Alemania: Dos profesoras comparten sus impresiones sobre el Espectáculo chino

La profesora Claudia Kolitz y su madre Berta Bürger, profesora jubilada, acudieron la mañana del sábado 19 de abril al Teatro Prinzregenten de Munich, dónde la Compañía de las Artes divinas daba las últimas representaciones de su gira europea. Decidieron acudir después de haber leído un artículo en la prensa.

Claudia Kolitz estaba muy entusiasmada con la Gala. Dijo: “Ha sido fantástico y me gustó mucho. No conozco gran cosa sobre China pero pienso que en este caso la cultura ha sido verdaderamente bien transmitida. Era fácil de comprender hasta para la gente, que estaba muy absorta. Verdaderamente no encuentro palabras para decir hasta qué punto me gustó. La cultura es verdaderamente diferente de nuestra cultura europea; simplemente es algo especial".

La Sra. Kolitz dijo: “Admiro la voluntad de la Compañía de las Artes Divinas por mantener las tradiciones culturales chinas a pesar de la oposición del régimen comunista”. En cuanto a la actual polémica internacional a propósito de los derechos humanos al aproximarse los Juegos Olímpicos, dijo: "Pienso que no deberíamos boicotear los juegos sino que la gente debería estar mejor informada sobre los abusos de los derechos humanos en China". Habló también del baile "El Poder de la Conciencia", diciendo: "Es fantástico cómo dan a entender los hechos (los representantes del Partido Comunista Chino que persiguen a los practicantes de Falun Gong). Esta verdaderamente bien hecho".

La madre de Kolitz Berta Bürger, también apreció el espectáculo y dijo que lo recomendaría a todo el mundo. "Verdaderamente estoy de acuerdo con todo lo que mi hija ha dicho. Es verdaderamente grandioso". Y añadió: “Tuve contacto con la cultura china cuando viajé a ese país hace once años y guardo todavía en la memoria cosas maravillosas”.

La Sra. Bürger dijo que estaba particularmente impresionada por las sopranos, que las encontró llenos de recursos. "Sus voces eran incomparables y escuchar a cada una de ellas fue una experiencia maravillosa. También me impresionó la música que tocaba el Erhu, un instrumento a dos cuerdas. No hay nada comparable en Europa".