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Aunque ya estamos a mediados de febrero, el oeste de Suiza todavía está cubierto de nieve con un viento glacial. El 19 de febrero, algunos practicantes de lengua alemana desafiaron el frío y organizaron una exposición anti tortura en Murten y en Shwyz. La gente estaba absorta leyendo los paneles informativos y viendo los métodos de tortura utilizados sobre los practicantes de Falun Gong en China en un cruel intento de hacerles renunciar a su creencia. Expresaron su indignación frente a la persecución de 100 millones de personas, lanzada por el antiguo dirigente chino Jiang Zemin y ejecutada por el Partido Comunista. También expresaron una gran simpatía hacia los practicantes que perdieron a su familia, su trabajo, su casa y hasta su vida en esta campaña de genocidio que dura desde hace casi seis años. Estas personas vinieron para pedir folletos de Falun Gong, escucharon a los practicantes hablar de la persecución y firmaron la petición que apela para el fin de estos abusos horribles de los derechos humanos.
Lo que sigue son algunos de los episodios acaecidos durante el evento:
Quitadle las cadenas
Una señora se acercó a nuestro stand. Cuando vio a alguien disfrazado de policía chino y que simulaba un acto de tortura sobre un practicante de Falun Gong se puso furiosa y dijo: «¡Detenga su sórdida acción!» Otro señor que veía a una practicante atada sobre un “banco del tigre” dijo: «¡Por favor, quitadle las cadenas y la cuerda!» Los practicantes piensan que la simulación de los métodos de tortura es un medio extremadamente eficaz para que la gente conozca las violaciones de los derechos fundamentales de los practicantes.
Un vendedor de alfombras comprende la verdad
No lejos de nuestro stand había una tienda de alfombras. El propietario estaba conmovido al ver a los practicantes utilizar su tiempo libre y su dinero para imprimir folletos y desafiar la nieve para venir a distribuirlos gratuitamente. Los practicantes le dijeron que Falun Gong era bueno y la persecución depravada. Asintió y les pidió escribir en caligrafía china las palabras Verdad, Compasión y Tolerancia y lo colgó muy alegre en su tienda. Luego los invitó a calentarse y a beber algo caliente.
Un funcionario del gobierno de Murten vino para manifestar su apoyo
El gobernador local que dio la autorización para la exposición vino al final de las actividades. Dijo: «¡Lo han hecho verdaderamente muy bien! Ustedes han justificado el significado de esta exposición y han encarnado la Verdad, la Compasión y la Tolerancia para con nuestros ciudadanos por su conducta y su actitud. ¡Estoy muy feliz y se lo agradezco mucho! Vi a muchos de ellos firmar la petición para apoyar y estoy seguro que lo conseguirán.»
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