Después de finalizar el 17º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) que tuvo lugar a mediados de octubre, un miembro de la Conferencia Política Consultiva de la provincia de Anhui, Wang Zhaojun, publicó una carta abierta a los dirigentes chinos Hu Jintao y Wen Jiabao. El gesto era osado, considerando la escasa tolerancia de las autoridades hacia las observaciones divergentes. El Sr. Wang pide un cambio drástico en las medidas represivas del Gobierno, tanto en los planes sociales y económicos como políticos. La carta es doblemente osada si se tiene en cuenta su objetivo principal es realizar una apelación directa para poner fin a la persecución del grupo espiritual Falun Gong.
A su modo de ver, la cuestión más urgente a la cual se enfrenta la mayor nación del mundo es poner fin a la persecución y compensar a las víctimas.
Esta audaz posición adoptada del Sr. Wang le convierte en el más alto funcionario chino en abogar públicamente por Falun Gong, práctica espiritual reprimida con violencia desde 1999.
En su carta-tratado de 40.000 caracteres, Wang Zhaojun aborda distintas "bombas" que existen en la sociedad china. Cita las persecuciones religiosas, la destrucción medioambiental, la economía pro cambio climático y la burbuja inmobiliaria lista para estallar. A la lista de problemas se añaden la falta de supervisión de las fuerzas armadas, la corrupción judicial, la supresión de los medios de comunicación, la cuestión de Taiwán, la necesidad de una profunda reforma política, etc.
Desde la publicación de la carta del Sr. Wang en la edición china de La Gran Época (LGE) y en varias páginas de Internet, ha recibido un gran apoyo tanto en China como en el extranjero.
En una entrevista exclusiva con LGE, comentó: "Todos los ciudadanos comunes me apoyan firmemente, incluyendo varios altos funcionarios del Partido Comunista Chino. En realidad, lo comprenden muy bien en sus corazones".
"El apoyo de toda la gente indica que tenemos necesidades comunes. La única diferencia es que me atreví a hablar".
El último funcionario en criticar abiertamente al régimen, Jia Jia, ex Secretario General de la Asociación Provincial de Científicos de Shanxi, debió huir de China para evitar la persecución. Otros, como el abogado Gao Zhisheng, permanecieron en su sitio y sufrieron la represión.
"Me lo tomo a broma. Tampoco tengo miedo porque lo que dije representa la voz del ciudadano medio. Si el PCCh me persigue, entonces será como perseguir a todos los ciudadanos del país", denuncia el Sr. Wang.
"A mi edad, si no puedo siquiera expresar las palabras desde mi corazón, me sentiría muy pobre. Cuanto más quiera atemorizarme el PCCh, más duro lucharé. Si la situación es realmente como la describo, entonces el mismo PCCh se expondrá, `porque se trata sólo de una mafia".
Wang Zhaojun cree que la reforma política es inevitable para China. En su carta, pide a Hu Jintao y Wen Jiabao comenzar a aplicar verdaderas reformas políticas que permitan la libertad de expresión, la liberación de todos los presos políticos y una puerta abierta para permitir a los militantes demócratas exiliados volver de nuevo al país.
"Espero que haya un Gorbachov o un Yeltsin chino", concluyo Wang pidiendo que más reformadores se levanten en el seno del PCCh.
Además de político, el Sr. Wang es un reputado hombre de negocios. En 2002, fue elegido como el mejor empresario privado en el ámbito tecnológico por la Federación Nacional de la industria y el comercio.
Su larga adhesión al Partido Comunista y su presencia en los círculos políticos y económicos son un rompecabezas para las autoridades, que hasta ahora no han reaccionado. Hasta el momento de publicitar su carta, el Sr. Wang no estaba en peligro.
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