"¡Devuélvanme a mi madre!"

"¡Devuélvanme a mi madre!" Este es el reclamo desesperado de Beibei, una muchacha de 16 años. La madre de Beibei fue detenida hace varios días por practicar Falun Dafa.

El nombre de la madre de Beibei es Liu Shuxiang. Ella es maestra en la escuela primaria de Yehhu, en la ciudad de Laishe, provincia de Shandong. El 17 de julio de 2007, Liu Shuxiang fue a visitar a su tía, que se encontraba ingresada en el hospital. Comenzó a clarificar la verdad sobre la persecución a Falun Gong mientras esperaba el autobús en la terminal de Laishe. Algunas personas presentes que no entendieron la verdad la denunciaron a las autoridades locales, y la policía la detuvo ilegalmente. Le confiscaron el reproductor de MP3 y las llaves de su casa. La policía entró ilegalmente en su casa y la registró mientras no había nadie. El ordenador, impresora, materiales, dos reproductores de MP3, y otras pertenencias privadas fueron confiscados por la policía mientras saquearon su casa. Actualmente, Liu Shuxiang está detenida en el centro de detención de la montaña de Qiangdao con cargos criminales.

En la actualidad Beibei va al instituto. Normalmente no acude a casa ya que reside en la escuela. Dos días más tarde, la tarde del 19 de julio, Beibei fue a casa para recoger el dinero de la matrícula. A su vuelta encontró que la casa estaba cerrada pero con el ventilador en marcha y las luces encendidas. No podía abrir la cerradura con su llave y su madre no estaba. Finalmente consiguió a un cerrajero que le abrió la puerta. Habían saqueado su casa. La ropa y otras pertenencias estaban esparcidas por todas partes y no podía encontrar el dinero de la matrícula que su madre guardaba en un cajón. Al mirar de nuevo, también echó de menos el ordenador. Beibei estaba tan angustiada que comenzó a gritar. Buscó a su madre por todas partes, sólo para averiguar que la policía la secuestró antes de que pudiera tomar el autobús en la terminal. Beibei perdió la voz debido a sus gritos desesperados.

Beibei tuvo una vez una familia perfecta. Su padre era militar. Tras un cambio de profesión, fue transferido para trabajar en una agencia del gobierno. Su madre es maestra. En julio de 1997, su padre murió en un accidente de tráfico. La tensión del trágico accidente llevó a su afligida madre casi al borde de derrumbe mental. Desde entonces, la madre de Beibei asumió la tarea de educar a Beibei y a su hermana sin ninguna ayuda. Esta pesada carga hizo que su madre sufriera muchas clases de enfermedades. Perdió su buen humor, y de vez en cuando se enfadaba. La sonrisa que solía llevar en su cara desapareció.

Hacia finales de 1998, la madre de Beibei comenzó a practicar Gong Falun. Bajo la dirección de los principios universales de "Verdad, Benevolencia y Tolerancia", recuperó la salud. Recuperó la alegría de nuevo. La risa, la alegría, y la felicidad otra vez comenzaron a llenar la casa de Beibei. Fue la guía de los principios de Falun Dafa de "pensar primero en los demás" lo que finalmente disipó el sufrimiento por su pérdida y transformó ese dolor en el trato amable hacia los demás. En la escuela primaria de Yehhu, el trato humano de la madre de Beibei con los niños conmovía a los padres a menudo. Ella fue reconocida y elogiada por todos.

Beibei perdió a su padre durante la niñez. En este momento, si también pierde a su madre, Beibei y su hermana mayor, quien asiste a la universidad en otra provincia, se verán desamparadas.

Ella no puede entender por qué su madre, que practica "Verdad, Benevolencia y Tolerancia" y se esfuerza por ser una buena persona, fue detenida por compartir sus experiencias de cultivación personal. ¿No está cada ciudadano amparado por la ley?

Beibei echa mucho de menos a su madre. Le dijeron que después de que algunos practicantes de Falun Gong fueron detenidos, los obligaron a abandonar sus creencias y fueron brutalmente golpeados por la policía, algunos fueron electrocutados con porras eléctricas hasta que su carne quedó carbonizada. Otros fueron colgados y golpeados cruelmente, e inyectados con medicamentos psicotrópicos que dañan el sistema nervioso central. A otros incluso, les sustraen los órganos internos para beneficiarse económicamente con los trasplantes. Todos estos pensamientos la entristecieron, y está muy preocupada por la seguridad de su madre.

Con sus grandiosos actos compasivos arriesgando sus vidas en medio de la persecución más severa, los practicantes de Falun Gong han obtenido el apoyo de la gente de todo el mundo. Con toda certeza, el régimen comunista chino está condenado. Desde el corazón, un gesto de apoyo condenando esta opresión, es la oportunidad de todo el mundo de escoger la postura correcta de cara al futuro.

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/8/14/88592.html