Los días que pasé con el Shifu en Harbin

Siempre que recuerdo el tiempo que pasé con el Shifu, una calidez surge dentro de mí. Son recuerdos eternamente inolvidables.

En agosto de 1994, fui lo bastante afortunada para asistir a las conferencias del Shifu en el Estadio de Hockey de Harbin. El Shifu era tan compasivo, amable, puro y afectuoso. Para salvar seres conscientes, no creo dificultades, viajó por todas partes y uso el lenguaje más simple, pero habló de la ley universal más profunda y guió genuinamente a la gente hacia altos niveles. Estuve profundamente conmovida por el amplio y profundo Fa y entendí el propósito de ser humano y para lo que vivía. Mi visión de la vida cambió.

Cuando entré en la clase, todo mi cuerpo se sintió bastante ligero, tal como el Shifu dijo:

"sentirás tu cuerpo muy liviano, y caminarás como si el viento te empujara. En el pasado te fatigabas con sólo dar unos pasos; ahora te sientes ligero, no importa cuánta distancia camines. Si montas en bicicleta, sientes como si alguien te empujara; al subir la escalera, sin importar qué tan alto sea el edificio, no te cansas. Está garantizado que ocurre de esta manera." (Zhuan Falun)

Antes de que empezara a practicar, tenía muchas dolencias: una enfermedad cardiaca, artritis, problemas estomacales, una lesión en el músculo rotatorio y una contusión; estaba desesperada de la vida. Durante la conferencia del Shifu, mis dolencias desaparecieron sin dejar rastro. Personalmente sentí la compasión del Shifu y presencié la maravilla de Dafa. Es el Shifu quien me salvó, me rescató del infierno, purificó mi cuerpo y me dio una vida completamente nueva. Entendí la razón para retornar al verdadero origen de una. Creía firmemente en el Shifu y en Dafa.

Antes de empezar a practicar Dafa, no podía caminar más de un li (0,5 Km.), a veces el latido de mi corazón se aceleraba y solía desmayarme. Durante el quinto día de la conferencia, fuimos a la Isla Sun a unos treinta li de distancia. Caminaba cerca de la parte delantera y mi cuerpo era muy ligero y podía moverme como el viento. Estaba tan contenta que casi gritaba, "¡Dafa es maravilloso!" vi al Shifu caminando por delante de nosotros. Ascendí y vi que el Shifu era muy alto y afectuoso y emitía una luz pura y brillante. Levanté la vista y pedimos, "Shifu, vinimos desde tres mil li para aprender Falun Dafa. ¿Podremos hacernos una foto con el Shifu como recuerdo?"

El Shifu sonrió y nos concedió nuestra petición. Después de que nos hicimos una foto, todos seguimos al Shifu y no queríamos dejarlo. Estábamos muy excitados y la felicidad que sentíamos estaba más allá de las palabras.

Fui nuevamente a la conferencia en el Palacio de Cultura en Harbin. Me senté en la mitad de la segunda fila, justo enfrente del Shifu. Recuerdo que el Shifu nos dijo con su voz resonando, "Si vuestro cuerpo ha sido purificado, pensad en vuestros familiares." Yo estaba pensando en mí marido. Mí marido fue quien me habló sobre la conferencia y tenia una grave enfermedad cardiaca en esa época y no podía asistir a las clases. El Shifu nos dijo, "contaré uno, dos, tres y entones golpeareis con vuestros pies." Yo levanté la vista y el Shifu movió su mano en círculo, enviando una luz multicolor. Realmente era la luz Fo iluminando por todas partes. Cada practicante tenía luz sobre él o ella. El Shifu nos dijo que las enfermedades de nuestros familiares se habían ido.

Cuando regresé a casa después de la conferencia, mi marido estaba muy bien de salud y lleno de vitalidad. Dije a mi marido que fue el Shifu quien le curo. Han pasado más de diez años de eso, mi marido nunca ha tomado ninguna medicina. El también es practicante de Falun Dafa ahora. Esto es lo que experimenté y presencié personalmente.

Han pasado trece años. Siempre que recuerdo los días que pase con el Shifu, puedo recordar cada palabra del Shifu. No importa que pruebas o tribulaciones aparezcan, no pueden sacudir mi creencia. Creo firmemente en el Shifu y en Dafa. Haré las tres cosas bien y alcanzaré el proceso de la rectificación del Fa.