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La séptima división del departamento de policía de Harbin es un centro de detención. Ningún familiar de los detenidos tiene autorización para venir a visitarlos, incluidas las familias de los practicantes de Falun Gong detenidos ilegalmente allí, ni tampoco están autorizados a enviarles cosas de su casa.
Las familias vienen al almacén para tener noticias de los practicantes que son retenidos aquí. Pagan a los empleados por los artículos y reciben a cambio recibos. Luego les piden a los empleados remitir los artículos a los practicantes. Cuando los practicantes reciben los artículos firman los recibos que son devueltos a los miembros de la familia que a veces tienen bastante suerte por encontrar algunas palabras extras cerca de las firmas. Pero la mayoría de las veces las palabras son cortadas.
Los precios adoptados por la tienda son muy caros. Las manzanas cuestan 3,5 yuanes por Jin (1,1 libra) y las pequeñas sandías cuestan 6 yuanes cada una. Un conjunto de cepillo de dientes cuesta 15 yuanes y la ropa es extremadamente cara. Una caja de tallarines instantáneos cuesta 20 yuanes en una tienda mientras que aquí cuesta 60 yuanes. Ciertos artículos cuestan el 50 % más caro del precio normal y otros cuestan incluso dos veces más caros que el precio normal.
Algunas familias preguntaron a los empleados si los miembros de su familia siempre estarán detenidos aquí. Los empleados les respondieron: "Sí", por eso las familias les compraron varios artículos y pidieron a los empleados remitírselos a los practicantes. Pero cuando los empleados volvieron, no les devolvieron los recibos a las familias. Cuando las familias reclamaron los recibos, los empleados dijeron que los practicantes habían sido trasladados. Sin embargo cuando las familias reclamaron los artículos que compraron, los empleados se negaron. El día en que yo también vine de visita hubo dos casos semejantes. Los empleados cerraron la puerta y salieron a desayunar. Cuando la tienda abrió después de mediodía, ambas familias comenzaron a discutir con los empleados. En otro caso, una familia pudo recuperar un gran número de artículos que compró pero faltaban ciertos artículos entre ellos un conjunto de cepillo de dientes y detergente. Se enfrentaron con los empleados que finalmente trajeron los artículos faltantes diciendo que los habían olvidado. ¿Realmente lo habían olvidado? Los practicantes dijeron a menudo a sus familias que no recibían los artículos de primera necesidad. Las familias piensan que la mayor parte de los detenidos carecen de artículos de primera necesidad. De hecho, los empleados no les remiten a los practicantes los artículos comprados por la familia. Tal era la situación en la primavera de 2003.
La inmensa mayoría de los empleados que trabajan en la tienda están emparentados con los funcionarios de policía del centro de detención. Sus familias tienen rentas confortables, pero esto no les impide desviar, extorsionar y engañar a los practicantes.
Versión en inglés disponible en:
http://clearwisdom.net/emh/articles/2005/10/10/65733.html
Versión en chino disponible en:
http://minghui.ca/mh/articles/2005/9/10/110130.html
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