Estimados Editores y Escritores del New York Daily News,
Por favor permítanme presentarme, mi nombre es Alejandro Nadal, soy un cineasta español que descubrió el grupo espiritual Falun Gong hace un año y decidió hacer un documental sobre la persecución a este grupo en China, en el cual estoy trabajando actualmente.
Mis padres son también periodistas profesionales comprometidos con la verdad, como todos ustedes, supongo. En esta búsqueda de la verdad creo que es muy importante investigar todos los hechos y comparar todas las informaciones. Esto es lo que mi padre (redactor jefe de periódicos y ahora de noticias en televisión) me ha enseñado desde que empecé mis estudios de Ciencias de la Información hace 12 años.
Esta es la razón por la que recientemente pasé dos meses en Estados Unidos, entrevistando practicantes de Falun Gong y también personas no practicantes relacionadas con este tema (políticos, representantes de Amnistía Internacional, activistas de derechos humanos, periodistas americanos que estaban en China en el momento de inciarse la persecución, etc). Encontré a todas estas personas en Nueva York y Washington, y esto es algo de lo que aprendí de ellas:
- Lo primero de todo es que este movimiento espiritual no es una “secta” (como ustedes lo llaman en su artículo), puesto que no cumple los requisitos para ser llamado “secta”.
- Lo segundo es que efectivamente este movimiento está prohibido en China, al igual que cristianos y otros grupos religiosos y grupos pro-democracia (los cuales comparten celdas, torturas y trabajos forzados en campos de concentración). Por supuesto, pueden encontrar informes sobre estos abusos no sólo de Amnistía Internacional o Human Rights Watch, sino también de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. O también pueden entrevistar a personas que han sido torturadas en estos campos, o a familiares de torturados hasta la muerte en estos campos (hay algunas de estas personas en Nueva York).
- Y tercero, ustedes terminan su artículo escribiendo: “Los expertos occidentales están divididos en la discusión sobre si este grupo es un culto. Están también preocupados por el énfasis que los practicantes de Falun Gong ponen en que sus ejercicios de meditación curan enfermedades.” Si estudian la historia de este movimiento, descubrirán que durante los años 1992 y 1993 formó parte de una Exhibición de Qigong en China, donde consiguió los más altos galardones y reconocimientos por parte de la Asociación China de Investigación de Qigong. Algo que no preocupaba al régimen comunista chino, hasta que en 1999 descubrió que había alrededor de 100 millones de practicantes de Falun Gong en China, mientras que el número de miembros del Partido Comunista Chino era de 60 millones en ese momento.
Actualmente hay casi 10 millones menos de miembros del Partido Comunista Chino, gracias a las renuncias de 10 millones de valerosos chinos, que han arriesgado su vida por ello.
Estimados colegas, creo que es nuestra responsabilidad buscar la verdad de cada historia que escribimos o filmamos. Me gustaría pedirles modestamente que por favor investiguen más sobre Falun Gong para futuros artículos sobre el tema. Estaré encantado de ayudarles con cualquier cosa que pueda.
Muchas gracias por su atención.
Les deseo lo mejor.
Alejandro Nadal
Fecha de edición: 30/4/2006
Fecha del artículo original: 24/4/2006
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