El 8 de julio de 2005, los practicantes parisinos y provinciales, se encontraron en Rouen para explicar a la población cómo el Partido Comunista Chino trata a los que siguen los principios de Falun Gong "Verdad, Benevolencia y Tolerancia” en China.
Se instalaron en la plaza del Viejo Mercado. Después de desplegar las banderolas que revelan la persecución, mostraron algunos de los numerosos métodos de tortura utilizados, para intentar que los practicantes renuncien a su creencia.
Un poco más lejos algunos hacían los ejercicios de Falun Gong al sonido de una música dulce que contrastaba con la paz de la práctica y la violencia de la tortura. Otros distribuían información. Los practicantes recogieron también firmas para pedir que Jiang Zemin sea llevado ante el tribunal de justicia.
Una practicante hacía flores de loto todo el día. A menudo, cuando los practicantes ofrecían estas flores, la gente se quedaba un tanto emocionada y a veces les brotaban algunas lágrimas de sus ojos.
Una persona de Kabyle estuvo durante un largo tiempo hablando con una practicante. No podía suponer que semejante crueldad pudiera existir todavía en nuestros días. Y sin embargo, había vivido cosas difíciles y crueles en Kabylie.
Una mujer alemana que no hablaba francés intentó conversar con dos practicantes que no hablaban alemán. A pesar de la barrera de la lengua, comprendió bien el horror y la aberración de esta persecución dirigida hacia los apacibles y dulces practicantes. Al separarse de las practicantes, dijo con palabras y gestos: "no tenemos problemas de lengua. Hablamos con nuestros ojos y nuestros corazones”.
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