¡Saludos al venerable Shifu! ¡Saludos a los compañeros practicantes!
Desde que empecé la práctica hace casi cuatro años diferentes experiencias y vivencias han ido sucediendo en el camino de mi cultivación. Ahora quiero compartir con vosotros algunas experiencias que han mercado un cambio importante en el avance y la evolución de mi cultivación.
Cuando conocí Dafa estaba en una situación bastante complicada por diferentes motivos. Por un lado tenía un trabajo agobiante y por otro mi salud se estaba deteriorando. En medio de este barullo, un día decidí cambiar de vida y tomé la decisión de abandonar el trabajo, buscarme otro y recuperar la salud. Los médicos me hablaban de la necesidad de una intervención quirúrgica porque los miomas que arrastraba desde hace un tiempo se agravaran debido a la situación de estrés y se presentaban con otras complicaciones como el colesterol, la anemia, trastornos de aparato digestivo y síntomas de depresión. Sin embargo, como coincidía con una huelga bastante severa de los médicos del hospital, decidieron posponer mi operación a unos meses y mientras tanto someterme a un tratamiento.
Justo en este momento conocía Falun Dafa a través de un practicante y me pareció tan interesante todo lo que él me comentaba de la cultivación que quise probar y así empecé a practicar los ejercicios en su casa. ¡Que poco imaginaba los cambios tan grandes que iba a haber en mi vida a partir de este momento!
El cambio fue rápido y sorprendente. La recuperación de mi salud no se hizo esperar mucho y enseguida empecé a notar mejoría. Mi cuerpo estaba más ligero, ya no me sentía tan pesada, los dolores de cabeza que eran constantes habían desaparecido y la comida ya no me hacía daño. Por otra parte, la práctica me gustaba mucho porque interiormente me hacía sentir muy bien. Era algo así como cuando estás mucho tiempo fuera de tu casa y un día regresas para estar con tu familia. Me sentía más segura. Los medicamentos estaban todos guardados en una bolsita, que más adelante fueron al lugar de reciclaje para los países del tercer mundo. La práctica había empezado ya a transformar mi vida y este punto fue importante para mí porque me abría las puertas para después asimilar y entender otros aspectos de la cultivación más adelante.
Al cabo de unos meses cuando regresé nuevamente a la consulta del médico, y al ver éste los resultados tan buenos, se quedó sorprendido y después de unas observaciones, pensó que de momento no era necesario operarme, sin embargo me dijo que tenía que seguir bajo control. Yo realmente sabía que estaba mucho mejor, pero esta confirmación del médico me hizo sentirme feliz y sobre todo me afianzó más aún en la fuerza prodigiosa de Dafa. Me dio cita para una próxima visita, pero ésta no se llegó a producir porque no hizo falta.
Yo seguía practicando y a la vez que experimenté esta gran mejoría, comenzaba también a observar los cambios en mi interior, la práctica junto con el estudio de la Ley empezó a cambiar mis sentimientos y sobre todo empezó a cambiar las formas y los matices de las cosas a mi alrededor. El bullicio mental que siempre había arrastrado empezó a calmarse, la necesidad de buscar o experimentar nuevas cosas había desaparecido, la disconformidad por tantas cosas también y el entorno se volvía más apacible. Recuerdo un día, era sábado por la mañana y tenía que hacer la limpieza de mi casa; cuando me estaba preparando para ello, me invadió una sensación de armonía con todo mi entorno y sobre todo con aquello que cogía en mis manos. De repente todo se volvía perfecto a mi alrededor. Era una sensación nueva y a la vez diferente, que nunca antes lo había experimentado. Se podría resumir en algo así como una “paz inmensa”. Era un sentimiento mágico que lo vivía por primera vez y se manifestaba en este contexto tan simple como solitario, y entendí que estos eran los beneficios que me llegaban a través de la cultivación.
Estas vivencias y cambios que estaba experimentando estaban empezando a tener un significado grande porque me hacían comprender que la enseñanza que me estaba ofreciendo el Maestro era realmente bueno y aunque todavía había cosas que no alcanzaba a entender, yo sabía que si seguía cultivándome un día lo entendería. Por lo tanto ya no había lugar para las dudas y empezaba a cerciorarme de la grandeza de Dafa. Ya empezaba a tener base y fundamento para continuar en la cultivación sin detenerme y explicar a los demás que Falun Dafa era lo más grande que yo había conocido. Fue en esta época cuando tome la decisión de dedicarme plenamente a la cultivación por lo tanto, mi viaje de regreso y mi compromiso interior con Dafa, comenzaba aquí.
Una nueva etapa empezaría a partir de este momento en mi camino de practicante. Si hasta ahora estudiaba la Ley una vez a la semana con los compañeros, ahora comenzaba a estudiar todos los días 1 capítulo entero con otros practicantes y de una manera paralela empezaba también a colaborar en el sitio web de clearharmony. Esta colaboración con el sitio junto con el estudio de la Ley, abrió nuevos horizontes en el mundo de mi cultivación.
Como en el trabajo de la página estaba constantemente leyendo artículos de otros practicantes enseguida empecé a notar cambios en mí. Empecé a ver que también los otros compañeros tenían dificultades y que no diferían mucho de los míos. Los entendimientos de otros practicantes y sus experiencias me han ayudado mucho a entender cómo manejarme en el trabajo y el mundo en general con la gente común, pues aquí a veces se me presentaban verdaderos conflictos originados por un no saber cómo hacer y que la mayoría de las veces optaba por el silencio. Así podía ver cómo lo hacían ellos y cada artículo que revisaba o traducía se convertía en un nuevo aprendizaje.
Por otro lado, los artículos sobre la persecución me han hecho tomar una nueva conciencia y empecé a sentir la necesidad de que la gente que está a mi alrededor conozca también este hecho. Empezando por la familia, compañeros de trabajo y amigos. Recuerdo que al principio cuando hablaba a alguien sobre Dafa, lo hacía desde la perspectiva de la salud y el bienestar, ahora no puedo separar una cosa de la otra. No puedo hablar de Dafa sin hablar de la persecución. Y al mismo tiempo como practicante, he sentido que tenía que esclarecer los hechos involucrándome más no sólo en trabajos de difusión repartiendo folletos o incluso la misma página web, sino también manifestándome con otros practicantes en diferentes municipios de la Isla.
Posiblemente este apartado de trabajo para la página, ha marcado un antes y un después en mi cultivación. De hecho, a partir de ahí, casi al año de estar colaborando, han empezado a surgir una serie de actividades, que además eran cosas diferentes que hasta ahora no había hecho y que en definitiva, están todas orientadas a hacer una mayor difusión de Dafa, dar a conocer la persecución y ayudar a salvar a un mayor número de personas.
Por ejemplo en el mes de Marzo de este año, tuve la oportunidad de ir junto con otros compañeros de práctica, a unas jornadas que se celebraban en Maspalomas (sur de la isla) con motivo del Día Internacional de la Mujer. Desde el primer momento acepté colaborar en este proyecto porque me pareció una gran oportunidad de llegar a más gente. Esto me hizo sentir una gran responsabilidad. Por otra parte, era la primera vez que iba a hablar delante de tanta gente y sentía respeto, sabía que esto me iba a costar mucho pero en ese momento, las palabras del Shifu reflejaron en mi cabeza “aquello que parece imposible de hacer, uno es capaz de hacerlo” así que me dije a mí misma: “Sí, puedo hacerlo, porque es lo que tengo que hacer”. Sólo la fuerza de Dafa me podía empujar a hacerlo y sólo la fuerza de Dafa me podía desechar el miedo y las preocupaciones.
A raíz de esto, surgió un grupo nuevo de práctica en el Municipio de Telde, que está a unos 20 Km. de la ciudad. Se trata de un colectivo de una Asociación de Mujeres que han querido empezar a practicar y ellas mismas se han encargado de difundirlo en el pueblo repartiendo folletos, a través de programas de radio e incluso de una TV local que fue al parque a gravar los ejercicios. El programa fue televisado varias veces durante la semana, lo que permitió a muchos ciudadanos locales venir al sitio de práctica para aprender los ejercicios.
Así, de pronto me vi frente a un grupo de personas que no sólo querían aprender los ejercicios sino también continuar la práctica. Nuevamente sentí en mi interior una gran responsabilidad y sobre todo, que en la enseñanza de los ejercicios tenía que transmitirles la esencia de Dafa. Para mí está siendo una experiencia importante porque por un lado, esta responsabilidad me mantiene muy alerta en el cumplimiento de las cosas que debo hacer y por otro, al recordarles por ejemplo que deben mantener una actitud compasiva, u otras cosas, siento que resuena en mi interior también con más fuerza.
A continuación me gustaría también compartir con todos otra experiencia de cómo descubrir los apegos y cultivar a sí mismo a través de las actividades.
Durante el estudio de Fa e intercambios que realizan el grupo de los practicantes de España cada domingo a través de Internet, un compañero practicante dijo que había una nueva actividad para realizar que consistía en poner en venta en las librerías el libro Zhuan Falun, y aún hoy recuerdo sus palabras cuando dijo: “hay sitios donde hay gente predestinada y nosotros a lo mejor no podemos llegar a ellos; si el libro está en las librerías, el Maestro dirigirá a las personas al lugar y la Ley llegará también a ellos”. Recuerdo que cuando lo estaba escuchando me pareció tan necesario e importante que aún sin saber cómo sentí que lo tenía que hacer y que esa actividad era también parte de mi cultivación. Después de visitar varias librerías de mi ciudad, los resultados fueron muy positivos y hoy “Zhuan Falun” en español está ya en venta en tres librerías de la Isla y el distribuidor ha hecho un pedido mayor para abastecer a otras.
A la vista de los resultados, recuerdo que un día después de una entrevista, caminaba por la ciudad con mucha satisfacción y observando en mí este corazón de alegría me planteé algunas cuestiones como por ejemplo: ¿De donde viene este contento? ¿estoy así porque realmente se amplia la posibilidad de salvar a más gente? ¿Realmente me sentiría igual si la respuesta hubiera sido negativa? Y con estos interrogantes y otros similares, me adentré en mi interior con un corazón sincero y de pronto recordé aquel momento en que me comprometí interiormente a emprender el viaje de regreso y al comparar aquel sentimiento tan grato con esta alegría, que también era muy grata, pude ver que ambos eran bien diferentes.
Aquello surgió de un silencio, de la “nada” y esto era consecuencia de una “actividad” con resultados positivos. Aquello surgía de una conexión con mi interior y esto venía directamente del exterior. Por otra parte, aquello era bien bonito y profundo y esto aunque era muy positivo también había más inquietud. Había diferencias considerables. Aquí quiero recordar un párrafo de Fa que el Shifu nos dice en el libro de “Zhuan Falun”: “Les contaré una historia de la religión budista: había alguien que con gran esfuerzo se cultivó hasta el estado de luohan. Estaba a punto de completar el fruto verdadero en su cultivación y convertirse en luohan, ¿cómo no iba a sentirse contento? ¡Estaba por saltar fuera de los tres reinos! Sin embargo, esa alegría era un corazón de apego, un corazón de exultación. Un luohan debe mantenerse en wuwei y con un corazón inamovible. Por eso él cayó, su cultivación resultó en vano y debió comenzar a cultivarse nuevamente. Tuvo que reanudar su cultivación y después de muchos esfuerzos llegó otra vez al mismo estado. En esta ocasión tuvo miedo y recordó: Esta vez no debo sentirme alegre; de otro modo caeré de nuevo. Tan pronto como sintió miedo cayó de nuevo. El miedo es también un tipo de corazón de apego”. Mi entendimiento personal es: siendo un cultivador de Dafa, tenemos que llegar a ser “wuwei y con un corazón inamovible”. En realidad todas las cosas están arregladas por el Maestro, nosotros simplemente las hacemos a través de modos de gente común en el ambiente de la gente común, al mismo tiempo nos estamos cultivando a nosotros mismos, con pensamientos rectos y acciones rectas y actuamos según el estándar del Fa. No debemos tener miedo por las dificultades o por no saber hacer una cosa; tampoco hay que alegrarse el corazón cuando obtenemos buenos resultados; solo así lograremos como dice Shifu: Sin apegos a nada, el camino bajo los pies abre por sí mismo”. (Hong Ying 2)
Así despacito, pude reconocer en mí algunos apegos de exultación y ostentación al igual que pude ver también algunos sentimientos de miedos. En todo ello, vi que el ego estaba muy presente sin yo saberlo y esos sentimientos de apegos estaban con un disfraz tan adecuado, que si antes no hubiera experimentado esas ráfagas de “paz” manifiesta por la poderosa fuerza de Dafa, difícilmente aquí hubiera podido reconocerlos y parar para hacer esta reflexión. Me ha servido también para entender que aprovechar las oportunidades de trabajo que se van presentando y tener iniciativas, significa tener más oportunidades de ver el fondo de los apegos que a lo mejor fuera de esta ocasión, no se llegan a ver.
Aprovecho desde aquí para agradecerle profundamente al Shifu esta oportunidad que me ha dado para salvarme, por enseñarme los principios universales de Verdad Benevolencia y Tolerancia y por cuidar de mí en este camino de la cultivación.
Agradezco también a todos los compañeros practicantes su presencia y su complicidad en este camino que juntos estamos realizando. Ruego me hagan ver cualquier error o equivocación que por mi parte haya cometido al escribir estas líneas.
Heshi
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.