La prisión de mujeres de la provincia de Hebei tiene miedo de que el público en el exterior sepa sobre la verdadera situación dentro de la prisión, por eso repetidamente ha inventado mentiras. Cada vez que vienen los inspectores, encierran a los practicantes de Falun Gong que pueden revelar la verdad y a otros en quienes no confían, en vez de mandarlos al taller para realizar el trabajo forzado, porque temen que sus actos brutales dentro de la prisión puedan ser expuestos. Esta prisión alardea en el mundo exterior sobre su administración humana y buenas condiciones de vida, ambas cosas son rotundamente grandes mentiras.
Por ejemplo, la prisión dice que los residentes trabajan 8 horas por día y descansan los fines de semana. La verdad es que cada mañana los prisioneros se van a trabajar a las 7:00 horas, llegan al taller a las 7:30 e inmediatamente empiezan a trabajar hasta la tarde, con media hora de descanso para el almuerzo. Para la cena disponen de otra media hora de descanso y fuera de esto, no hay más descansos en todo el día. Los prisioneros trabajan hasta las 20:30 y a las 21:00 horas es cuando pueden volver a las celdas. Constantemente, los residentes son revisados cada día antes de que entren a sus celdas para descansar. La prisión dice que no se realizan trabajos los fines de semana, cuando la realidad es que no hay descanso los fines de semana. Adicionalmente, casi todos los meses hay una semana en que los prisioneros tienen que trabajar hasta medianoche. Esto es un intenso trabajo de esclavos.
Los practicantes nuevos que llegan a la prisión son separados de los otros prisioneros. Las autoridades formaron un grupo especial en un área del edificio Nº 1 para enseñanza con la intención de “transformar” a esos practicantes. Si no firman las así llamadas “cuatro declaraciones” (similar a las 3 declaraciones), se les prohíbe salir al exterior, no se les permite traer agua ni comida y tampoco ver a otras personas. Al principio la prisión les presenta el lado bueno para engañarles, pero luego si no se adaptan a ellos, muestran su verdadero lado perverso. Usan métodos forzados como por ejemplo, no dejar que duerman y les llenan de mentiras perversas. A una practicante de unos 60 años le prohibieron dormir durante 7 días seguidos y al no poder soportar más semejante tortura inhumana, le obligaron a firmar las cuatro declaraciones. Sin embargo, más tarde, reveló todo esto, contó a los demás por qué practicaba y la tortura a la que había sido sometida, y escribió cartas al director de la prisión varias veces. Muchos practicantes que han cometido errores han hecho estas cosas. Los practicantes firmes eran encarcelados directamente en las áreas de enseñanza.
Recientemente, Wang Bo y su madre fueron ingresados en la prisión. Durante un registro forzado, ellos mostraron su resistencia por lo que fueron sujetados por varias personas para poderles revisar. Una vez revisados, fueron enviados a la clase de “transformación”. Se dice que en la clase de transformación se les mostró un vídeo donde decía: “transformación de Wang Bo”. Obviamente la llegada de Wang Bo expuso esa perversa mentira.
Aparte de los practicantes de Falun Gong, la prisión también encarcela a otras personas injustamente, como por ejemplo, a Guo Yumei de la Guardia Nº 4. Su granja familiar fue usurpada por un oficial de la aldea. Ella y su madre intentaron apelar y demandarlo durante largo tiempo pero no pudieron resolver el asunto. En marzo de 2007, Guo Yumei y su madre fueron encerradas en la prisión de mujeres de la provincia de Hebei sin ningún procedimiento legal. Los oficiales mintieron, diciendo que su madre necesitaba ver a ciertos médicos. Simplemente porque pensaba que esto era muy injusto, Guo Yumei se declaró inocente. Inmediatamente, las autoridades la enviaron a una cámara de vigilancia. Allí la retuvieron durante dos meses y le asignaron a la guardia Nº 4. A su madre le fue asignada la guardia Nº 9.
Guo Yumei realizó una huelga de hambre para protestar y buscó a los oficiales para que la ayudasen, pero su caso no podía ser resuelto. No encontraba la forma de reunirse con el jefe de la prisión, así que tuvo que pedir ayuda en el taller donde realizaba trabajos forzados. Como resultado, fue golpeada a la vista de otros prisioneros por el malvado jefe de policía, Li Xiujuan. Éste le abofeteó la cara, le insultó, le maldijo y la envió de nuevo a la cámara de vigilancia. Como la policía tenía miedo de que gritara, llenaron su boca con toallas y papel higiénico para que no pudiera hablar. Cuando los inspectores de más alto rango estaban a punto de pasar visita, la policía mandó más personas para que le taparan la boca y la sujetaran, manteniéndola inmóvil. La Sra. Guo se quedó roja por el esfuerzo y sufrió un sofocón. Todos los días los oficiales de la Guardia Nº 4 la enviaban al hospital para forzarla a comer. Su madre tenía problemas de salud pero también fue alimentada a la fuerza y ahora su vida está en grave peligro. El caso de Guo Yumei es básicamente un procedimiento civil y no penal. Por lo tanto, la policía quebranta la ley a pesar de conocerla. ¡Qué crímenes están cometiendo!
Aunque la prisión lleva funcionando sólo un año, tres (no practicantes) ya han cometido suicidio. Ha habido múltiples intentos de escapar y también mucha violencia.
Esta prisión del Partido Comunista Chino (PCCh) es verdaderamente un infierno en el mundo humano. Una pesada sombra cubre el lugar y frecuentemente ocurren cosas extrañas. Las prisioneras mujeres que se vestían como hombres resultaban favorecidas. A menudo, se veían parejas de mujeres paseando juntas, dándose de comer una a otra, haciendo como si fueran hombres. Además de las prisioneras, también las guardias mujeres parecían estar felices viendo cómo lo hacían estas mujeres disfrazadas de hombres. No obstante, la misma policía trataba a la gente normal con rostros fríos y amenazantes, mirándolas con caras de fantasmas. En la Guardia Nº 3 una prisionera llamada Qian Hua es una homosexual declarada. Antes de ir a la prisión se consideraba a sí misma un hombre. Su novia no sabía que ella era mujer, hasta después de llevar juntos 3 años. Después de ir a la prisión, rápidamente se emparejó con una guardia llamada Fan. Fan le proveyó una habitación especial para ella sola con puerta. Una vez, el jefe de la prisión las encontró dentro de la habitación intimando juntas, así que Qian fue transferida a otra guardia. El lesbianismo se ha convertido en un problema especial en esta prisión.
Fecha de edición: 9/9/2007
Fecha del artículo original: 8/9/2007
Versión en inglés en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/9/8/89334.html
Versión en chino disponible en:
http://www.minghui-es.org/articles/6521.html
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