renuncia a la práctica de Falun Gong, tu hijo será despedido de su trabajo”. Mi esposa sufrió un ataque cardíaco debido al susto y los nervios, lo que le causó más tarde problemas psicológicos. Me forzaron a escribir un informe de garantía y me forzaron a prometer en la televisión que no practicaría más Falun Gong. Comencé a llorar y contra mi voluntad dije que no lo haría más. Esta persecución nos costó entre 4.000 y 5.000 yuanes, causando un sufrimiento muy grande en mi familia. Fui condenado a tres años de trabajos forzados pero liberado bajo fianza para recibir tratamiento médico.

En mayo de 2002, tres policías vinieron a mi casa y me llevaron a la fuerza a la tercera clase de lavado de cerebro organizada por Pei Hua de la oficina 610. Allí me negué a escuchar, a escribir ningún informe de garantía o " ser reeducado”. Poco tiempo después, me llevaron a un centro de detención. Al día siguiente, me enviaron al campo de trabajos forzados de Xidayingzi en Chaoyang. En un control de salud encontraron que tenía hipertensión. Se negaron a aceptarme y me enviaron a casa. Los practicantes que no seguían la clase de lavado de cerebro fueron condenados a pagar de 1.000 a 1.500 yuanes. Me retuvieron durante cuatro días y me robaron 200 yuanes.

En noviembre de 2002, en la celebración del 16º Congreso Nacional, los oficiales de policía Bian Shugen, Zhang y Zeng me secuestraron de nuevo y me llevaron a la comisaría de policía. Trataron de amenazarme diciendo: "Te dejaremos volver a casa sólo si te prometes no practicar más Falun Gong". Dije: "Continuaré practicando hasta el fin. ¿Por qué debo renunciar a practicar algo que es muy bueno?" Así que me enviaron al centro de detención de Liangshuihe y me retuvieron allí durante quince días.


Versión en chino disponible en:
http://www.minghui.ca/mh/articles/2005/1/19/93830.html

Versión en inglés disponible en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/1/29/57012.html

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