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El 20 de abril, el periódico belga Het Nieuwsblad, informó del caso del comercio ilegal de órganos del Partido Comunista Chino. El artículo cuenta que en China, después de que los criminales sean ejecutados, las autoridades venden ilegalmente sus órganos para los trasplantes sin haber obtenido su consentimiento. Estos hechos fueron constatados por la Asociación Británica de Trasplantes.
El artículo dice también que esto implica millones de órganos de personas. Algunos de los criminales son escogidos antes de que ser ejecutados y después de examinados para ver si sus tipos sanguíneos corresponden a los pacientes en espera de transplantes.
Los practicantes de Falun Gong dijeron que eran las víctimas de este comercio ilegal de órganos. En China, los practicantes de Falun Gong son detenidos en diferentes campos de concentración, donde el índice de muertos es extremadamente elevado. Por consiguiente los practicantes de Falun Gong tienen dudas sobre la fuente de estos trasplantes de órganos humanos.
El último mes, el Partido Comunista Chino prometió poner fin a la práctica de la extracción de órganos y la ley que prohibirá el comercio de órganos tendrá efecto a principios de julio. Pero el comercio de órganos es un asunto tan lucrativo que la Asociación Británica de Trasplantes piensa que será difícil poner fin a la venta ilegal de órganos. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del PCC admitió en un discurso que los órganos provenían de presos ejecutados.
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