Hace dos años estando desempleada, encontré un trabajo en una compañía que tenía unos doscientos empleados. En ese entonces, mi hijo tenía tan sólo diez meses y por un momento tuve este pensamiento: “qué fantástico sería si mi trabajo estuviera justo frente a mi casa, el traslado sería más fácil”. Hasta imaginé el lugar donde podría ubicarse la empresa. Cual fue mi sorpresa, cuando finalmente una compañía edificó su sede en ese preciso lugar que había imaginado. El Maestro arregló todo. Desde ahí, empecé a transitar mi camino de rectificación del Fa.
Cuando empecé a trabajar estaba muy ocupada. Me dije a mí misma que necesitaba comportarme como debe hacerlo una practicante. Trabajé muy duro, no busqué beneficio propio y traté a los demás con benevolencia. En mi departamento, tenía casi veinte supervisores y todos ellos confiaban en mí. Mi trabajo consistía en analizar la materia prima. Cada año, procesaba un volumen de materiales que costaban más de 10 millones de yuanes. Sin embargo, nunca tuve la intención de sacar provecho de ellos ilegalmente. Todos tenían muy buena opinión de mi persona y de mis capacidades. En todos los tablones de anuncio de la compañía escribí “Falun Dafa es bueno” y aquellos empleados que sabían la verdad sobre Falun Dafa hacían lo mismo.
Desde mi primer día de trabajo, consideré que era mi responsabilidad salvar a los seres conscientes y ayudar al Maestro con la rectificación del Fa. Muy pronto, todos en la compañía sabían que era una practicante. Cada vez que clarificaba la verdad sobre Dafa tenía un pensamiento: “tengo que salvar a esta persona”. Normalmente, después de una corta conversación, podía convencer a esa persona a que renuncie al Partido Comunista chino (PCCh). No sentí miedo ni tuve interferencias al clarificar la verdad y ayudar a la gente a renunciar al PCCh. La mayoría de la gente que me conocía, también aprendió sobre la belleza de Dafa.
Normalmente en una compañía privada, la plantilla de trabajadores oscila según los resultados de la empresa y hay un movimiento constante de empleados que vienen y van continuamente. Así, podía observar como se marchaban aquellos que habían escuchado la verdad y venían los que nunca habían oído nada y podían ser salvados. Docenas de mis colegas han aprendido la verdad sobre Dafa y casi todos ellos han renunciado al PCCh. No recuerdo con cuántos colegas he trabajado en los últimos dos años. Visto superficialmente, la gente me respeta y respeta mi trabajo y confían en mí. En realidad es la inmensa compasión de Dafa quien los está salvando.
Hace tiempo, el Maestro le ha dado a cada practicante esta clase de poder. Compañeros practicantes, mantengamos nuestros pensamientos puros y compasivos. Por cada ser que salvamos, el Maestro tendrá una persona menos de quién preocuparse.
Por favor, señalen cualquier error o insuficiencias en mis entendimientos.
http://www.minghui-es.org/articles/6530.html
Fecha de artículo original: 6/9/2007
Versión en inglés disponible en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/9/6/89282.html
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.