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En enero de este año, mi recién nacida niña con tan sólo dos semanas de edad, fue diagnosticada de una enfermedad extraña. Su tracto urinario estaba pegado y no podía orinar fácilmente. Después de someterla a una operación quirúrgica, la situación se agravó en vez de mejorar. Siempre que tenía que orinar, lloraba de dolor y no lo podía hacer. De este modo, mi niña se pasaba el día llorando desesperadamente. Nos sentíamos totalmente abatidos con esta situación, pero no podíamos hacer nada. Desde mi corazón pedía al Maestro que salvara a mi pequeña, pero la situación no mejoraba.
Con el tiempo, la situación de la niña empeoró. En medio de la noche no podíamos encontrar un transporte para llevarla al hospital. En medio de esta urgencia, tuve el siguiente pensamiento: “Si pido a mi suegra y a mi esposo que reciten Falun Dafa hao por el bien de la niña y se recupera, serán testigos directos de la grandeza de Falun Gong. Entonces, ¿no serían ellos salvados?”. Ambos tenían diferentes niveles de malos entendidos sobre Falun Gong, pero aún así les dije: “La niña es muy pequeña y no puede hablar. Recitemos Falun Dafa hao en nuestros corazones y pidamos al Maestro que la salve”.
Ninguno de los dos objetó nada en contra y accedieron a recitar, tal vez por la desesperación. También aproveché la oportunidad para clarificarles la verdad sobre Falun Gong. Después de 4 ó 5 minutos, ocurrió un milagro. La niña pudo hacer pis sin dolor y se salvó. Al ver esto, mi esposo dijo con mucha emoción: “¡Es realmente un milagro! ¡Es incluso mejor que la píldora mágica!” Yo le dije: “¿Me crees ahora? El Maestro ha dicho que si una persona común dice Falun Dafa hao, Él lo protegerá”.
Después de pensar sobre este incidente, hice la siguiente reflexión: Mi petición de ayuda al Maestro fue similar a la anterior, entonces, ¿por qué tuvo un resultado diferente? Mi petición inicial fue por un motivo egoísta; solo quería que mi niña se recuperara de una enfermedad. La segunda petición de ayuda al Maestro fue por el bien de los seres conscientes. El Maestro ha dicho: “Cuando se conducen rectamente, el Maestro puede hacer cualquier cosa por ustedes”. (Viaje a Norteamérica para enseñar el Fa)
El Maestro nos está protegiendo todo el tiempo; Él nos atesora más de lo que nos atesoramos nosotros mismos. ¿Qué razones podemos dar para no hacer lo que nos pide el Maestro? El compasivo y gran Maestro ha pensado en todo para nosotros. Compañeros practicantes, seamos diligentes y demos bien cada paso.
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