Falun Dafa salvó mi vida

Me llamo Wang Huijun y tengo 73 años. Vivo en un pequeño distrito del Complejo Residencial Universitario del Transporte de Sichuan, distrito de Jinniu de la ciudad de Chengdu. Me convertí al budismo en 1987.
Sufrí de tensión durante varios años. El 17 de septiembre de 2004 sangré abundantemente evacuando una necesidad. Mi hija me llevó a las urgencias del Tercer Hospital de la ciudad de Chengdu donde se me diagnosticó un cáncer del estómago y de colon. Ambos cánceres se declararon simultáneamente. Si me opero, las células cancerosas se propagarán muy rápidamente y las medicinas orales y las inyecciones sólo disminuirán temporalmente el dolor.

La única cosa que podía hacer era esperar a la muerte. En aquella época cada vez que evacuaba había un barreño lleno de sangre. Estaba decaída, muy débil y no lograba moverme. Fui encamada y necesitaba la asistencia de dos personas para ayudar a moverme. Era como si estuviera paralizada.

Mi enfermedad prosiguió hasta septiembre de 2004. Antes del final de mis días, quise ver a mi hermana de 82 años de la ciudad de Ziyang. Para satisfacer mi voluntad, mis hijos me trajeron a casa de mi sobrina a Ziyang. La Sra. Zhang de la misma unidad de trabajo que mi hermana me vio y quedó muy preocupada por mi salud. Me dijo que practicaba Falun Gong. Dijo que la compasión del Maestro y Falun Dafa podían salvarme. Si recitaba en silencio “Falun Dafa es bueno" y "Verdad, Compasión y Tolerancia son buenas", iba a reencontrar la salud.

No lo creí. Me dije «Recité a Buddha Amitabha durante 17 años; jamás vi a un Dios, un Buda o un Bodhisattva tan eficaz». Además empleé muchas palabras calumniosas hacia Falun Dafa. Todas las personas de la familia de mi hermana me dijeron: «Tu enfermedad es demasiado grave, deberías pronunciar estas palabras. La practicante dice la verdad y fuimos testigos de la curación de dos personas enfermas. ¡Falun Dafa es efectivamente grandioso!». Me dije por qué no probar después de todo, comencé a recitar silenciosamente “Falun Dafa es bueno, Verdad, Compasión y Tolerancia son buenas” desde el fondo de mi corazón. Ocho días más tarde (por la tarde del 22 el septiembre) me sentí de repente bien y mi cuerpo se calentó. Quise levantarme para andar. Logré de hecho levantarme y salí fuera. Luego oí a todos los miembros de la familia de mi hermana gritar al unísono «Falun Dafa es bueno». Estaba de nuevo sobre los pies. Ya no sangraba evacuando. Hasta lograba hacer los quehaceres domésticos.

El 29 de septiembre, estaba completamente curada y eché medicinas por un valor de 1.000 yuanes al cubo de la basura.

El 12 de octubre, tomé un autobús para volver a Chengdu sola. La alegría inesperada de mi familia atrajo a nuestra casa a los vecinos, los amigos y la gente que creía en el Budismo. Ciertas personas me preguntaron: «¿Cómo salvaste tu vida?» Otros preguntaron bromeando: «¿Cuánto diste para engañar a la muerte?» Dije: «No fui al hospital, no tomé medicinas y no recibí inyecciones. Falun Dafa me salvó. Todo lo que hice es recitar «Verdad, Compasión, Tolerancia y Falun Dafa son buenos» durante ocho días y todas mis enfermedades desaparecieron.

Es así como la inmensa mayoría de nuestros compañeros budistas se enteraron del incidente. Aproximadamente veinte personas comenzaron a recitar «Falun Dafa es bueno»; «Verdad, Compasión y Tolerancia son buenas.» Un tiempo más tarde, varias personas curaron sus enfermedades. Todos dijeron que habían sido determinados en practicar Falun Gong y que necesitaban también una justa práctica de cultivación.

Hoy hago un viaje especial hacia la ciudad de Ziyang para agradecer a la Sra. Zhang el consejo que me dio y que me salvó la vida: repetir “Falun Dafa es bueno” y “Verdad, Compasión y Tolerancia son buenas», para pedirle a alguien escribir mi historia con el fin de que esto pueda ayudar a otras personas a ser salvadas, para buscar libros de Falun Dafa y pedir que alguien me enseñe las cinco series de ejercicios.
¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Compasión y Tolerancia son buenas!