A mediados de mayo, los practicantes de España llegaron al municipio de Parla para realizar actividades de esclarecimiento de la verdad y en contra de las torturas. Comparado con las ciudades anteriormente visitadas, Parla es un municipio relativamente pequeño, sin embargo, también ocurrieron varias anécdotas conmovedoras.
Los policías firmando la petición de apoyo | Una señora sosteniendo una hoja llenas de firmas de sus amigos y vecinos |
Los guardias de seguridad de la estación del tren firman en señal de apoyo | La gente, muy sorprendida por la persecución en China, firma manifestando su apoyo hacia Falun Dafa |
Al comenzar la actividad, los policías son los primeros en firmar el apoyo
Cuando los practicantes acababan de colocar las fotos y las mesas en una pequeña plaza frente a la estación de tren de Parla, llegó un coche patrulla de la policía. Dos policías bajaron para preguntar qué estaban haciendo. Los practicantes les explicaron sobre la brutal persecución contra Falun Gong que está ocurriendo en China y que la actividad consiste en llamar la atención de la gente para ayudar a poner fin a esta persecución. Al escucharlo, un policía dijo: “Un genocidio no debe ser posible en el siglo XXI. Podéis seguir, normalmente para actividades se debe solicitar previamente un permiso, pero vuestro caso es realmente especial.”
Cuando los policías volvían al coche, un practicante les dijo: “Podéis mirar las fotografías expuestas allí, así entenderéis mejor la situación real de la terrible persecución en China.” Los policías se dieron la vuelta para ver las fotos. Aunque acababan de saber sobre la persecución en China y ante las chocantes fotos de los practicantes victimas de las torturas, quedaron profundamente sorprendidos. Tras leer los textos explicativos, fueron a la mesa de firmas y dijeron: “No pensábamos que la situación fuera tan grave. Normalmente, no nos está permitido firmar cuando vamos de uniforme, sin embargo, esta vez nuestro corazón nos dice que tenemos que hacerlo. Nuestros compañeros y la gente también entenderán porque lo hacemos.”
Un comunista español: Me siento indignado y avergonzado
Un señor, después de mirar las fotos y leer el folleto dijo a los practicantes, “Soy comunista. Es vergonzoso e inaceptable esta persecución tan cruel en China. Como comunista, me siento indignado y avergonzado. Diré a todos mis familiares, amigos y a otros comunistas españoles lo que están pasando en China.”
Una señora de buen corazón
Después de ver las fotos, una señora de buen corazón fue inmediatamente a preguntar a los practicantes cómo podía ayudar a los practicantes de Falun Gong en China. Cuando supo que podía ayudar con su firma, pidió varias hojas y dijo a los practicantes: “Mi casa esta cerca de aquí, voy a llevar estas hojas para que mis familiares y mis vecinos firmen.” Al cabo de poco tiempo, esta señora volvió con las hojas llenas de firmas y dijo a los practicantes que había contado sobre la persecución en China a sus familiares y vecinos y que más de 40 personas firmaron para ayudar a poner fin a esta persecución.
Guardias de seguridad de la estación de tren
Nuestra actividad fue realizada en una pequeña plaza frente a la estación de tren de Parla. Al iniciarla , dos guardias de seguridad nos observaban desde lejos. Un practicante fue a entregarles los folletos. Un poco más tarde, los dos guardias vinieron rápidamente a la mesa para firmar la petición. Un guardia dijo: “Según las normas, no podemos participar en ninguna actividad mientras estamos de servicio, sin embargo como persona, no puedo mantenerme en silencio ante un genocidio y una matanza de tal magnitud. Además siento la responsabilidad de ayudar a poner fin a esta persecución en China.”
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