Leo la mayoría de los artículos de Minghui, PureInsight y, a veces, Clear Harmony, todos los días.
Tengo una cuestión. Si un practicante me dice qué hacer, en vez de sólo dejarme elegir u ofrecerme, si me dan una tarea para realizar o me piden cosas, inmediatamente no lo hago. Solía hacerlo de todas formas y no aprendí nada de ello, a menudo no lo hice muy bien y sólo conseguía sentirme un poco incómodo.
Eso se debía a que básicamente estaba haciendo lo que otra persona pensaba que yo DEBERIA hacer, no algo que nacía de mi corazón. Muchos practicantes me han dicho que es correcto hacer algo que los demás te dicen que hagas, sea que quieras hacerlo o no. Yo hice eso durante tres años.
Después de esos tres años, decidí no hacer más eso, pero, para ese momento, todos los cultivadores estaban aún más ocupados que antes y observé que se desarrolló un hábito que ahora se convirtió en una noción entre practicantes. Cuando “compartimos” experiencias por internet, noté que muchas de ellas eran observaciones de algunos cultivadores sobre otros cultivadores, y que DEBERÍAMOS hacer esto y DEBERIAMOS hacer aquello. Aun cuando las observaciones eran completamente correctas, sabía que había algo que me molestaba, pero todavía no podía descubrirlo.
Un día, mientras tenía un conflicto con un compañero cultivador, lo entendí. Recordé un artículo de Minghui de un cultivador que escribió todo sobre su propia cultivación. La única vez que utilizó la palabra “debería” fue cuando se refería a sí mismo.
Todos los artículos diciendo a los otros cómo comportarse, cómo deberíamos ser así o asá, cómo va esto o aquello, ¡en realidad se están enfocando en los demás! ¡¡Los practicantes han estado escribiendo entendimiento tras entendimiento sobre cómo deberían hacerlo los otros y se han olvidado por completo cómo cultivarse!!
Con esto en mente, comencé a hacerlo mejor en mi cultivación, a pesar de que una reciente pelea con otros cultivadores me dejó con un sentimiento de frustración como si no hubiera esperanzas. Pude ver muchas cosas que ellos estaban haciendo mal, cómo ellos interfieren y muchas otras cosas. También pude ver cómo reaccioné exageradamente y quizás debería haber estado más calmo.
Pero fue recién hoy que, nuevamente, este problema se metió en mi campo. La razón por la que había conflictos entre mí y los demás, ¡era que yo estaba haciendo exactamente la misma cosa que no podía tolerar en los otros! ¡Me di cuenta de que tengo el mismo fuerte apego de decirle a los otros qué hacer! Podría haber sólo compartido mi entendimiento, pero me exalté un poco y reaccioné exageradamente, ¡y les dije a los demás lo que deberían hacer! Cuanto más se enfurece mi mente porque los otros no me escuchan, o no entienden lo que digo, más fuerte se vuelve este comportamiento dictatorial. ¿No es exactamente como el PCCh? ¿Acaso el PCCh no le dice a todo el país, e incluso a todo el mundo, qué hacer, a dónde ir, cómo vivir, cómo pensar, quién vive y quién muere? ¿Acaso eso entonces no indica que la maldad anda merodeando? Simplemente yace sobre mi autocomplacencia como una capa, ¡porque no me di cuenta de mi continua necesidad de decirles a los otros qué hacer! Ahora puedo verlo. Por eso me siento tan frustrado, porque pensé que ellos debían hacer algo y no lo hicieron, así me convertí en un dictador.
Lo que inició mi entendimiento fue mi observación de no hay compasión al decir la verdad sólo para expulsarla de tu pecho. Y eso llevó al entendimiento de que yo debería prestar atención a cultivar mi carácter, no mi comportamiento.
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