La practicante de Falun Dafa, Sra. Liu Yuqei, fue sentenciada dos veces al Campo de Trabajos Forzados en la ciudad de Zhuzhou. La primera vez la sentenciaron ilegalmente a un año de prisión, pero el término le fue extendido a dos años. Después que regresó a su hogar, los policías locales de la Oficina 610 la acosaban frecuentemente. La enviaron a un centro de lavado de cerebro, su casa fue saqueada, y la forzaron a abandonar su hogar para evitar la incansable persecución.
Durante el tiempo que estuvo errante, Liu Yuwei reveló la verdad sobre la muerte de la Sra. Chen Ouxiang, torturada a muerte cuando fue sometida a un intenso esfuerzo para “reformarla”. El campo de Trabajos Forzados Baimolong mintió acerca del caso de su muerte, declarando que la Sra. Chen Ouxiang murió debido a enfermedad. Después de su muerte, su cuerpo fue cremado para encubrir evidencias, luego a sus familiares les dieron una caja con restos de huesos y cenizas. La Sra. Liu Yuwei y la Sra. Chen Ouxiang estuvieron juntas por largo tiempo, compartiendo la misma celda y las dos sufrieron de una severa persecución. Liu Yuwei supo la verdad sobre la muerte de Cheng Ouxiang.
En junio de 2005, la Sra. Liu Yuwei fue reportada por distribuir hojas volantes de clarificación de la verdad. Al ver la razón de su sentencia, los guardias de la prisión decidieron tomarla como blanco concentrado la persecución en ella.
A fines de 2006, la enviaron al Equipo Nº 73, donde fue presionada para renunciar a Falun Gong. Los guardias se tomaron turnos por pocas horas, y a seis criminales internos les asignaron el trabajo de lavarle el cerebro. Durante los primeros tres días no le permitieron dormir, lavarse ni ir al baño. Durante este tiempo la forzaron a mantenerse de pie y fue golpeada por seis criminales. Después de tres días, le permitieron ir al baño dos veces al día, pero continuaron con la otra forma de torturas. Los perseguidores escribieron el nombre del Shifu Li sobre sus manos y piernas, y también en el piso y la forzaron a que lo pisara. Ella rechazó hacerlo, por tanto varios criminales la arrastraron a la fuerza para que pisara encima.
Más tarde, los guardias llamaron a más criminales para que la golpearan, y ella fue abofeteada cientos de veces durante un día, vio destellos de luz ante sus ojos, pero no le permitieron cerrarlos; si lo hacía, derramaban agua sobre ella. La Sra. Liu sintió como si estuviera ciega. Estuvo completamente mojada pero no la dejaron cambiarse de ropa. Más tarde, los criminales le quitaron la ropa, la golpearon, y le rellenaron sus partes privadas con pinzas de madera usadas para secar la ropa en el exterior. Los guardias ordenaron a varios criminales mantenerla contra el piso, le sostuvieron sus manos para forzarla a firmar la declaración de garantía. Liu Yuwei rompió el papel en varios pedazos, enfureciendo al policía Wang Jiaojiao.
Después de diez días de continua tortura, los criminales dijeron, “Si continúas rechazando que te lavemos el cerebro, te arrastraremos al baño y te forzaremos a comer excremento y tomar orina.” Ella sabía que en realidad lo harían. No había dormido durante diez días y sus noches, su cuerpo estaba golpeado y lleno de moretones, sus pies hinchados y terriblemente desfigurados. Mientras se llevaba a cabo la tortura física, sus ojos y orejas fueron bombardeados con sonidos muy altos, difamantes VCDs, llenos de mentiras por parte del Partido Comunista Chino en contra de Falun Dafa. Quedó mental y físicamente exhausta.
Pero los guardias no la pusieron en libertad después de eso. Varios guardias y administradores de campos de trabajos la hicieron decir palabras falsas de acuerdo a sus órdenes. Incluso pasaron un vídeo y la forzaron a decir, “Aquí no hay coerción, he sido ‘reformada’ a voluntad”.
Después de eso la Sra. Liu Yuwei fue detenida en el Equipo 71. El líder de equipo Zhao Shuaiqun, junto con otros guardias, trataron de lavarle el cerebro durante otro mes. Dos criminales la torturaron por turnos, forzándola a mantenerse de pie o en cuclillas por largos períodos de tiempo. Derramaron agua sobre su cuerpo y no le permitieron que se cambiara de ropa. Tenía moretones por todo su cuerpo y sus piernas estaban muy hinchadas. Cuando la hinchazón disminuyó, la reenviaron al Equipo 72, donde fue obligada a trabajar más de 10 horas diarias bajo el ardiente sol.
En el Equipo 71 aún sigue la persecución. Los guardias desean obtener buenos resultados con sus lavados de cerebro para que le den bonos. No les importa si el lavado de cerebro es falso. Se dice que una practicante de Falun Gong llamada Yao fue torturada hasta que cayó en coma, y otra que estaba en sus 50 años fue empujada a un colapso mental.
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