Hoy me dijo una colega, “estos días luces más y más sensual”. Ella pensó que me estaba admirando, pero me sentí muy incómoda. ¿Por qué la gente quiere sentirse sensual, por qué piensan que estar así es bueno? Ésta es una reflexión de extrema desviación en los deseos de la gente moderna; ellos juzgan a una persona desde el ángulo de su apariencia sensual en vez de hacerlo desde la virtud. La sensualidad se ha convertido en un tema de conversaicón común en el mundo de hoy.
Estoy pesando cerca de 71 kilos y mi estatura alcanza 1,55 metros. Hoy las ropas tienden a ser apretadas para sobresaltar la silueta de uno, y a menudo no encuentro ropa de mi gusto, me siento avergonzada y ocasionalmente pienso que debo adelgazar.
Durante el mes de agosto sólo comí vegetales y frutas en la merienda y perdí varios kilos haciendo ejercicios. Me sentí tan feliz de poder vestir ropas que no podía ponérmelas antes de perder peso y un tanto incómoda por la situación, pero no le puse mucha atención.
En la sociedad de hoy, perder peso se ha vuelto una tendencia. Todos tratan de lograrlo: los viejos y los jóvenes, hombres y mujeres, los gordos y los no tan gordos. Como resultado, los centros y programas para adelgazar han proliferado por todos lados. Cómo perder peso, qué comer, y cómo hacer ejercicios es de lo que todos hablan en estos días. Fui influenciada profundamente por esta tendencia pero me di cuenta que no sólo es un deseo, sino una forma de pensar, y medí muchas cosas con este estándar.
Por ejemplo, si alguien me ofrecía un helado, mi primera reacción era pensar que al comerlo yo aumentaría de peso. Esto fue un apego que no lo reconocí. Mi dieta se centraba en adelgazar. Noté que muchas mujeres, incluso compañeras practicantes, tienen pensamientos similares. A menudo escuché a algunas decir: “recientemente he aumentado 5 kilos por tanto sólo puedo comer vegetales y fruta durante la cena” o, “Tú no aumentas de peso si comes más vegetales”. Pienso que nosotros los practicantes debemos cultivarnos mientras nos conformamos a la sociedad de la gente común, por tanto es equivocado poner atención en cómo lucimos.
Me di cuenta que no interesa si una persona es gorda o flaca. La gente común ha exagerado la importancia del peso. En la antigua China, la gente ponía el acento en la virtud y ética, no en el peso. Pienso que en una sociedad humana normal, la virtud de una persona es más importante que cómo luce él o ella, su silueta, o sus vestidos. La gente debería ser lo suficientemente lúcida para no juzgar a otros por la apariencia de su peso, y tendría que haber ropa adecuada para gente obesa.
Hay muchos ingredientes químicos venenosos en los alimentos de hoy que contribuyen a que la gente engorde. Sin embargo, los químicos sólo funcionan en la gente común. Un cultivador diligente no debe ser afectado por nada, y todo es lo mejor ya que el cuerpo se vuelve más joven y más y más saludable. En otras palabras, si un verdadero cultivador diligente sólo piensa en salvar a seres conscientes y no se preocupa de nada más, naturalmente, todo será lo mejor para él o ella. Conozco a alguien obesa, pero no deja de sentarse con sus piernas cruzadas, es muy bonita, se cultiva muy bien y todos la quieren.
El estándar moderno está muy desviado, equilibrando la belleza con ser delgado. La ropa moderna también está desviada exponiendo mucha piel. Pienso que el deseo de perder peso para una mujer revela los apegos de lujuria y exhibición. Ella pierde peso de tal forma que puede usar la ropa de moda, verse bonita y que otros se sientan atraídos y la admiren. En efecto, la mayoría de la gente no pone atención si otros han ganado o perdido peso. Realmente no hace mucha diferencia ante sus ojos, pero ellos ponen mucha atención en sí mismos, pensando que otros lo pueden notar.
En diferentes tiempos han habido diferentes estándares de belleza. Por ejemplo, el estar gordo era considerado belleza en la Dinastía Tang. Esto nos dice que el concepto de belleza es diferente en tiempos diferentes, gente diferente y sociedades diferentes. En la sociedad de hoy el estándar moral es muy bajo; hay malvados por todas partes. Esta tendencia a perder peso debe ejercer su propio control en otras dimensiones. Si nosotros también deseamos perder peso, eso significa que estamos conscientes de su existencia, y como resultado, podemos estar controlados por aquello. Debemos reconocer claramente esta tendencia desviada y no permitir para nada ser controlados por eso.
Sugiero a todos los compañeros practicantes que se examinen para ver si ellos tienen pensamientos similares. Nuestras mentes deben centrarse en el Fa en todo momento. Debemos poner atención a cada pensamiento individual. Cultivémonos más diligentemente.
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