Había una vez una persona que se cultivaba en un templo desde hace muchos años y era verdaderamente sincero en su cultivación. Un día, se dio cuenta que empezaba a tener canas y que su edad se reflejaba en su rostro. Entonces, empezó a cuestionarse sobre la eficacia de su método de cultivación y de su Maestro. Sin compartir sus dudas con otros, se volvió menos diligente que en el pasado y en lugar de hacer el doble lotus sólo era capaz de hacer el medio loto durante la meditación sentada.
Un día, durante la meditación sentada, su Maestro vino y le dijo: "¿Puedes limpiar el espejo que está colgado en la pared?".
El hizo como si lo hubiera escuchado.
Su Maestro repitió mas alto la pregunta: "¿Puedes limpiar el espejo que está colgado en la pared?".
Sin tener otra opción, él se levanto lentamente para limpiar el espejo. Estaba cubierto de una espesa capa de polvo y por ello el espejo no reflejaba nada.
Mientras limpiaba una parte del espejo, él pudo mirar su imagen. Sin embargo, la imagen reflejada era la de un hombre joven y bello vestido con un kasaya dorado.
Entonces, comprendió las palabras de su Maestro y empezó a cultivarse diligentemente.
Esta historia relata lo que vi un día cuando emitía los pensamientos rectos. No sé cuando ni donde tuvo lugar, pero sé que no lo vi por casualidad. Espero que todos los discípulos de Dafa del periodo de la rectificación del Fa continúen siendo diligentes en su cultivación.
Versión en chino disponible en: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2010/1/20/63831.html
Versión en ingles disponible en: http://www.pureinsight.org/node/5910
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